Revolución, ¡viva la Revolución mundial! Hombres y mujeres, Tierra y cosmos se cansaron de tanta maldad

En estas latitudes, me refiero a nuestra América, qué, aunque en algunos países tienen todas las justificaciones para unirse a las rebeldías que revientan, no se está sintiendo la llama que arde  en otros lados del Mundo en Rebelión. Una llama que en muchas ocasiones pareciera que se extingue y que la “experticia” de los apagadores de fuego trata de tapar, pero la llama está viva. Sólo se opaca, mientras la combustión que la enciende toma más fuerza y en cualquier momento explota mandando a expertos que controlan la temperatura a la mismísima mierda.

El control de la población mundial por todos los métodos psíquicos, subliminales, publicitados, “educativos”, temerosos, médicos y religiosos, ya no calan en ninguna de la sociedad de las masas. La Gente, la Tierra y el cosmos se cansaron de tanta maldad y los actores que protagonizan los papeles estelares para aplicarla, también se cansaron y al guionista ya no le cuadran las tramas.

¿De qué y de quienes se cansó la Tierra? ¿De qué y de quienes se cansó el cosmos? ¿De qué y de quienes se cansaron las masas? La tierra se cansó de los atropellos y abusos sin escrúpulo que el hombre ambicioso  y egoísta aplicó contra ella y la des pauperizó en toda su estructura. Raspó su superficie y sus montañas hasta convertirlos en desiertos. Desvió y secó los ríos cuando taló hasta el último árbol y cuando anegó con sus tecnologías y “necesidad” energética el curso de esos serpenteantes ríos que millones de años de evolución,  construyeron cómo el sistema de regadío natural y recolector de ciclos de lluvia que en su sabiduría regresa las aguas al Mar en un círculo maravillo. Se cansó de la constante perforación a su interior con taladros de punta de diamantes que torturó sus entrañas y de seguro que llegó al cerebro hirviente que llamamos magma. Se cansó de los inmensos taladros y picas y palas que perforan sus riquezas convertidas en minas y trampas cazabobos y para hacer túneles porque la movilización masiva lo exige. Se cansó del exterminio de los peces con barcos tecnificados para el asesinato de miles de especies que murieron cuando sus redes y explosiones ahorcaron los tiburones y vivos, les cortan sus aletas. Se cansó porque la fauna  desaparece sin darnos cuenta, como las abejas, que se suicidan al buscar lejanos parajes porque los propios los invadió la expansión industrial. Y se cansó cuando las potencias nucleares arrojan a lo profundo de sus mares contenedores llenos de desechos radiactivos. Se cansó la Tierra, cuando las multinacionales negaron el agua potable a millones de  pueblos pobres. Se cansó, porque los Osos polares perdieron su habitad con el deshielo de los casquetes polares que las chimeneas de la industria capitalista derritieron. Se cansó, de la demografía sin conciencia y de recibir fetos abortados y madres y niños muertos al nacer porque la medicina les niega sus derechos básicos. Se cansó de edificios suntuosos al lado de chabolas y tugurios donde apretujan a las gentes. Se cansó, de la utilización de extensiones de su territorio para el cultivo de alucinógenos con que envenenan más de cien millones de hombres y mujeres. Se cansó, sí se cansó. La tierra se cansó de la maldad que aplica el hombre malo al hombre bueno, y se cansó cuando el hombre malo, negó el conocimiento de su funcionamiento de sus potencialidades como ser vivo que és. Y se cansó, cuando no respetaron los años y días de descanso que la tierra exige para recuperarse, y que los primeros hombres cumplieron al pie de la letra. Se cansó de recibir desechos y basuras  que contaminan sus suelos y sus mares. Se cansó y también se rebela en la mente de sus habitantes porque nosotros formamos parte de ella.

Y el cosmos se cansó, de recibir en sus espacio desechos satelitales y se cansó de la usurpación de sus espacios para experimentos comunicacionales y guerreristas. Se cansó de la supuesta búsqueda de soluciones de vida y de rastrear soluciones sin solucionar los de la tierra. Se cansó de recibir toneladas de gases que dañaron su capa de ozono pero el Sol lo defiende y toma su venganza porque se recalienta y produce toda suerte de cataclismos porque el cosmos y la tierra es uno solo. Y se cansó el cosmos de recibir los lamentos de los pobres conducidos a su pobreza, que convierten sus llantos en pedidos apocalípticos que el cosmos ya comenzó a escuchar y complacer.  

Y las masas se cansaron. Se cansaron de las mentiras inculcadas en sus mentes por las religiones inventadas para llenarlos de temor a un “Ser supremo” que castiga y bendice la ignorancia y que resuelve sus problemas sin dar la cara y los engaña en su imaginación. Las masas se cansaron, de los  “lideres” políticos que desde milenios hicieron sus gobiernos con la sangre de los incautos que creyeron, con fuerza sutil, sus demagogias educadas. Se cansaron del cientifismo y la academia que nos aliena con profesionales que los estudios superiores castró sus sentimientos. Se cansó, de las corrupciones de todos los calibres, de las xenofobias y racismos, de fronteras inventadas, de creencias que distancian e impiden hermanarnos y sobre todo se cansaron de sus ignorancias direccionadas. Se cansaron las masas, de soldados, policías y mercenarios, de verlos cómo el brazo armado de los verdugos que los usan a su antojo y sólo los visten de uniformes, cascos, escudos, mandarrias, fusiles y pistolas para masacrar a sus  hermanos de donde son extraídos.  Se cansaron los hombres y mujeres del mundo, de ser víctimas de delincuentes que justifican sus desvíos y resentimientos y cuanto vicio interior recibió en su ignorancia, y que en vez de direccionar sus delitos hacia los verdugos que lo conducen a sus crímenes,  se ensañan con sus mismas gentes. Se cansó la masa, de los periodistas, escritores y cultores que mercantilizaron la información, las letras y la cultura. Se cansaron las gentes de ver drogadictos y alcohólicos y saber que no son víctimas por su propia decisión, sino que fueron llevados a su indignidad  humana por quienes conducen , siembran, trafican y fabrican las drogas y el alcohol. Se cansaron, sí se cansaron, de las clases medias que sus “comodidades” les insensibilizaron y cauterizó sus emociones y fueron convertidos en consumistas y materia prima mental y física. Se cansaron las masas de los fabricantes de armas, de los ricos que compiten sus montos en las revista Forbes, de los jeques multimillonarios, de los terratenientes, de la iglesia católica terrofaga que sus “propiedades” reunidas en fila, abarcan una extensión de tierra del grande de Guatemala. Se cansaron las masas de las mafias organizadas que asesinan a sus hermanos y corrompen políticos y gentes comunes y asesinan a mansalva por el vil capital. Se cansaron las masas de educadores alienados, de gaones, imanes, papas y sores que detiene el desarrollo mental de todos. Se cansaron las masas del egoísmos y discriminación  de los asiáticos, de las xenofobias usadas para sembrar odios y distraer a los incautos, de los “exterminios” de razas, de  anglosajones y de negros, de pieles y costumbres, se cansaron del temor a enfermedades físicas que sólo están inducidas en su psiquis, se cansaron de todos los cobardes que no interviene en los cambios que en este momento ocurren y protagonizan los valientes, y se cansaron las gentes de la ignorancia a su interior.  

¡Patria socialista o muerte!

Chávez es socialismo!

¡Viva la Revolución mundial!

nandopico@yahoo.com



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Hernando Cortés Pico


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