Las tendencias políticas se conocen por sus utopías. Las del saco de gatos de la oposición son como las del Mundo Bizarro de Superman. En inglés la palabra bizarre significa 'extraño, inusual, ridículo' en tanto que en español bizarro es 'valiente, generoso, lucido, espléndido'. Pero retengamos el sentido inglés para este artículo.
Una de las pocas convenciones unánimes venezolanas concluía que Conferry era un asco. Imposible saber cuántas personas fueron mortificadas por Conferry, con su sobreventa de boletos, instalaciones infames, retardos exasperantes bajo el sol y el calor. En ese Mundo Bizarro, todo era al revés, pésima atención, irresponsabilidad, repugnancia. Ni sus dueños defendían esa cosa.
Pero apenas el presidente Chávez anunció la nacionalización de Conferry, se destaponó la oposición en una sola voz a añorar los tiempos idílicos de cuando era feliz y no lo sabía.
Para la oposición la utopía está en su pasado de torturas, persecución, desaparecidos, lanzamiento de helicópteros, corrupción, entreguismo. O en un futuro de invasión yanqui, con destrucción de infraestructura, evaporación de Miranda en la Carraca, del Salón Elíptico, del Puente sobre el Lago, de la Ciudad Universitaria, porque a eso vendrían las tropas comandadas por el Nobel de la Paz Obama, sembrando miseria y tragedia por doquier, mira a Afganistán, Irak, Paquistán, Libia, para no hablar de cómo han impuesto un Mundo Bizarro en Colombia, en México.
A eso conduce el capitalismo en su fase neoliberal. Mira las películas de horror que producen (ver «Qué feo», en http://j.mp/nSumlW).
Y al mismo tiempo consideran infernal que haya medicina gratuita y de alta tecnología, casas bien equipadas, teleféricos para los cerros, conciertos en las calles, policía decente, un Conferry aseado, eficiente y placentero. Quieren vivir en el Mundo Bizarro, por eso celebran las fotos horripilantes y ofensivas que su prensa publica.
Un nazi preguntó, al ver el cuadro Guernica, de Picasso: «¿Quién hizo esto tan feo?». «Ustedes», le replicó Picasso. Finalmente uso para describir a estos monstruos las palabras de Federico García Lorca, a quien ellos mataron porque no soportaban tanta belleza: «Tienen, por eso no lloran,/de plomo las calaveras» (http://j.mp/nEsCvS).
