¡Bendito sea el señor que ofuscado de tanta maldad junta, se hizo a un lado de impaciencia! ¡Blasfemos! ¿No les da vergüenza hablar en nombre de dios, para ocultar sus malos pensamientos? Y, cínicos son cuando quieren echarse los problemas del pueblo pobre encima que además, de quitarles la limosna se quieren quedar con el santo. Son unos atracadores de la devoción de los cristianos y cuando se reúnen, parecen unos corderos hambrientos, perforando las lágrimas de los días en que se entierran a profanar de la convivencia humana y en vez de atraer incautos se pierden en la tangente de la ociosidad como políticos del desastre en que se han convertido en completa sumisión de los poderosos que, al igual que Judas venden sus miserias a la clase oligárquica por unas pocas monedas que les atraganta el decoro de servir honestamente a la conciencia colectiva ciudadana.
Todo lo que esté del lado de la Administración Pública que se ejercite con el Gobierno del presidente Chávez les hiede, porque él ha sabido mantenerlos a distancia en vez de verse rodeado de la impudicidad de sus actos que son frecuentemente lesivos al acercamiento de la paz entre hermanos en que han contaminado con su presencia la esencia misma de lo humano y, más son las bellaquerías que cometen a diario que el púlpito de su frenesí muere de rabia al compás de sus inquietudes vanas.
Estos monseñores y obispos que con un solo cardenal conforman la CEV, se reúnen cada cierto tiempo a “debatir” las mismas cuestiones políticas que se idealizan en la MUS y como buenos propagandistas del considerando afín dentro de la oposición salen a deslumbrar su fanatismo con una particularidad que envidia a los santos apostólicos como personas de otros tiempos y, en su lenguaje febril de ilusos tontos: desvainan la espada de la crítica que nada tiene que ver con su iglesia a la que se precian en ser representantes, pero que más de las veces no dejan nada que reconforte el sustento espiritual a que tienen derecho sus fieles seguidores que viven de la fe de sus caprichos que, envasan protegidos de sus creencias, contaminando el fervor humano bajo su responsabilidad.
La forma más amena en esa pérdida de tiempo que como aplicados alumnos recogen en un documento que agasajan con cualquier nombre que predique el rito de sus pensamientos que siempre es una copia fiel de lo que la oposición ha malgastado en sus actos y es obligación del obispo o monseñor elegido como presidente, salir a leer delante de la audiencia de las cámaras televisivas de los medios de comunicación privados que inflan de compostura verbal al orador que en este caso particular le correspondió a monseñor Diego Padrón, quien se lució con una sonrisa de arrogancia como el que sale de conquistar el rey de los cielos, abrigado de su dios –porqué a ese lo manosean ellos a su antojo y semejanza- privilegio que nadie les discute. Lo cierto es que, lo que demuestran cuando salen a vociferar el ensarte de necedades ya conocidas de antemano por repetición de más de lo mismo que, lo que queda es un hilo de rabia que desanima a cualquier individuo que no se preste a seguir la retórica publicitaria del presentador que con toda la habilidad de sus años, trata de ensartarlos en el presente y, entre lo que dijo, ese monseñor, se destaca:
-Exigir al CNE actuar con “total independencia” y que el organismo garantice que haya igualdad en la campaña electoral de este año “sin ventajismo”. Solo te faltó monseñor decir, como hacían en la IV-R los gobiernos adecos-copeyanos que tenían un CNE totalmente democrático –qué falta de seriedad y de mala memoria de estos curas que siguen anclados en el bipartidismo y ahora con apéndices. –Te sale monseñor, por los menos, rezar ciento cincuenta padres nuestros por tu obcecada inmoralidad.
Los representantes de la CEV lo único que saben y tienen a bien desarrollado es pedir y a cambio no dan nada al país como “parásitos aburguesados” que son.
-Instan a la población a ejercer de “modo consciente, libre y responsable” el derecho constitucional al voto. -Son tan escurridizos e irresponsables consumados que no se echan públicamente al hombre: la cruz de la verdad y dicen: -nosotros queremos y así lo solicitamos como representantes de Jesucristo en esta tierra que, voten en “filia india” por el candidato “inmoral” que la oposición escoja como mandato de la iglesia –te lo pedimos señor.
-¿Por que será que nunca condenan la lascivia que muchos curas de la iglesia católica realizan años tras años y más contra los niños? –eh, monseñor, Diego Padrón. –Eso sí sería digno de comprensión y dejaría de ser un soliloquio.
Y esto en particular, pareciera haber salido de la boca de Guillermo Aveledo –cito: -dentro del inventario de las necesidades y expectativas del país destacan la seguridad, empleo, vivienda, salud, orientación y calidad de educación, servicios viales, capacidad alimentaria así como la importancia de contar con un estado de derecho para lograr seguridad ciudadana, blablá, blablá, blablá. Se les escapó la inflación –vaya desliz. Pero será verdad que monseñor, Diego Padrón, vive en Venezuela, creo más bien que éste, como que reposa en las nebulosas de su olvido: trepado en una limosna de complicidad que no atraviesa el desarrollo que actualmente se lleva a cabo en el país y su ruindad es tal que, le copiaron en el papel el fraude de susurro que acondiciona la MUS como preámbulo de su derrota y la CEV se vistió de negro de puro egoísmo y, es tanta el proselitismo criollo que en su haber político hay un monseñor que titila la espontaneidad de su pura semblanza que se llama: José Ángel Divassón Cilveti, lo de ángel le que cabe bien.
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