Verdaderamente lamentable resultó la actuación de la bancada de diputados(as) oposicionistas durante las dos “interpeliasones”, perdón, interpelaciones ocurridas en la Asamblea Nacional, propuestas por el propio Comandante Presidente, y trasmitidas para toda la población en cadena nacional de radio y TV.
En primer lugar, ¿Cómo dialogar con alguien que no está dispuesto, cuando menos, a escuchar tus alegatos y razones? Tal fue la actitud y grosera conducta de estos “señores diputados”, irrespetando a todos los ministros y ministras, quienes; una a una, con paciencia, iban argumentando con cifras, laminas y explicaciones pormenorizadas los aspectos más relevantes de su gestión, y en algunos casos, reconociendo errores y debilidades.
Tal actitud, marcada por la soberbia y la ausencia de planteamientos, deja claro una vez más, cuales son las verdaderas costuras del guion que se les ha impuesto a estos “bufones de la politiquería”, por parte de sus respectivas toldas, y que no busca otro cosa que no sea, contaminar a todo evento, las plenarias y demás iniciativas, que desde esa instancia legislativa se emprendan para avanzar en la construcción del proceso de cambios que la mayoría de venezolanos apoyamos de forma decidida, y que a pesar de todo cuanto desde estos sectores se quiera hacer para deslegitimar o frenar, no hay ni habrá vuelta atrás.
En segundo lugar, el país entero vio como minuto a minuto y durante más de ocho horas, se fue desnaturalizando y degradando la jornada, debido a la falta de concreción o precisión en buenas parte de las intervenciones de estos charlatanes del parlamento, quienes con el caradurismo que los caracteriza, algunos sacaron a relucir cifras fraudulentas sobre la gestión del ejecutivo, mintiendo descaradamente, y por otro lado, buena parte de ellos, se limitaron a leer desde sus curules un guion, en repetidas oportunidades fuera de orden, lo cual obligaba al presidente Soto Rojas a suprimir el audio, debido a que se excedían en el uso del tiempo reglamentario para cada intervención.
En fin, la jugada sigue siendo la desestabilización y el no reconocimiento del gobierno y sus legitimas instituciones, y generar desde las siguientes sesiones de la asamblea nacional un clima de saboteo y violencia, como el show protagonizado por los diputados Borges y Marquina, que luego pretenderán extrapolar a las calles, matizado con acciones como huelgas y protestas de diversa índole, según lo revela un informe de la Oficina Nacional de Inteligencia estadounidense.
http://www.panorama.com.ve/especiales2010/economiaypetroleo/eco8.html
El pueblo vio y escuchó a la canalla parlamentaria en toda su miseria.
Alerta pues.