El esperado apareció en la comarca de Belén, tierra Palestina hace en estos nuevos tiempos 2011 años; desde entonces ha sido y seguirá siendo el más extraordinario acontecimiento que la historia de la humanidad haya registrado sobre la fas de la tierra.
Sin embargo, la modernidad ha ido influyendo negativamente en la raíz original de esta tradición, la sociedad de consumo ha hecho de la época decembrina un tiempo para el gasto desmesurado; las misas de aguinaldos quedaron en un cuarto lugar, el pesebre que escenifica el nacimiento del niño Jesús, poco a poco ha ido pasando a un tercer lugar, al ser remplazado por el Árbol de navidad de cultura anglosajona, y los Reyes Magos fueron suplantados por el Gringo Santa Claus.
Es contradictorio que unas
semanas de asueto para lo espiritual, para el encuentro de las familias, para
el descanso y el regocijo haya cambiado tanto su razón de ser.
Es el mes donde la gente gasta hasta lo que no tiene, el consumo de bebidas alcohólicas estadísticamente agotan sus existencia; los fallecimientos por accidentes de transito son la noticia del amarillismo periodístico, las muertes por inmersión en mares y ríos rompen record y los robos o saqueos a casas de familias que andan de paseo ni que decir. (Lo que surgio de una lucha de fe, hoy esta sometdo al juego maléfico del capital).
Es una de las épocas del año donde el Estado Venezolano invierte mucho más en seguridad preventiva, pero aún así la liebre de la imprudencia salta, y repito las estadísticas de mortalidad y situaciones de lamentar aparecen a granel.
Por eso lo contradictorio que un recuerdo o fecha de advenimiento, de nacer y no morir, se convierta en todo eso que no debiera ser, por que no hay razón que lo justifique.
Por eso, la familia, la escuela, y las empresas o medios masivos de comunicación deberían en el transcurrir de los onces meses anteriores a diciembre, ocuparse de ir creando conciencia de que la navidad, el recuerdo hermoso del nacimiento del hombre de Galilea, que nació en Belén pero que se crió en Nazaret y murió en Jerusalén territorio Palestino, no es para perder la vida malamente, sino para todo lo contrario, para enriquecer la espiritualidad de los hombres y mujeres de buena voluntad que tienen aún la creencia en lo acontecido el 24 de diciembre del año cero de la era cristiana.
En fin mi reflexión es para concluir deseándoles a todos, trillos y troyanos, mi más sinceros deseos de tranquilidad y gozo en estos tiempos de natividad. ¡Feliz navidad!
macariosandoval@hotmail.com
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(*) Miembro equipo PSUV-Táchira