Que alegría oír a muchos de quienes fueron a votar ayer decir que el voto es la vía que debe llevarnos a los venezolanos a definir nuestras diferencias políticas el 07 de octubre de 2012.
Hubo también quienes se colearon y no dejaron de decir que estamos en una “dictadura”, nos imaginamos que forman parte de esa minoría de los 103.000 que votaron por María Corina, o entre los 35.000 de Arria. De todo hay en la viña del Señor, como se dice en jerga religiosa.
No debemos confundirnos y asumir que el triunfo aplastante de H. Capriles Radonski y ese primer discurso “conciliador” que ofrece borrar las diferencias que hay entre todos ellos, plantea que efectivamente los opositores ahora sí aceptaran resultados adversos el 07 de octubre de 2012.
Sería apresurado decir que ya contamos con una oposición democrática, institucional, legítima, etc.
Sólo el tiempo demostrará hasta donde el candidato opositor y sus seguidores están dispuestos a aceptar que no son mayoría y que en este país la mayor parte de los electores sigue apoyando a la Revolución Bolivariana que lidera Hugo Chávez.
Es bueno que se hayan contado, eso sí y que hayan hecho este ejercicio de democracia participativa y protagónica, es necesario que acepten ahora que en democracia las mayorías deciden y que este pueblo mayoritariamente lleva 12 años apoyando a Hugo Chávez.
El 07-O se sabrá definitivamente si la oposición que hoy celebra el triunfo de H. Carriles Radonski realmente podrá ser proclamada democrática, institucional y será reconocida por todas y todos como una factor fundamental para el avance de la democracia revolucionaria que desde 1.999 impulsa Hugo Chávez Frías.
Por ahora, no es bueno subestimar a la oposición, aunque tampoco es bueno sobreestimarla. 3.000.000 de personas legítimamente opuestos a Chávez es respetable, siempre y cuando ellos y ellas asuman que el polo contrario hasta la fecha ha superado y rebasado esta cantidad de seguidores y seguidoras.
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