Es público y notorio las reiteradas y cada vez más prolongadas ausencias del cargo por parte del gobernador Pablo Pérez, quien mantiene su agenda atiborrada de compromisos propios de su campaña, de cara a las elecciones primarias del venidero 12 de febrero, y por parte de la señora Alcaldesa, a quien pocos la han visto al frente de las obligaciones propias del cargo que ocupa, pero muchos si saben de sus constantes escapadas al exterior para reuniese con su consorte.
El caso es que recién termina el año, vemos al gobernador queriendo hacer ver como “extraordinario”, el hecho de que se va ocupar de la recolección de los desechos y la basura que se produjeron en el casco central y en los comercios de la zona oeste de la ciudad capital, producto de las compras propias de la navidad y el fin del año, no sin antes resaltar la mancomunidad en todo ese esfuerzo, con la alcaldía de Maracaibo.
Resulta que estos personajes que han mantenido a Maracaibo sumida en el más triste desgobierno debido a la ausencia de verdaderas políticas públicas que se traduzcan en calidad de vida para la ciudadanía en general, y prueba de ello es precisamente el fracaso absoluto, que tanto la Alcaldía como la Gobernación, se han apuntado en materia de recolección de la basura, lo que hoy convierte a nuestra ciudad capital en una de las más sucias del territorio nacional, vienen hoy primero de enero, con el apoyo de medios privados de comunicación de siempre, a pretender aparecerse como los adalides de la eficiencia en gestión de servicios públicos, mostrando solo una mínima parte de Maracaibo que durante todo el año exhibe su perfil más vergonzosamente feo, inhumano y sucio como es el casco central y la Avenida Libertador, y ni hablar de las numerosas barriadas y principales calles y avenidas que muestran el triste espectáculo del cerro de bolsas negras acumuladas día por día, debido a la ausencia de los camiones que deben recolectarlas oportunamente.
Dense una vueltecita por los fondos del estadio Alejandro Borges para que aprecien lo que ya es casi un relleno sanitario, en pleno corazón de Maracaibo, y en donde montañas de basura acumulada, hacen casi imposible el tránsito vehicular, mientras el gobernador aparece con su cara muy lavada declarando como siempre “bla bla bla” en los medios, diciendo todo bien, gracias.
El pueblo cada vez más consciente, y que al final de cuentas es quien sufre y padece debido al abandono del que es víctima por parte de estos bucaneros de la política, sabrá pasar su factura correspondiente, y lo hará sin duda el venidero siete de Octubre, cuando a través del sufragio universal y directo, les dirá: No Volverán!!!
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