“Somos la vida y la alegría en constante
lucha contra la tristeza y la muerte”
Argimiro Gabaldon (Chimiro)
Los esfuerzos del camarada presidente Chávez no han dejado de tener sentido, sobretodo hoy que son es tiempo de definiciones. No debe haber coartada alguna para que revolucionarios de nuevo cuño sigan surgiendo por aquello que nos revelaba el libro de Biología sobre la generación espontanea. Es como si surgieran de una franela vieja, sudada, así decía el viejo libro...de ella nacían ratones. Yo no voy a cuestionar teorías. Mucho menos puedo jugar a ser un erudito en revoluciones, y mucho menos en biología, pero lo cierto es,… que están surgiendo ratones, a la velocidad del rayo. Otra, de calibre mas alto fu{e hace alrededor de cinco años la palabra del flaco comandante guerrillero Francisco Pradas “...las revoluciones no se permiten...y esta es una revolución permitida”. ¡Pues que se anime la discusión!. Lo
cierto es que los errores se están multiplicando más rápido
que los panes. Esta es una de las tantas razones como para preocuparse.
¿Qué hacer?...vuelve la vieja interrogante de Wladimir Ulianov en
momentos que el nuevo (y falso) activismo revolucionario sigue momificándose
o llenando trincheras de cuanto bicho piensa el proceso como una oferta
económica atrayente, como un contrato atractivo.
Francisco
Pradas Barazarte, sospecha de esas revoluciones de boina nada más.
Nadie, ni siquiera por el apasionamiento freudiano, puede acusar a este
viejo comandante guerrillero como un contra – revolucionario, como
ha sido la moda de algunos revolucionarios light, que lamentablemente
están dentro del proceso, ”revolucionarios permitidos” ,
que no revolución permitida –prefiero pensarlo así, a diferencia
de Pradas. Simplemente la sospecha de Pradas es la sospecha de muchos,
y es que no se puede creer sin ton ni son de una revolución que es
permitida: tiene el visto bueno del “gran demócrata”
Barak Obama, pero solo en el plano formal. Ya sabemos de los planes
que hay contra el país y que dejan feo a manipulado presidente de los
EEUU, quien anda por muchos los países remendando democracias
y elecciones, aunque en el suyo sigan sin encontrar el dedal y todo
a costa de la “orden” que se le programe.
No
se, pero creo que Malraux, tiene que prolongar su visión sobre la
“época del desprecio”, pues el siglo ha terminado, lo que no
lo ha hecho es el desprecio. Malraux, sostenía que con este siglo terminaba
la época del desprecio. Más lacerante son las palabras de Adorno al
parafrasear a Bertol Brecht cuando sostiene “que el palacio de
la cultura y civilización occidental es construido con mierda”, (
build out of dogshit). Con solo estas dos visiones se podría invocar
a una reflexión colectiva sobre la revolución que se discursea y (no)
se construye y la revolución que se construye, pese a todo, pese
a todo. Es en este contexto que el camarada presidente invita
a la conformación del gran polo patriótico. Nace naciendo y no por
generación espontanea.
Y
es que quizás, por aquello del build aut of dogshit adorniano,
se siente que están pasando las mismas cosas que siempre han pasado.
Esta dialéctica misteriosa se repite y hasta le hace posta a la dominación.
León Felipe, al igual que el maestro Freire, ACOSTUMBRADOS
A LEER AL MUNDO pueden dar lectura a esta revolución y se desencantarían,
no por la revolución como tal, pero si por algunos que dentro
de ella apuestan a su derrota. Por ejemplo León Felipe pudiera decirnos
desde su palabra. “Quien lee diez siglos en la historia / y no
la cierra / al ver las mismas cosas siempre / con distinta fecha
/ los mismos hombres / las mismas guerras / los
mismos tiranos / las mismas cadenas / los mismos esclavos / las mismas
protestas / los mismos farsantes / las mismas sectas / y los mismos
/ los mismos poetas / que pena / que pena que sea así
todo siempre / ¡siempre de la misma manera! /.
