Cuando observamos la
variante física de los candidatos opositores en su difícil tarea,
imposible, diría, de sustituir a Chávez -porque la mental es la misma
en todos- del mazacote que es la MUD, no nos queda más que imaginar
la unificación que ellos desearían en un solo personaje.
Personaje que obligatoriamente
tiene que ser una caricatura, porque, simplemente, es la suma de muchas
caricaturas ambulantes. ¡Ridículas caricaturas, claro!
Fíjate, camarada, cuando
no tengas mucho qué hacer, estés un poco fastidiado y, sobretodo,
obstinado de tanta estupidez mediática por esos candidatos y sus entrevistadores,
busca papel y lápiz -pero no el papel de apátridas que hacen los escuálidos,
ni el “lapi” como el huido a Perú por choro- y empieza a visualizar
la figura que, por monstruosa, pecho de paloma, debe ser la de Pablo
Pérez.
Si le queremos dar un
toque de feminidad podemos bosquejar una figura regordeta, algo “sosa”
Se complica la delineación
de la cabeza, aunque puede ser una mezcla de la del masamorro Pérez
Vivas (y siguen los Pérez del estilo CAP), o la etílicamente hinchada
de Álvarez Parr, pero con la calva y pelos laterales canosos de Ledezma,
que lo hacen muy a lo drácula de tanto chupar sangre del pueblo.
También, aumentando
la comicidad por la escala, puedes dibujarla con el cabezón de Velásquez.
Sin cachos ni plumas. O la llena de hidalguía y brillantez de Pablo
el segundo, el de Medina.
Las mejillas hundidas
de Carriles Ratonsky que parece como que siempre está chupando algo.
Aparte del erario de la gobernación, claro. Y con una papita en la
punta de la boca.
¿Vas bosquejando al
monstruo? Bien. Siguiendo con el dibujo preliminar, sobre la cabeza
calva le sueltas un mechón aislado, solitario, tipo Teochoro. Dale
un colorcito rojizo.
Y vienen los ojos. Como
los ojos son la expresión del alma te invito a probar desde los chiquitos
de masamorro -no ponerle, aunque provoque, el chiquito en los ojos-
y sus anteojitos, hasta los característicos de la generación primero-justiciera
concentrados de la mirada de locura de Leopoldito.
Por cierto, no dejes
de colocarle las cejotas de Borges, eso sí, sin afeitarle los pelos
del entrecejo, como él hace. De corrido, pues. Un solo rayón negro
de cómicas gallegueanas, de los de Galicia.
Aquí entra una
variante complementaria para darle más falsedad a la caricatura, cejas
blancas y pelo muy canoso para el último dinosaurio de la postura majestuosa,
incólume, de ese lote. Lamentablemente es tocayo mío, qué le vamos
a hacer.
La nariz puede ser la
de cualquiera, queda a tu gusto, o puedes hacer un par de variantes.
En cualquier caso serán cómicas, igual.
La boca, ah, la boca.
Ya sé que estás imaginando la propia. Claro, la bocota de MariCori,
que es físicamente la sumatoria de las “bocotas” de los pseudo
líderes escuálidos, pero bocotas por lo que espetan. Mira, si hubiese
un medidor de aliento a distancia indicaría que es de pura m… mala
intención.
A mi se me empaña el
televisor cada vez que capto sus imbecilidades. Aunque cuando habla
Alvarez Parr… es otra cosa.
Sobre esa bocota anchota
no queda nada mejor que el bigote pre-leporino de Teochoro Pecó. Pecó
de traidor, de falso. Recuerda, camarada, rojito ladrillo con chispas
canosas con las que, según él dice, todos le calculan 60. 60 de “enga-años”
políticos, desde chiquitico. Es más, seguro que desde que estaba en
los testículos de su padre.
Ves, ya va saliendo el
monstruico. Feo el carajo, ¿no?
Por supuesto, propongo
ponerle la chillona voz de la manipulación de Ramos Allup. ¡Qué
tal! Muy dulcita ella, la voz.
