Si debemos escribir acerca de esas fallas que tenemos en la revolución bolivariana, no solo porque es un pedido del mismo líder Hugo Chávez, sino porque si no son dichas, corren el riesgo de permanecer de modo permanente y afectando a la sociedad.
La prohibición de esas competencias depredadoras que hacen los 4x4 es necesaria, pero hay que extender las sanciones a los manejadores de tales vehículos, porque en las carreteras y autopistas se desplazan tirándoles vientos a toda norma que les impida circular por encima de los 100kms/hora.
Y hacen lo que hacen, porque carecemos de dispositivos para vigilarlos, grabarlos y sancionarlos; a ellos y a los otros que conducen las camionetas y buses de pasajeros, que como son alquiladas, los conductores vuelan para dar dos y tres viajes, que les permitan pagarle a sus dueños y ganarse un sueldo. Con la velocidad que llevan, estos tipos no mastican los kilómetros se los tragan, sin importarles –sea de noche, madrugada o día- colocárseles 5-10 centímetros de la parte trasera a los vehículos que van delante de ellos.
¡No hay molestia que valga! ¡Si no se aparta el conductor que va adelante, lo apartan!
La lita de quienes depredan con sus vehículos en las carreteras y autopistas es larga.
Se hacen operativos que son necesarios, con grupos de guardias, policías, etc., etc., pero esos grupos de vigilancia se mantienen estáticos conformando alcabalas. Cuando todos esos sujetos que se hacen llamar conductores ven una alcabala, se comportan como ovejas y disminuyen la velocidad y hasta allí, pero una vez que se alejan asumen su conducta de lobos de carretera y sálvese quien pueda!
Como escribí antes, le lanzan vientos a todo lo que huela a regulación. ¿Cómo se desarrolla una sociedad con tal falla?
Otra falla la constituyen los interminables huecos que impactan a cualquier vehículo y que vienen generando un gasto adicional para los dueños de la maquinaria automovilística. ¿Esos gastos lo pagan las gobernaciones y alcaldías?
Hay que saber administrar y sacarle provecho al petróleo y continuar apoyando las Misiones, pero hagamos otra misión con las vías de comunicación, suministrando combustible y equipos para que tengamos una efectiva vigilancia de las autopistas, avenidas y carreteras.
Y a la par, utilicemos las nuevas tecnologías. Así como se habla del desarrollo de pequeños aviones teledirigidos para vigilar las fronteras, también podemos tener esos aviones por las autopistas, filmando a aquellos individuos desajustados mentalmente, que se levan por delate a todo el mundo en nuestras vías de comunicación, especialmente en los días festivos como Carnaval y Semana Santa.
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