Demos lectura nosotros a esta realidad, no para el desencanto,
ni para el repliegue, pero tampoco para llenar las trincheras de vanguardia
con cuanto bicho concibe al proceso en lo constante y sonante, nada
más. Eso no es bueno, porque estaríamos poniéndole al lado de nuestros
hijos mas nobles que como hombre y mujeres apuestan a la
vida, a quienes en cualquier momento pueden venderlos, solo
por una cuota de Bolívar. No puede permitírseles a muchos infiltrados
“bolivaristas”, no bolivarianos, ávidos del erario público que
ganen un espacio más en un proceso que le pertenece al pueblo, pero
que reclama la participación revolucionaria para su desletrinización
definitiva.
Quien
se lleva el proceso por los caminos del diablo, lo hace consciente de
la necesidad de este país nuestro para los intereses macro – planetarios
de dominación. Estos aúpan con su práctica la entrega, el servilismo
y la genuflexión. Y es que acaso no hay ejemplos muchos para hacernos
recordar, aquel personaje del que Antony de Mello hablaba sobre
los activistas sociales que
buscan la reforma, no la revolución y narraba
“Erase una vez un rey muy sabio y bondadoso que, al enterarse de que
había una serie de personas inocentes en las mazmorras de su prisión,
mandó construir otra prisión más confortable para aquellos inocentes”.
Tenemos que aclara hasta aquí, dos cosas puntuales, una, la primera
tiene que ver con eso de la revolución permitida, en mi parecer
lo único permitido aquí son aquellos revolucionarios de otoño
que restan y dividen, mientras un pueblo y un continente larguirucho
y noble quiere sumar y multiplicar. Lo otro, tiene que ver con la necesaria
revisión de hombres y mujeres (no de nombres) a todos los niveles y
que con su practica reproducen la democracia que no debe volver
y que peligrosamente creen en el socialismo solo como sobrenombre de
la misma democracia de siempre.
No
hay tiempo para recular, sólo la organización popular puede salvar
caminos, en función de un pensamiento alternativo y de nuevos esquemas
de movilización verdaderamente revolucionarios, que no salvacionistas.
Solo la participación activa puede movilizar en la integración orgánica
con la comunidad en la co – creatividad y la corresponsabilidad. Solo
la conciencia colectiva se hace inversamente proporcional a el desencanto
cuando la participación activa de las comunidades organizadas en torno
al poder de convivencia y de solidaridad orgánica descansan sobre su
protagonismo en las dimensiones de un nuevo saber, hacer, tener y poder.
Entonces, porqué mantenerse al margen hasta que llegue una fórmula
mágica – electoral. Porque no organizarse y organizar en función
de lo que el maestro Nazoa llamará los “poderes creadores del
pueblo”. No vaya a ser que por arroparnos en la desesperanza,
después tengamos que decir con Vallejo: “...¡Sí
después de las alas de los pájaros / no sobrevive el pájaro parado!
/ ¡Más valdría en verdad / que se
lo coman todo y acabemos /”. ¿Se lo dejamos todo a los
nuevos propietarios de Bolívar?
La
respuesta es la práctica...y esta es la búsqueda por lograr definitivamente
el encuentro de los simones
en el campo de los hechos.
Animar
la discusión en torno al proceso que se desarrolla es darle orientación
y sentido a nuestros pasos. Desde allí, puede animarse, hasta crecer
en espiral una nueva campaña admirable
donde asimilemos las lecciones de los hombres y mujeres que lo han dado
todo por nada. ¡al carajo los cargos! Y al carajo, también los mujiquitas
de boina puestos en ellos “a fuerza de tarjeticas” y
“padrinos”. Digamos con Martí:
“no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa
cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho
de la luz, o la tunden y talen las tempestades;
¡los arboles se han de poner en fila, para que no pase el gigantes
de las siete leguas. Es la hora del recuento y de la marcha unida, y
hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los
Andes”
Es con el Gran Polo Patriótico que se abre la posibilidad, mas alla de lo electoral, de vencer al partido - voto, entendiendo el movimiento de movimientos y no moviendo el movimiento. Con ello se estaría poniéndole el último clavo a la sepultura del oportunismo.
espanel7@gmail.com