Viene la barbilla, pero
pa´no enredarnos mucho podemos escoger taparla con el coquetón candadillo
de Montilla o el cubre papada de Ramón Guillermo Aveledo, blanco radiante.
Camaradas, caricaturistas
todos, hay una variante en la cabeza, que la ridiculizaría por demás,
la podríamos concentrar en un solo rostro, si se lanza: la prensada
por tanta cirugía de Dieguito Arrita, al extremo que hasta la boca
le quedó chupada.
Bueno, pero sigamos con
la más compleja que arrancamos y más estúpida por su integralidad.
Ya está configurada la cabeza sobre el cuerpo de pechoe´paloma.
Las canillas, con sus
rodillitas, que terminen en unos zapatos puntiagudos para valientemente
patear a Iris Varela o a cualquier otra mujer, siempre y cuando tengan
inmunidad “patearia”, perdón parlamentaria.
Camarada caricaturista,
tu, yo, mientras completamos lo visible ve pensando en el algo que pueda
representar el cerebro, y el alma, ejemm…
¿Los brazos?, ¿las
manos? Claro que no se me olvidaban. Pero, de pana, no hay nada que
venga mejor, que sea más representativo, que colocarles varios tentáculos
con anchas ventosas. Ventosas acostumbradas y/o ansiosas de chupar para
obtener: billetes, privilegios, trajines, negociados, influencias.
Uno de ellos con un bolígrafo
listo para escribir solicitudes apátridas a USA, al Congreso o a su
gobierno, bien de dólares mezquinos o de apoyos incondicionales, y
de hacernos ver como terroristas y narcotraficantes para vendernos a
una invasión.
Un tentáculo deberá
estar cubriendo la parte asexuada del monstruico.
¿El rabo? Verdad que
no había pensado en ello, camarada. Pero podemos ponerle uno que llevará
permanentemente entre las piernitas, en las canillas con las rodillitas,
¿recuerdas?, en señal perruna de sumisión imperial.
Había dejado par último
el corazón porque no se ve, o no se debe ver, pero la avaricia y la
maldad no le permiten que se quede adentro, sale como el de E.T. (extraterrestre)
que le brillaba. El de este monstruico vendido tiene los colores de
la bandera estadounidense.
Hermoso con sus rallas
y sus estrellas, ¿verdad escuálidos? Y con su olor a fritangas macdonals.
Corazón de lechuga y papitas fritas. ¿Ah?
Se acuerdan que les pedí
fuesen pensando en el Cerebro y en el alma. El cerebro muy pequeño,
tan pequeño que queda con holgura, mucha, en cualquiera de las distintas
opciones cabezonas que propuse y sólo para maquinaciones perversas.
Jodido en los pensamientos que son los que mueven los tentáculos y
sus hambrientas ventosas.
¿El alma? Te pregunto,
camarada, ¿puede tener una verdadera alma este menjurje? Un alma que
quiera a los pobres, a los desposeídos, a los que ellos, y sus antecesores,
llevaron a las miserias, a las desgracias.
Por el contrario, dejen
a ese monstruico desalmado. Pero no se preocupen el alma la ponemos
nosotros en lo que revolucionariamente hacemos, cuando lo hacemos, especialmente
los que tienen que hacerlo desde sus funciones de gobierno.
El alma buena la pone
Chávez en todo lo que hace.
Además, lo más importante,
no lo olviden, dibújenle las cuerdas que sujetan al monstruico títere
manejado desde USA, por Obama en este caso, y a mucha honra como dicen
los de espíritu mayamero.
Para darle perspectiva
o 3D, colóquenle de fondo un halo. Un halo gris perverso, de maldad.
Aquí entre nos,
camaradas, ¡vaya monstruico ése! Hay que darle hasta con el tobo,
como se dice en el argot pugilístico.
Última hora, pin, pin, pueden cambiarle el cuerpo por el de un “pollo” valenciano con colita y todo.
edopasev@hotmail.com