¡Que vergüenza! lo que uno tiene que ver y aguantar, pero que no puede callar. A escondidas y en plena madrugada, Chávez envió a Perez Becerra al estado terrorista de Colombia. Lo hizo rapidito, sin pudor y sin sentido de solidaridad revolucionaria internacional. Lo hizo de esta forma para evitar las posibles manifestaciones en su contra por parte de los revolucionarios que sabemos quién es de verdad Perez Becerra. Lo hizo para recibir las bendiciones de la Hilary Clinton y para complacer a su santito que tanto quiere. El hombre no titubeó, tal como lo declaro Santos. Y ahora en estos momentos Perez becerra debe estar en manos de los mismo que asesinaron a más de cinco mil camaradas de la Unión Patriotica de la cual Becerra formo parte.
No hay duda: Chávez ya no es el mismo desde que Santos es presidente de Colombia. ¿Que habrá pasado para que Chávez ceda fácilmente ante un enemigo tan peligroso como lo es el delfin preferido de los yanquis en América? ¿Será que Santos conoce secretos de Chávez que nosotros no conocemos? ¿Será que ambos llegaron a acuerdos que no son conocidos por el pueblo colombiano ni el venezolano? ¿Será que Santos se comprometió con Chávez para que pueda ganar las elecciones del 2012 sin las injerencias que siempre comete Colombia en ellas? Será que para Chávez las prioridades de la oligarquía colombiana son más importantes que la solidaridad internacional en la lucha contra el imperialismo? ¿Será que también que Santos forma parte del gobierno venezolano? ¡Coño! ¿que será? ¿Que dirán de esto: Evo, Correa, Raul, Fidel y Daniel Ortega? ¿Habrá consultado Chávez con ellos sobre este tema?
Son tantas las dudas que le quedan a uno sobre este tema, que a uno no le queda más remedio que aceptar la realidad que no es otra que el cambio derechista y peligroso de Chávez. El ya no es el mismo, no solamente por tomar esta decisión que más temprano que tarde le pasará factura, si no por los indicios burgueses que está tomando su gobierno, indicios sumamente preocupantes para el futuro de la revolución. En la conciencia de Chávez quedará todo lo que le pueda suceder al camarada Joaquín Perez Becerra.
Chávez actuó como lo hacen los que le temen a algo, y a escondidas, envió a manos de sus asesinos a un hombre que solo cumplía la misión de informarle al pueblo colombiano la verdad de lo que sucede en su país. Esa es la única razón por la cual Santos lo requería.
Señor presidente: yo no se lo que lo ata a usted con el gobierno y la oligarquía colombiana, lo que si se es que su actitud deja mucho que desear ante la opinión pública internacional libre, revolucionaria y principalmente en mi. Yo ya no creo en usted, ni en nada de lo que diga. En las próximas elecciones volveré a votar por usted, solamente por no verles de nuevo las caras en el gobierno a esos mal nacidos asociados en la mesa de la ultra derecha.
¿Es que la vida de Perez Becerra vale menos para usted, que todos los acuerdos que haya firmado con el sátrapa de Colombia?
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