Pedro León Zapata, gran artista plástico y opositor radical al actual Gobierno con quien mantuve grata amistad en el pasado y compartí luchas comunes, las cuales reivindico más allá de las actuales diferencias- publicó en El Nacional del pasado 24 de septiembre una caricatura con la siguiente leyenda: "En Chile dan lecciones a los estudiantes venezolanos". Esta afirmación se puede interpretar de varias maneras, pero lo que importa de ella -y es lo que me induce a comentarla- es que permite abordar dos realidades políticas, económicas, sociales e institucionales diferentes, la chilena y la venezolana, que hoy resumen lo que sucede en la región. El tema da para muchas consideraciones y es imposible desarrollarlas en el limitado espacio de esta columna. Pero no quiero dejar pasar la oportunidad que brinda Zapata para puntualizar lo siguiente:

A) Sobre el emplazamiento, implícito en la citada caricatura, "a los estudiantes venezolanos". Aquí procede una precisión: ¿a cuáles estudiantes? Presumo que a los de oposición, a los que por cierto manifestaron hace algún tiempo por causas absolutamente distintas a las que hoy motivan al estudiantado chileno. Las banderas de unos y de otros no tienen parecido alguno. Están en extremos políticos e ideológicos. Unos representan el pensamiento conservador, de derecha, mientras que otros expresan una posición avanzada, claramente de izquierda.

B) Los estudiantes chilenos se pronuncian, en primer término, acerca de las características de la educación de ese país, que no es otra que el modelo impuesto por Pinochet: una educación costosísima -la más cara del mundo, según estudios realizados por organismos competentes-, excluyente, de baja calidad, prácticamente, privatizada. Además manifiestan en torno otros tópicos. Ejemplo, el proyecto desarrollista de las hidroeléctricas en la Patagonia, depredador del ambiente, que levanta la protesta generalizada de la población, y contra toda la estructura autoritaria que legó la dictadura, prácticamente intacta. ¿Qué relación puede existir entre esos temas que movilizan, no solo a los estudiantes chilenos sino también a amplios sectores de la vida nacional, y las consignas reaccionarias, espasmódicas, sin capacidad movilizadora, enarboladas por un sector del estudiantado venezolano? Ninguna. Y digo un sector porque otro sector de la juventud, el socialista, asume los mismos planteamientos de los jóvenes que en Chile repletan las calles con alegría y coraje y son reprimidos con la saña propia una fuerza pública especializada en reaccionar contra el movimiento popular.

C) La conclusión es que el amigo Zapata está dirigiendo su llamado -implícito en la caricatura-, a los jóvenes de oposición que durante algún tiempo manifestaron, incluso con violencia, y con objetivos y consignas distintos a los de los chilenos. La lección a que alude el caricaturista es, sin duda, para ellos, que dejaron de hacerlo, que desaparecieron de la calle y quedaron atrapados en el trapicheo de la politiquería. La causa que proclamaban no les dio para más. En cambio, la juventud socialista, chavista, no necesita la lección porque es la misma línea en materia educativa, y en general en la política, que no es otra que las de "las grandes alamedas" abiertas al hombre libre de las que hablará en su emblemático mensaje Allende antes de morir en La Moneda, que ahora vuelve convertido en millones. Hay que agradecerle a Zapata la oportunidad que permite aclarar lo de las lecciones. Quienes las dan y quienes las reciben.

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Las elecciones primarias argentinas desnudaron la dramática situación de una oposición desvinculada de la realidad. Sirvieron para poner de manifiesto el respaldo popular de la actual mandataria, Cristina Fernández -y del proyecto kirchnerista-, quien logró 51% de los votos, mientras opositores como Duhalde, Alfonsín, Binner obtuvieron 12% cada uno. Una reciente encuesta sobre la presidencial del próximo 23 de octubre, le da a Cristina Fernández, en la compleja provincia de Buenos Aires, 61%, y de segundo el candidato Hermes Binner con 15%, lo que significa que no habrá segunda vuelta y la Presidenta se impondrá con holgada mayoría…

Analistas argentinos consideran que las primarias sirvieron para despejar las incógnitas sobre las presidenciales de este mes, y que acabaron con las expectativas opositoras de derrotar a la actual Presidenta en segunda vuelta, con base en pronósticos difundidos por la oposición y los medios. ¿Resultaron las primarias una trampa? Aparentemente sí, porque develaron con anticipación algo que iba a suceder, y exhibió la escuálida situación de la oposición…

¿Qué lectura tienen las primarias de la oposición del 12-F-12? ¿Se pasea su liderazgo por una escasa participación en un evento que organizará el CNE y que cuestionan algunos? ¿Qué efectos tendían unos magros resultados de los candidatos? ¿Hay un trabajo organizativo que garantice el éxito? Informaciones que circulan, incluso de gente de la oposición, indican que no y que comienza a esparcirse la duda…

Frente a una candidatura de Chávez en ascenso que, incluso, en encuestadoras hostiles aparece creciendo de julio a septiembre 8 puntos, pasando en ese lapso del 49% al 57% -mientras que su más cercano seguidor de oposición tiene 35%- las primarias son algo más que una definición interna: se pueden convertir en un indicador de lo que ocurra en las nacionales de 07/10/2012…

La única encuestadora que dice que Chávez retrocede es la de Keller, la cual nunca pega una. Sus patrocinantes pierden los reales…

Hasta lo expulsaron del partido y ahora lo lloran. De quienes lo combatimos, paz a sus restos.

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LAS CANAS Y LA PRESIDENCIA

Por si fueran pocos los problemas de la oposición, las divergencias en la MUD, las contradicciones debido a los heterogéneos factores que la integran, ahora asoma la nariz un dato que se mantenía en la penumbra del debate que, sin duda, tiene importancia: la edad de los candidatos. Lo acaba de poner sobre el tapete, sin ambigüedad, el precandidato Eduardo Fernández. En una entrevista al diario Ciudad CCS de ese hábil periodista que es Clodosvaldo Hernández -especialista en sacarle sin anestesia al entrevistado la noticia-, el Tigre soltó esta perla: "A un presidente joven le costaría comandar a la actual Fuerza Armada". Algunos tomarán como despectiva esta afirmación hacia los algunos precandidatos opositores y prejuiciada sobre los militares. Fernández lo dice por convicción y lo razona así: "…el presidente (el que suceda a Chávez) será comandante en jefe de la Fuerza Armada que tiene 13 años conducida por un militar y que debe adaptarse a un dirigente civil. Si se lo pones demasiado joven le va a costar trabajo asumir plenamente esa responsabilidad. Es mejor que sea alguien con ascendiente, visto con respeto por la Fuerza Armada". La intención es clara: la edad influye para contar o no con el respeto de la Fanb y también para otros asuntos. De ahí esta frase suya: "La presidencia requiere canas". Un dardo envenenado que tiene destinatarios: candidatos sin canas como Capriles Radonski, Pablo Pérez, Leopoldo López, ¿y María Corina? Introducir el factor biológico en la disputa candidatural opositora revela la manera cómo se bate el cobre en ese mundo.