Con la autoridad que me confiere opinar por ser médico y cirujano general como especialidad; especialidad, por cierto, que es la que se ha ocupado de tratar al ciudadano presidente en su enfermedad, es por lo que me atrevo a dirigir estas breves palabras.
Existe, en medicina, el llamado Código de Deontología Médica. Este código, obliga al médico ha estar casado con su paciente.
¿Por qué digo esto?
Porque se maneja el llamado "SECRETO MÉDICO".
El "secreto médico" es discrecional y lo es, porque nadie puede obligar a un médico a divulgar el diagnóstico de su paciente; incluso, el médico, sì así lo estima necesario, lo puede ocultar al propio paciente.
Pero aún así, si el médico quisiera hacerlo de manejo público, no lo puede hacer hasta tanto no lo informe a su paciente; pasando a ser el secreto médico ya compartido con el paciente y es este último, el paciente, quien a partir de ese momento decide sí lo hace de dominio público o no. Por eso, mí aseveración cuando digo que el médico está casado con su paciente.
Bajo la única circunstancia en la que un médico está obligado a divulgar el secreto, o parte médico, es cuando lo ordena un tribunal como parte de una evidencia en un juicio; más no, para satisfacer un morbo; sea este, bien, o mal sano.
Nuestra carta magna no contempla, en ninguno de sus artículos, que el Estado como tal, tenga el deber de informar sobre el diagnóstico del Presidente en ejercicio; sólo basta comunicar, como en efecto se ha hecho, que el Presidente está enfermo; que fue operado y espera recuperación. Lo demás, está, demás.
¡El que tenga oídos, que oiga!
(*)Dr. Médico
elieceralvarado@hotmail.com
