Nos preguntamos si utilizamos con ligereza el vocablo “derechas” en nuestras diferencias con ese mundo anquilosado, soberbio y contra-nacionalista que, día a día, vamos conociendo en profundidad, particularmente, en estos últimos meses cuando las realidades en “pleno desarrollo” en Libia, Siria, Londres, Madrid, París, Santiago de Chile, entre otras realidades, nos van mostrando sin máscaras los comportamientos de esas derechas cuando sienten que sus poderes están en cuestionamiento; aún así, no estamos totalmente conformes con dichas realidades objetivas porque ¿qué significa ser de derechas y cuáles son los actuales objetivos que vienen galopando con máxima energía en su etapa final que consideramos comenzó con el gobierno de Ronald Reagan?
La Historia nos va mostrando como han venido evolucionando las sociedades y el ser social cuando la Ciencia y la Tecnología van impactando las realidades de los intercambios comerciales; cuando las filosofías, paulatinamente, van penetrando aquellos mundos como son las inquietudes humanas como, por mención, serían la Creación y el creado en su realidad como ser social; cuando el poder busca ser perenne, permanente, incuestionable por encima de las objetividades en desarrollos perfectibles históricos de cambios socio-económicos en permanente evolución natural hacia los equilibrios obligados en moral y ética en conjunción social desde lo antropológico hasta lo socio-cultural pasando por lo socio-económico; cuando el mundo observó como las columnas de Gibraltar fueron derrumbadas por vikingos, Marco Polo y Cristóbal Colón, Magallanes, las misiones navales chinas durante la dinastía Ming hacia las Áfricas orientales, con aquellos contactos socio-culturales en China con las migraciones provenientes del cercano Occidente ocurridos durante la dinastía Tang. Son realidades objetivas e inviolables.
La Historia nos muestra los hechos históricos en su propio desarrollo en contradicciones durante el desarrollo natural de la evolución de las sociedades sean cualesquiera las regiones geográficas en la cual avoquemos nuestros estudios. En el marco de esas lecturas, por simple lectura lógico-lineal, podemos conocer que cuando la Ciencia y la Tecnología han ejercido sus efectos en positivo en lo que hemos denominado “progreso”, en una sociedad determinada, se evidencia la preeminencia de un sector de la sociedad en estudio cuando es la que impulsa un conjunto de cambios, hay que decirlo, en su propio beneficio socio-económico; es decir, las burguesías incipientes que emergieron con el “burgo” desarrollaron, paulatinamente, en tiempos históricos determinados, espacios de poder in crescendo que se expresaron en contradicción con el Poder representado en las “testas coronadas” –nos referimos concretamente a los espacios europeos-. En el caso de China, por ejemplo, los desarrollos referidos se manifestaron radicalmente diferentes a las teorías políticas de la visión academicista en lo occidental.
Ahora bien, esa evolución no se expresó pacíficamente, en contrario, la Historia nos va trasladando hacia diferentes realidades que nos permiten comprender esa inevitable evolución en perfectibilidad del ser social; mencionemos algunos hechos históricos como simple referencia. Las Cruzadas, una modalidad medieval de la tesis de Samuel Huntington para la Edad Media; el efecto de las persecuciones ejercidas por la Inquisición hacia sociedades judías sefarditas por razones tanto de orden religioso-ideológico como económico-cultural; las decisiones obligadas para la consolidación del poder del rey de Francia, San Luis IX, persiguiendo a los cátaros y templarios con la venia de Benedicto XII; la Ilustración como respuesta de la burguesía ante poderes no terrenales; la Encíclica Rerum Novarum como respuesta de la cristiandad vaticana frente a las expresiones de protesta socio-económicas del movimiento obrero europeo durante el siglo XIX y en contra del auge del socialismo europeo sustentado en diferentes tesis incluyendo las propuestas por Carlos Marx y Federico Engels.
Como el tema es sobre las “derechas”, nos permitiremos mencionar algunos escritores, pensadores e intelectuales y algunos políticos de los pensamientos y praxis cuyas tesis están sustentadas en la lógica formal que practican, necesariamente, las derechas mundiales: el ruso-británico, Isaac Berlin, Karl Popper, Ralf Dahrendorf, Raymond Aron, Friedrich von Hayek. Los políticos actuales que podemos mencionar serían Barack Obama, Juan Manuel Santos, David Cameron, Angela Merkel, Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Sebastián Piñera; en el patio casero, Juan Carlos Caldera, Ramón Guillermo Aveledo, María Corina Machado, Julio Borges, Leopoldo López, Henrique Capriles Radonski. Como se puede observar no hemos mencionado a José María Aznar y a Álvaro Uribe Vélez quienes junto a George W. Bush nos permitimos ubicarlos en las tesis de la profesora Simona Forti sustentadas en su libro: “El totalitarismo: una trayectoria de una idea límite”. (Herder, España, 2008, pp. 190).
