La conducta de un revolucionario no debe estar signada por la alienada intención que práctica la derecha; esa macabra conducta desdice lo humano de los principios construidos en el tiempo para el bien comun y no se pueden patentar mentiras, aceptando como principio de formación un discurso lleno de ambigüedades y lugares comunes; utilizando la blasfemia para descalificar al que en su arrogancia creen inferior.
La descalificación de lo humano contrapuesto a la idea; muestra una escasez de humildad, que jamás puede adjudicarse a un pensamiento critico, que siempre encuentra elementos para realzar una posición de nivel, que lo hace diferente a la superficialidad que usa la mediocridad.
No es de revolucionarios usar los descalificativos, que se relacionen con el menosprecio a los valores humano que tienen derechos de igualdad; con la diferencia que hay capacidades que no han ejercitado la inteligencia y el entendimiento que por esfuerzo tiene que tener para su preparación.
Un mediocre no necesita mucho esfuerzo para descalificar, su naturaleza lo delata; Pero una persona pensante tiene que equilibrar la sinderecis para que su opion no maltrate la igualdad que dice defender.
No sé puede en igualdad de plenitud, competir con una limitación y si es mental la debilidad se muestra en quien pretende aprovecharse de su falsa superioridad.
En la guerra política los desleales usan armas desiguales; pero siempre lo hacen en contra del pensamiento profundo y del que por falta de preparación, tiene discapacidad y el abusador necesita alimentar con mentiras el engaño para imponer su falsa.
El desarrollo del pensamiento está destinado a través de la historia a encontrar los mejores caminos para imponer conocimiento y la misma naturaleza exige un esfuerzo para continuar desarrollando la especie sustentando la humanidad.
Los revolucionarios tienen que empezar a mostrarse ante los traidores de la patria y con la verdad como arma única de lucha, desmontar las mentiras que están zocabando los simientes de un mundo que está perdiendo hasta la capacidad de respirar con dignidad.
No se puede aceptar que los mediocres mal utilizando el poder, tengan patente de corzo para imponer la mediocridad, ante los pensadores que desgastan su vida metidos en libros que desarrollan un pensamiento, distinto al que pretende imponer la superficialidad: la lucha es por no dejar que penetren los espacios que están signado para los que sin descanso están conciente, que SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.