El
hombre ( y la mujer) pide para ser diferente a los otros, a las otras
y hasta llega a ser diferente, sólo que para ser diferente, no acude
precisamente a Dios, sino que va directamente a otros hombres, o para
ser menos genéricos, acude al partido...de turno ¡claro está!. El
hombre empieza a vivir vicariamente, alentado, sin darse cuenta, por
el sistema trágico coercitivo aristotélico. Asi el hombre y la mujer
aprendieron política dentro de la nada representativa democracia nuestra,
es decir aprendieron de manera magistral a “seguir la corriente”
De
hombre, igual a uno, igual al común de los hombres, y de las mujeres
se transforma copiosamente por obra y gracia del poder, mejor dicho,
del gobierno y se va haciendo diferente. Le toca “codearse” en otros
niveles, y ese codearse significa entender con vehemencia “que
los de adelante corren mucho y los de atrás se joderán”. Así
la artificialidad del ser, pasa a ser la mejor expresión de un tipo
de darwinismo social que excluye, excluye y excluye. Cabe preguntar,
a tono con el hilo de esta cháchara ¿Dónde están los que ayer
eran de una manera, pero que hoy son de otra?
Nos daría la razón el gran Luis Mariano Rivera, … incendiario
a los 18, bombero a los 40.
Este
transito, se ha dado desde hace mucho tiempo, pero hoy, ¡Ay hoy!, momentos
de revolución, se ha acentuado
más. Aquel hombre, líder adeco, líder copeyano,
dirigente sindical, profesional y técnico de la fracción tal se ha
vuelto escalador. De talanquera en talanquera, este camaleón político
le llegó la hora de vivir su descontento con su ombligo de oro. ¿De
que vale hoy seguir siendo adeco? Y el hombre, cambio de partido, porque
eso ha sido una de las mejores lecciones de la democracia venezolana:
que el hombre cambie de partido como cambia de ropa interior. Eso sí,
dejando buenas relaciones y mejores amigos en el partido (total, no
todos pueden irse, total, tienen que seguir existiendo adecos y copeyanos
como formula para mantener cierto equilibrio ecológico político).
Unos. para disimular la hipocresía han optado por llamar a esto, pluralismo,
¡vaya usted a saber!.
A
la revolución, le llegó una especie de “maldición de la malinche”,
acoge al extraño y despotrica del hermano. Aquí reposa una de las
bondades de la revolución sin revolucionarios, cual ha sido la de acoger
gentilmente esa especie de diáspora de la mierda, donde entran con
facilidad impresionante, en labores de asesores, consejeros y gerentes
expertos en no se que cosa, que hacen solo … nada, pero con impresionantes
emolumentos.
Y
todo es tan difícil, quizá por los poderes opacos de la revolución
que esta siendo a pesar de las muchas mascaras y disfraces, y qué aún
hace dudar en torno a si la revolución va por dentro o por fuera...
o simplemente no va. Lo cierto es que lo más granado, entre adecos
y copeyanos ya conforman una buena y nada escuálida cohorte para
una nueva promoción de caballos de troya, que sabrá Dios, si el día
CH, saldrán a defender el __________________ (este espacio puede corresponder
al proceso, al proyecto, a la revolución, según a usted le convenga).
Hoy,
ya las euforias, se han vuelto escuálidas. Los que cambiaron militancia
y solidaridad por cargos, ya empiezan a sentir “la insoportable levedad
del ser”. Sienten la inconformidad por el “ombligo de oro”, y
de seguro ya habrán tenido como huéspedes oníricos a una que otra
pesadilla: “...por fin una noche soñó que un
ángel se lo desenroscaba y lo dejaba encima de la mesa, tras lo cual
se esfumó”. Y es que hay demasiado miedo a esa pesadilla.
Si
fuesen realmente revolucionarios muchos que dicen estar con el comandante
- presidente, otro sería el estado “puro” de la conciencia colectiva.
De manera que difícilmente, pudieran ganar espacios las tentaciones.
Pero lo cierto es que no hay sacrificio, no se ha tomado el lugar social
del pueblo para las ejecutorias que vinculen los propósitos individuales
con los propósitos colectivos. Ello, porque el sacrificio ha sido vaciado
de su sentido, de dar más de nosotros, por los otros. Si no hay sacrificios,
fácilmente se descubre la hipótesis de que sólo se era revolucionario
de fachada, una especie de sepulcros blanqueados, claro que aquí no
hay que generalizar, aún teniendo la impresión que los revolucionarios
que están adentro...parece que están afuera, o no están, y viven
la alegría de la pesadilla “...al despertar por la mañana, comprobó
que el sueño había sido real: Allí
sobre la mesa, estaba el brillante ombligo de oro. Entusiasmado se levantó
de un salto... ¡y el culo se le desprendió
y cayo al suelo! Mientras tanto, las erres al cuadrado, las
líneas estratégicas, siguen siendo solo un rumor dentro del partido.
He aquí el dilema, elevamos la conciencia revolucionaria y entonces la praxis como mediación tendrá sentido como para decir vamos avanzando. De lo contrario, un peligroso socialismo vía blackberry puede estar enquistándose peligrosamente en niveles estratégicos (donde deben estar revolucionarios y revolucionarios de verdad, verdad) y puede pasar que Drácula, se convierta en el nuevo gerente del Banco de Sangre. (por recomendación del amigo o la amiga que es mas militonto que militante). Mientras tanto, la solidaridad y el sacrificio seguiran dejando abiertos muchos pies de páginas. ¡Muchos!.
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