Entre sonrisas y abrazos y algunos que otros besitos camuflados, se selló el pacto de aceptación de AD para Pablo Pérez que con esposas presentes, le dieron al acto un manoseo de felicidad, ya que pronto tendremos primera dama y, el propio Ramos Allup con su voz histérica de Pigmalión confuso, hizo la presentación y proclamación del candidato Pablo Pérez a representarlos en los comicios internos dentro de la MUS y, quienes reunidos en la sala de conferencias de AD lanzaron, a Ledezma por el precipicio del olvido inmediato al decirle en confianza: tú no tienes –Antonio- “la buena raíz” de Pérez como bacalao de Manuel Rosales -¡Toma lo tuyo y allá rodó!

Cuentan las malas lenguas de la oposición que Ledezma furioso guardó todas las guayaberas blancas que, generalmente usaba en sus campañas hacia su liderazgo de llegar de primero en las primarias internas y, en lo adelante se pondrá un traje negro que lo acerque a José Gregorio Hernández que con su fe hacia él lo clasifique a obtener el primer lugar de la meta electoral, aunque sea a empujones religiosos con algo de piedad que él ora por él ahora más que nunca.

Aunque los males políticos con sus traiciones –hasta el momento no tienen cura-, pero si ratos de ostentación: Antonio no deja de soñar y despierto sabe que AD no suma mucho apoyo como antes y a lo mejor en ese río revuelto que es la oposición, muchas Adelitas le estiren sus manos de compasión y deje a Ramos Allup más mal parado de lo que está ahora y, quién quita que el día de las primarias voten con la zurda por él que, no estará por demás: esperarlos en la bajadita del cambio, es decir, el arrepentimiento por aquello de la canción mejicana que dice: si Adelita se fuera con otro…

Pérez –según Ramos Allup- es el candidato que: el país necesita una opción como Pérez con “sabor a pueblo”. Fíjense que hasta en eso los adecos están al tanto de siempre de saborear, pero a veces son más las derrotas que han degustado con Chávez antes y después en el poder y Ramos Allup no lo olvida –lo recuerda y eso le come bien adentro y lo mantiene desalmado-.

Pablito –tenéis que preocuparte por asignarnos cuál va a ser la primera tarea dentro del rol que nos toca jugar que inmediatamente nosotros meteremos las manos como buenos adecos adictos a la corrupción –le quiso decir- Ramos Allup a Pérez y no se lo dijo y, no hagas como los demás candidatos de la oposición que lo que quieren son votos y no como nosotros cultivar conciencias y, tampoco creas que este acto es un cheque en blanco para tu reelección indefinida –olvídate de eso –Pablito- que ya Gardel murió –pensó Ramos Allup- pero no se lo dijo como también obvió –cuando aciertes te felicitaremos, pero cuando te equivoques te caeremos a palo limpio- como en los viejos tiempos de AD.

Y te hago saber –Pablito- que con nuestro apoyo, ya pasaste al primer lugar y comienzas a galopar rumbo a las primarias en nuestras encuestas emocionales que en nada se parecen a la de otros que nunca han visto una urna ni en fotografía: a no ser la de CAP en el Paraíso y como académicos falsos juegan con la voluntad nuestra y, que en algún momento del acto, eso –le dijo Ramos Allup a Pérez-.

Un estruendoroso aplauso estremeció y partió los decibelios de convivencia de Caracas que Globovisión se encargó de aupar hacia fuera y a la vez un cohetazo sin consideración se comió el cielo venezolano al finalizar Ramos Allup con el concierto de sus mentiras y triquiñuelas vaporosas que, cuando Pérez habló con solamente decir, que aceptaba sin complejos la pajita en su hombro lanzada desde la tolda blanca y se colocó su gorra blanca donde más luce, lo que levantó muchos celos en UNT y, éste –agregó- sin ánimo de ofensa, pero sí con gusto sutil zuliano que, el lechuguino que tengo de contrario, ya corrió a pedirle cacao a Copey y allá, le dieron “matarile” con jengibre sudado de negativas y finalizó su audiencia con una cruz de consuelo que se hizo como el que le pide a dios –sácame de este enredo político en que me metiste. Y lentamente cayó el telón del engaño.