Los adecos se salieron
con la suya y desde ya le pusieron rúbrica a la fecha de sus primarias
para el carnaval de febrero 2012. Ramos Allup, romulero desde siempre
y con agallas inmensas para ponerle la mano al coroto, se dio cuenta
que el petimetre, como califica a Capriles Radonsky, ganaría las primarias
opositoras si se hicieran por estos días.
Y se dio cuenta también
el zamarro más adeco, que ese lechuguino como también lo bautiza,
no le gana a Chávez porque tiene el rabo de paja más grande que el
del Comenta Halley.
Y empezaron tempranito a conspirar adentro, los
adecos. A ratos la mesa des balanceaba. Saben los zorros del acta mata
votos que ellos en unos meses pueden cambiar la opinión de esa cuerda
de burguesitos, que en el este del área metropolitana de Caracas ponen
a ganar al figurín de Los Teques. Y Teodoro entonces, cogió una calentura,
porque es que se ha cansado de escribir desde su pasquín, que él quiere
elecciones ya.
Un poco como arrimándole la braza a la Parrilla lechuguina.
Porque tampoco Teodoro le perdona al primogénito romulero que lo haya
tratado de mal medico y peor curandero.
Nunca se había visto tantas
ganas de perder con Chávez. Por eso el pobre Ledesma desde hace rato
se dio cuenta que nada tiene que buscar en las primarias, menos en las
presidenciales y María Corina cede al parecer sus ambiciones y usa
sus fortalezas para emprender el apoyo a quien sea, desde la Casa Blanca
que habita el negrito Obama.
Así están las cosas en la mesa. Ramos
Allup cogió ventaja en su propuesta, recorrió el país buscando un
candidato de la social democracia, pero sin decir que él era el tipo.
Y el zangabino lo soltó ahoritica y va a medirse después y cuando
le dio la gana. Hasta los izquierdosos de la mesa lo apoyan y el saltarín
de Barquisimeto es uno de sus más fervientes apoyadores. Porque es
que los izquierdosos de la derecha dicen que apoyar a Radonsky seria
un descaro.
Y fíjense que al parecer el único que lo apoya es Puerta
Aponte, para honra de la vieja salsa, sorpresas que da la vida. Y se
preparan pues, en la mesa para las elecciones primarias abiertas de
2012. Toda una incertidumbre se cierne en el convite. Disyuntiva que
se proyectará a finales de ese mismo año.
Porque esas elecciones espernancadas
serán una edición desafinada de aquellas que Copey realizó a principio
de los noventa y que ganó Álvarez Paz para después recibir una zurra
electoral en las presidenciales que desinflaron la votación antes obtenida.
Por eso un pocotón de gente irá a los comicios opositores sólo con
el soberbio deseo de enviar, sea el adeco vejancón o el galanete
pies de barro, a la mas contundente derrota que oposición alguna en
Venezuela pudo haber obtenido.