Es que Khan ha debido recordarle a “Taparita” que, tanto adecos como copeyanos, lo humillaron, entonces, al extremo de impedirle siquiera presentarse a los portones de la empresa SIDOR; pero, parece ser que esa vaina era parte del show.
Aquello parecía el juego en que Magallanes humilló al Caracas: ¡Palo, y palo y palo y palo-(Cheo García Dixi, tan bueno, con “La Billo´s, que para más vainas era Caracas Boys)-y, el “Cacique Taparita”, ahí, Twitteando tan bueno, sin levantar la cara debido a la pena! Pero, la procesión iba por dentro.
Ya desmoralizado, y a sabiendas de que los trabajadores de Guayana le metían el “desnudoscopio”, sabiéndose expuesto a la vista de todos, en cadena nacional de radio y televisión, el “Cacique Taparita” apeló a sus restos de pudor y, mantuvo la cara vista al suelo, tal vez con la excusa de Twittear.
Desde que se inventaron las excusas ha habido mucho excusado y “Taparita” es uno de ellos. “Taparita” no es el único excusado que hay en la bancada escuálida-cierto-pero, él es muy notable por eso de haber aceptado venderle al “binomio” AD-COPEI, la elección presidencial que el pueblo le otorgó erróneamente, en un momento de desesperación, en el pasado reciente y del cual él no quiere acordarse ahora.
El hecho de que la MUD le permita al “Taparita” aún ir en sus listas, como diputado, es beneficio de rédito. “El Capital”-favor no involucrar a Marx-que entonces él recibió por vender su elección como presidente de Venezuela, se esfumó por las alcantarillas del despilfarro .
¡No está demás advertirle a Venezuela que Andrés Velásquez y Teodoro Petkoff, son dos “carritos chocones” de la la MUD!
“Carritos chocones” que, por cierto, disponen para intentar barrer el “Carro de la Historia” pero, uno y otro tienen fallas en el carburador, los cauchos espichaos, les falta gasolina, tienen los tornillos flojos, no botan la segunda, aparentemente, pero-¡Uno nunca sabe- se han visto casos y, qué vaina!
Ávida de petróleo y, sin escrúpulos, a la MUD no le queda otra opción que echarle mano a cualquier esperpento, con tal de tumbar a Chávez; esa es la razón por la que todavía apela a individuos como “Taparita”.
No obstante, en su defensa, y pese a todo, hay que reconocer que fue preferible que, entonces, “Taparita” se pusiese el guayuco en las rodillas-frente al pueblo y de espaldas a la oligarquía- porque de otra manera, Caldera no habría podido mostrarnos a cielo abierto, las miserias de Teodoro y etc.
¡Es que el mal es parte del bien!
Un Estado de tacos y remiendos no nos sirve; lo que necesitamos es un Estado de derecho y de justicia (ya delineado en el Preámbulo de la Constitución Bolivariana); es por lo que celebramos el afianzamiento de La Revolución Bolivariana con la comparecencia de nuestros ministros ante la Asamblea Popular-AN- y las contundentes victorias obtenidas contra las fuerzas asesinas de la MUD, porque eso nos hace avanzar hacia el gran objetivo revolucionario: La felicidad del pueblo.
Mas, no hay que cesar martillo en mano porque para reconstruir, se debe derribar primero lo que no sirve. Los escombros y etc, han de recogerse oportunamente pero, antes, hay que derribar los caducos parapetos; todo a su debido tiempo.
Se debe planificar lo que se hace.
¡Oh, qué vagabundo(s)!