Joseph Ernest Renan…
En Venezuela se están llevando a cabo medidas económicas, sociales, y penitenciarias bajo parámetros que considero incorrectos y aberrantes. La expropiación de empresas a venezolanos por ‘especulación, y por robar al pueblo’, no se les cancela, pero a las transnacionales expropiadas si les pagan, para mi esto no es correcto. Expropiar no debe ser un asunto de retaliación política. Se debe expropiar a las empresas que estén en condiciones de ser rescatadas, y hacerlas productivas, bajo un plan de desarrollo, y con participación en la dirección de las operaciones de los trabajadores. Expropiar una empresa y entregársela a la burocracia rojita indolente e incapaz para su administración, eso es una locura aberrante. Así nunca vamos a construir socialismo ya que estructuralmente estamos aplicando los peores métodos burgueses que nada sirven para edificar una sociedad socialista.
Lo de la materia penitenciaria con la ministro Varela, es la insistencia en la ignara tesis carcelaria de esperar a que la delincuencia no se comporte como tal. De convertir a criminales y violadores, en ciudadanos "buenos", de corazones bondadosos y patrióticos. Mientras siga en ese falso apostolado al tratar de evangelizar a criminales incorregibles. Con esta barbarie en la economía, y en lo penitenciario, la revolución bolivariana hacia el 7-O del 2012, la hundirán, y el pueblo venezolano si no se rectifica a tiempo no se dejará hundir en la inopia.
A muchos nos duele la situación económica, y la inseguridad nacional, porque la improvisación significa la miseria, y el terror por su seguridad de millones de venezolanos. Preocupa los terribles resultados económicos que producirá esta LCPJ, porque será el reflejo de un retroceso productivo que afectará enormemente al pueblo venezolano.
Quienes criticamos estas medidas, también sufrimos los coletazos de la inflación, y la inseguridad, y la miseria en la calidad de vida que todo esto trae. Muchos deseamos que los resultados económicos, y de la seguridad fuesen óptimos, pero lamentablemente no lo son. Por ello, es necesario un cambio radical que olvide los fracasos de esta actual burocracia, y se empiece a construir un verdadero socialismo revolucionario y democrático. Se deber empezar a luchar por conseguirlo, presidente Hugo Chávez, todavía estamos a tiempo.
Estamos construyendo el socialismo bolivariano, bajo un sistema capitalista, y donde la meta principal es educar a los ciudadanos. El comerciante busca la máxima rentabilidad, pero debe existir la ética, en esa búsqueda, ya que el comerciante es parte de la sociedad, pues de alguna forma es necesario.
Considerar que las medidas tomadas para favorecer al hampa asesina, son correctas, es olvidar el dolor de miles de familias, mujeres viudas, e hijos huérfanos.
Los que manejan la economía. Seguramente, los comerciantes, encontrarán la trampa para seguir especulando, pero lo que hay que aplicar son nuevas reglas y medidas mas reales. Construir el socialismo, es una guerra económica y social, una especie de guerra de quinta generación. Donde participe gente con estudios, y pensamientos claros, el socialismo, no se puede construir con reglas rígidas: "Se hace camino al andar".
En la revolución bolivariana existen unas tendencias que consideran la critica que no sean unas loas, jaladera de bolas, o especies de cantos apologéticos, como de acciones contrarrevolucionarias; el problema es que la política económica de la revolución bolivariana, y la política penitenciaria del proceso no son una verdadera política revolucionaria; hacer una revolución socialista con ideas económicas socialistas fracasadas del siglo XX; es como construir un edificio hoy en pleno siglo XXI sin cabillas, ni bases; es edificar falsamente algo que con el tiempo se derrumbara estrepitosamente.
Estamos envueltos en la actualidad en una polémica, de cómo debe ser el deber revolucionario, o el de señalar los errores de la burocracia rojita, o seguir aplaudiendo como focas, todas las cosas que sabemos que están erradas.
Para hacer una revolución socialista, tenemos primero que educar al ciudadano con medidas humanistas, buscar un socialismo ético, con rostro humano, disciplinando a los industriales y comerciantes para que ganen lo justo, sin el chantaje burocrático. Por eso no debemos hacer caso a "dogmaticos", no se hace camino abusando.
El socialismo del siglo XXI, no debe ser la negación profunda de la verdadera revolución, plasmado en la CRBV. Un razonamiento es verídico cuando se explica la verdad de un asunto, que la oposición lo utilice es una coincidencia que sólo estriba en la gravedad del alegato. De hecho, las soluciones que siempre planteo son esencialmente distintas a las de la oposición, y criticó precisamente lo que la oposición siempre aplaude: la devaluación y los créditos blandos a los especuladores.
Las medidas del gobierno bolivariano hasta hoy tomadas son erradas, porque han tenido resultados negativos, erróneos. El socialismo se construye haciendo, el excesivo aumento del gasto público y la devaluación. Son medidas inocuas para la construcción del socialismo bolivariano.
Si el gobierno bolivariano sólo acepta militantes que no critiquen, y que sólo aplaudan los resultados disfrazados estamos jodidos. Uno se puede equivocar en la crítica, nadie es perfecto en esta vida.
El deber revolucionario es señalar los errores, cumpliendo con el instinto revolucionario de la crítica. Considerar como contrarrevolucionarios a quienes critican, a quienes expresan sus pensamientos; eso se llama fascismo.
Esto es la antítesis de un revolucionario que, siempre expresará y señalara las cosas que cree incorrectas. Como nadie tiene el monopolio de la verdad, tampoco nadie tiene la exclusividad de la mentira, es entonces ahí donde debe surgir el debate en el seno de la Revolución Bolivariana. Hay muchas cosas que se deberían estar debatiendo, replanteando estrategias, principios, no criticar le hace un daño profundo al proyecto socialista bolivariano.
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