Marquesa de Sevigné…
El 15 de enero el presidente
Chávez expresó, un discurso de conciliación de la unidad nacional
durante la entrega de la Memoria y Cuenta del año 2010, ante la Asamblea
Nacional, aspirando a la unidad con dicho sector. Hugo Chávez manifestó
ese día, que las diferencias entre el chavismo y la oposición venezolana
se deben a estrategias concebidas en el exterior.
El "No volverán"
fue triturado después de la juramentación de Soto Rojas, Hugo Chávez
proclamó que era ‘maravilloso’ contar con una bancada de diputados
de oposición en la AN. ‘Me parece maravillosa la ocasión de vuestro
regreso a la Asamblea Nacional, algunos están empeñados en que nosotros
seamos incapaces de dialogar, de darnos la mano, empeñados en que Venezuela
caiga de nuevo en la desestabilización, empeñados en que ustedes crean
señores de la oposición que yo soy un verdadero demonio’,
Hugo Chávez dixit.
El presidente señaló, son
factores externos e internos los que se han dedicado a torpedear el
diálogo con la oposición, y aseguró estar a la disposición de esos
partidos.
"Señores de la oposición:
ustedes creen de verdad que yo soy un verdadero demonio, con el que
no se puede hablar, y nosotros creemos que ustedes son unos demonios
con los que no se puede hablar. Echemos los demonios y que viva lo humano,
las ideas, el debate... No hay que perder esta nueva oportunidad que
nos dio el pueblo venezolano, el espacio es de ustedes, yo desde mi
puesto de combate como soldado, estoy a disposición de ustedes. “Os
ruego, no perdamos esta nueva oportunidad. En las manos de ustedes está
la oportunidad de sembrar las semillas de la concordia nacional".
"Todos somos venezolanos.
Ni ustedes se van a ir de aquí ni nosotros tampoco... Dejemos
de vernos como enemigos, no estamos aquí para exterminarnos".
Considerando que el término "enemigos" era propio de la guerra,
y que los dirigentes de la oposición no son sus enemigos.
Cinco días duró aquella proposición, Chávez cuestionó nuevamente a la oposición acusándola de una campaña de querer implantar el comunismo en Venezuela, y diciéndole que no devolvería la habilitante, y que se fueran a lavar ese palto.
Posiblemente devuelva la Habilitante
a la AN, creo yo a pesar de la asesoria de cierta dirigencia mediocre
que aparentemente le dice que no lo haga.
¿Saben ustedes qué estoy
dispuesto a hacer?, ¿y anoche lo pensé? Soy capaz de solicitar a esta
Asamblea Nacional la derogatoria de esa Ley (Habilitante)... Lo que
necesito son instrumentos especiales para enfrentar una emergencia...
El 1 de mayo pudiéramos nosotros haber terminado, acelerando las leyes
que estamos haciendo. Os devuelvo la Ley Habilitante, voy a trabajar
más duro y más rápido... Presidente, este tipo de anuncios ante el
planeta, la militancia y el pueblo venezolano, es un documento publico
de su palabra que debe cumplir, de no hacerlo se perdería la credibilidad
en la majestad presidencial.
La Ley Habilitante aprobada
por la saliente AN, le permite al presidente Chávez legislar por 18
meses. Aunque fue aprobada a fin de paliar la grave situación originada
por las severas lluvias, en realidad le permite legislar en áreas
que no guardan la menor relación con el tema de la construcción de
viviendas, como son las del área militar, esto hay que decirlo con
mucha seriedad.
Las peleas de gallos son en
Venezuela (Que conste no soy gallero), de una tradición muy popular,
que se remonta a la colonia y se ha mantenido hasta nuestros días.
Muchos cronistas del pico y la espuela, han escrito curiosos testimonios
sobre esta materia. Se sabe que a los gallos, les montan espuelas,
con las cuales estas aves se hieren unas a otra, de un modo espeluznante;
durante las riñas: “los gallos son unos héroes dejan en el ring
su sangre en la arena, no volviendo a cantar más.
Esta tradición se ha mantenido
en Venezuela, a lo largo de la historia. Es un espectáculo, en ciudades,
pueblos y caseríos, y hasta en las futuras ‘comunas’.
En la fiesta, de este sangriento
juego popular, la palabra del gallero es considerada muy sagrada. La
apuesta se pacta de forma verbal; y tiene que ser honrada apenas termina
la pelea. Imcuplir ese pacto de la palabra empeñada convierte al gallero
en un maula y tracalero, y se le expulsa de esos club de juego. Las
peleas de gallos en la actualidad se presentan como metáfora de una
situación política, y de una marcada representación parlamentaria
de los enfrentamientos (debates) en un escenario público convertido
casi siempre en pulpito, cuando el presidente Hugo Chávez refrendó
su promesa de que en cinco meses devolvería la ley habilitante: ¿lo
hizo como palabra de gallero?…
Lo cortés no quita lo valiente;
no se puede hablar de traición, como dicen por ahí ciertos ‘altos
lideres chavistas’, lo único que los militantes podemos entonces
es ser chavistas, porque si fuéramos revolucionarios, sería
otra cosa. El presidente no puede seguir haciendo lo que le da la gana.
Un día dice blanco y al día siguiente dice morado. Y ahí están unas
infelices claques intentando tapar errores, y que dichos errores no
son de la competencia del máximo líder bolivariano: por algo lo hace,
el tendrá sus razones que muchos de nosotros no conocemos.
Los revolucionarios deben aprovechar los errores de Chávez para fortalecerse, es inútil a veces decir: se equivocó. La revolución bolivariana debe crecer, desarrollarse; si no lo hace, no se pasará de ser una especie de comentaristas de galleras. Tal vez acertados, pero lo que se espera de la revolución es llegar a tener la fuerza necesaria para construir el verdadero socialismo en Venezuela, y no actuar como comentaristas de juegos deportivos.
Percasita11@yahoo.es