Mucho hemos escrito y comentado sobre los planes golpistas de la oposición. Pero nunca como ahora hemos tenido tantos elementos para probar la veracidad de ese peligro latente.
El audio de María Corina Machado que se hizo público es una revelación espeluznante: En el mismo la diputada estrella de la derecha venezolana confiesa la intención manifiesta del sector opositor de repetir un golpe de Estado.
En cualquier país eso hubiera sido un escándalo sin precedentes. Pero en Venezuela, muchos medios privados prefirieron pasarlo por debajo de la mesa de la "unidad".
Ese audio nos reveló algo que intuíamos: Lo único que impide que la oposición se vaya por el camino golpista es la necesaria luz verde de EE.UU.
Allí radica la "arrechera" (palabra que está de moda) opositora.
De hecho, con sorpresa los venezolanos escuchamos a María Corina hablar mal hasta de los estadounidenses, además de los colombianos y brasileños. Evidentemente la "arrechera" se acrecienta, todavía más, después de los evidentes acercamientos entre las diplomacias estadounidense y venezolana.
La reunión entre Calixto Ortega y Jacobson fue mortal para las aspiraciones opositoras.
De todo ello deriva una pelea interna, que ya es vox populi, entre Aveledo y la diputada Machado. Batalla campal que tiene como objeto de disputa la política internacional de la derecha.
Aveledo, por lo que revela María Corina, colocó como punto de honor en la "mesa" que la diputada no ejerciera responsabilidades internacionales de las cuales solo él quiere encargarse. Es una pelea entre borrachos por una botella vacía.
Los éxitos y reconocimientos diplomáticos obtenidos por el presidente Maduro, en solo 4 meses, han hecho que la política internacional opositora sea, poco menos, que una botella vacía, o acaso, llena de algo que aquí no puedo decir.