Auditórium
Una revolución: ¿Barriobajera?
Edgar Perdomo Arzola
“Lo peor es educar por métodos basados en el temor, la fuerza, la autoridad, porque se destruye la sinceridad y la confianza, y sólo se consigue una falsa sumisión”
Albert Einstein…
El no ir a votar en el 2012, es un desprecio a las elecciones, y los socialistas no podemos despreciar las elecciones, pues eso es lo que quiere la extrema derecha fascista endógena y exógena, aquí lo que se trata, es de deslegitimar, y desacreditar a la mafia política que nos viene estafando un día SÍ, y el otro también.
Es la única opción ante la ausencia de una fuerte organización de izquierda, creíble, que demuestre que está del lado de los ciudadanos con hechos, y no actuando de manera gremial y sectaria, como algunos grupúsculos marginales, que se dedican a hacer procesiones “manifestaciones” , diseñadas por espiritistas, para seguir desmotivando, y ridiculizando las protestas sociales reivindicativas del pueblo venezolano .
Elige: “cunaguaro rojo o cunaguaro amarillo”, ¿Y por qué no elegir un cunaguaro amarillo con rojo y azul, y lo llamaremos Polo Patriótico?, también se puede elegir un cunaguaro blanco con pintas negras, o un cunaguaro negro con pintas blancas. El que más pronto te arañe, tus necesidades y calidad de vida.
Entre los grupos de izquierda que apoyan la revolución bolivariana el bochorno y la miseria política la llevan en la palma de la mano, en una pelea a muerte por los puestos de poder: nacionales, estadales y municipales, por el control de una supuesta revolución, donde predomina el yo, o el caos; muchos se sienten felices como cabezas de ratón, mientras la derecha reaccionaria corrupta se come el lomito, viéndolos echarse cuchillo. La ceguera no les permite ver ni entender que la reunificación, y el desarrollo de las izquierdas no puede transitar solamente por la vía del electoralismo burocrático, y tampoco en la encerrona de un radicalismo absurdo, sin tender puentes ni planificar ninguna actividad abierta con otras organizaciones, o personas que en muchas ocasiones actúan en forma independiente, mientras muchos militantes se quedan en sus casas, asqueadas por las peleas barriobajeras.
El pueblo venezolano se merece un mayor respeto, -ya que no es ganado-, para que unas pandillas políticas comercialicen con ellos, esa es una de las razones que ha llevado a muchos militantes a la desmovilización, y a desentenderse, al sentirse desprotegidos, muchos por temor a las represalias, pues la división de la izquierda revolucionaria ha dejado de inspirar confianza, lo que le deja el camino libre a la derecha opositora para vender su pescado podrido.
Vivimos en unos momentos críticos donde el gran capital inflacionario descarga sobre el pueblo todo el peso de la corrupción, y el abuso de poder de cierta ‘elite’, y el costo de la crisis económica que ellos han creado. A todo esto no es ajena la actuación que han tenido, a medias tintas, los dirigentes sindicales de la revolución, que no han actuado con energía, y decisión contra las nacionalizaciones (muchas a ¼ de maquina, y otras quebradas) de las empresas privadas, y en la destrucción paulatina del tejido agrario y social.
Se trata es de apartar del poder, un sistema de gobierno políticamente burocrático y corrupto, empezando por los “rojitos de color en interiores y pantaletas” en la transición hacia el socialismo del siglo XXI. Otra es la encuestadora de Jesse Chacon, que no quieren entender, y medir, lo que realmente dicen en la calle, sobre el abuso de poder de ciertas ‘elites’, nadie quiere denunciar a las mafias políticas, organizar, y convocar a manifestarse contra el alto costo de la vida, y los recortes sociales al sistema de salud. Pues es en las movilizaciones. Es en las luchas sociales donde se le toca el futuro a la juventud NI-NI, que aspira un buen futuro, y al pueblo venezolano en general castigados por la crisis.
Nos encontramos por un lado, con un Gobierno/PSUV, que en su momento pudo haber cogido el toro económico por los cuernos y no solo no lo hizo, sino que ahora arremete con medidas ultra liberales, en contra de una ciudadanía ya destrozada por la crisis.
Y, por el otro, con el inminente ascenso al Gobierno de más gente sectaria y excluyente, a base de construir cada palmo de tierra que se descubra sin cemento, y bajo la egida de una especulación desmadrada de la que todos sacan la mejor tajada.
No es el sistema capitalista el que está en crisis, pues hoy están ganando más dinero que nunca, veamos: LA BANCA, Y la industria privada etc. etc. Son las organizaciones de la izquierda las que están en crisis, porque no quieren romper con este estado de corrupción, tele-basura y guachafita. (Esta revolución parece de pandereta y sacristía), algunos patalean como lloronas limosneando, para que les dejen convivir dentro del festín.
¿Entonces para qué seguir este apostolado revolucionario, ya que a nadie le importa un rábano la situación económica y social, de Venezuela actualmente?
Percasita11@yahoo.es