Viendo el lanzamiento de Pablo Pérez me llamó la atención que se sintiera tan orgulloso del apoyo de partidos como AD, COPEI o Bandera Roja, cuando lo lógico es que guardara silencio sobre ese bochornoso tema.
¿Por qué Perez Pirela plantea ello? se preguntarán ustedes.
La razón es muy sencilla: díganme cómo tomar en serio la candidatura de un Pablo Pérez perteneciente a UNT, partido que se fue de AD enemigo histórico de COPEI, pero que ahora el mismo COPEI apoya, después que sus adversarios de AD lo apoyaron, junto al apoyo de Bandera Roja, partido perseguido a su vez por AD y COPEI que ahora sostienen a ese UNT, que salió de las filas de AD, para ser apoyado por COPEI, junto con AD y Bandera Roja, quienes a su vez... etc, etc, etc, etc, etc, ect, ect... ETCETERA!
Venezolanas y venezolanos, no nos engañemos: esto no es unidad. Esto es vagabundería política.
¿Cómo creer en una candidatura sin postura política, sin visión del mundo, sin ideología? ¿Cómo armar un plan de gobierno económico, tecnológico, social, deportivo, sanitario, etc., si no se tiene - claro que se quiere, que se piensa- cuales son los objetivos de la acción política, cual es el fin último social?
La política no es otra cosa que cristalizar en la realidad una cosmovisión, es decir, una visión del mundo, una transformación de la realidad a través de las propias convicciones, ideas, posturas.
En este sentido, me pregunto y les pregunto a ustedes que me leen: ¿qué visión de mundo puede tener alguien apoyado por partidos tan variopintos como AD, COPEI y Bandera Roja?
La respuesta que me viene a la mente, la única plausible es el interés económico. No puedo explicar ese arroz con mango político, esa colcha de retazos partidistas, esa vagabundería ética colosal, sino desde una perspectiva monetaria (por cierto en dólares mas que en bolívares).
No cabe duda, esos partidos están juntos bajo una sola consigna: salir de Chávez para hacerse otra vez del Estado venezolano y, por ende, de las riquezas de este país. No veo otra.
Un ejemplo acaso podrá ayudarnos a entender más todo esto: traigo a colación el caso PODEMOS.
Un partido que va políticamente e ideológicamente del timbo al tambo como lo es PODEMOS, no puede terminar de otra forma sino convirtiéndose en el salón de fiesta de la MUD. De allí el hecho que el lugar donde todos los precandidatos se han lanzado es precisamente la sede de PODEMOS.
Y es que un partido que no tenga ideología se terminará alquilando, modalidad esta que, por cierto, no sólo está de moda entre los partidos políticos, sino también entre los precandidatos.
Regresando a Pablo Perez, no cabe duda que en este momento él es el candidato alquilado por los mas viejos y potentes intereses de la MUD. Un candidato escogido a imagen y semejanza de los intereses de un Rosales, un Allup, un Petkoff.
Vivimos pues tiempos de una política del arroz con mango en el cual tanto partidos como políticos no son más que fachadas, vitrinas iluminadas por las luces de medios privados que catapultan al estrellato de un cuarto de hora a seres que sólo son aparecer, forma sin contenido, políticos sin ideologías. Espacios nuevos alquilados por intereses viejos.
La receta que será servida en la Mesa de la “unidad” el próximo 12 de febrero (en el cual los viejos celebran el día de la juventud) será pues el arroz con mango político.
¡Buen provecho!
maperezpirela@gmail.com