En el título de estas palabras precisamos dos sub-conjuntos del conjunto de las derechas mundiales: las criollas y las musiú. Nos permitimos apuntar que hemos denominado a las derechas musiú a aquellas que dirigen los caminos por donde, actualmente, deben caminar las derechas mundiales como todo un conjunto incluyendo las propias nacionales; por ejemplo, nada extraño resulta como en el “caso Libia”, las derechas han ejercido una división del trabajo designando responsabilidades específicas para cada uno de los actores involucrados. Nos explicamos. Las derechas como un todo ejecutaron sus políticas gracias a su aparato militar denominado la OTAN. En esa misma línea, la supuesta “unidad Atlántica”, aquella política impuesta desde el Plan Marshall, volvió a precisar y ejercer sus funciones geopolíticas donde Washington está entregando todo el parque militar necesario para el escenario de guerra en Libia mientras que la Comunidad Europea viene realizando todos los avances militares obligantes para este caso concreto. En el “caso Libia” no se expresó una derecha interna libia sino que el componente social que se ha enfrentado a Mohammar Qaddafi lo podríamos comparar con aquellos históricos cruzados medievales; esta variable resulta de alta importancia y prioridad al estudiar ese escenario geopolítico aún en desarrollo. Al tiempo, en la división política necesaria de coordinación, el dirigente político de las derechas mundiales, vocero obligado, es el Presidente Nicolás Sarkozy como en aquella función histórica que ejerciera el rey Luis arriba mencionado cuando persiguió a los infieles.
Cuando nos referimos al sub-conjunto de las derechas criollas, nos debemos ubicar, con las precisiones necesarias, en el caso de las derechas en Venezuela aún y cuando las matrices de opinión, las variables ejercidas y los paradigmas obligados sean iguales y/o parecidos para el resto de las derechas al sur del río Bravo. En las derechas criollas, en sus mentalidades, están impresos los beneficios que obtuvieron durante la 4ta República con la distribución chucuta pero en su favor de las rentas nacionales como un todo pero con la muy particular realidad del beneficio fáctico de la renta petrolera que siempre ha sido de dimensiones, considerablemente, sustancioso. Aquella distribución les permitió a nuestras derechas criollas la de disfrutar en su máxima expresión del consumismo alienante, los paradigmas ideológicos mayameros impuestos por la dependencia sicológica proveniente de Washington; como, claramente, precisaría, en una clase magistral, don Germán Carrera Damas, cuando expresó que nuestras derechas en sus aspiraciones como clase social dirigente socio-política no mentalizaban a disfrutar de las decadencias burguesas que ofrecía la Suiza en los centros de ski cuando los tiempos invernales.
Ello es un hándicap sicológico, evidentemente; es decir, las derechas criollas, visto lo propuesto, tienen dos objetivos concretos: alcanzar Miraflores como centro de Poder; y, desmontar las políticas sociales de la Revolución Bolivariana e instaurar y desarrollar las nuevas políticas socio-económicas que viene impulsando la actual reingeniería del sistema capitalista según las directrices de los centros de poder: Washington y Berlín. Pero ¿cómo lograrlo?
Las derechas criollas y las musiú están clarísimas como lo hemos conocido con el “caso Libia”. Pero ¿cómo trasladar aquel escenario a nuestras realidades concretas? Podemos leer, cotidianamente, como los medios impresos van construyendo matrices de opinión hacia convertir nuestras realidades en un imaginario de estado fallido tanto hacia el frente interno como siguiendo directrices desde las derechas musiú. Pero la creación del estado fallido no implica el desplazamiento de la Revolución Bolivariana y su sustitución por las derechas criollas porque no solo la sociedad se ha desarrollado en el conocimiento y discusión de la política nacional sino por los propios beneficios de las políticas sociales impulsadas por Chávez Frías como líder de la Revolución; por tanto, al tiempo que esas derechas necesariamente necesitan desarrollar el estado fallido es de su obligación ir desarrollando la teoría del caos porque, a diferencia del “caso Libia”, no se vislumbra en un posible escenario de caos profundo la presencia de “cruzados” como en el “caso Libia”. Es evidente que se pudieran presentar otros escenarios de “guerra de mediana intensidad”.
Lo dejamos hasta esta inconclusa idea que desarrollaremos a posteriori.
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