Publicado en el Diario Últimas Noticias el 12/02/2012 10:45:40 a.m.
Resta estimar cuál será la participación en esa votación y sobre la cual se dan cifras que van de 900.000 a 2.500.000.
Después de tantas controversias, las cuales fueron públicas, sobre la fecha y la tarjeta única o unitaria, los partidos de oposición reunidos en la MUD van hoy a elecciones para escoger su candidato presidencial, y a las gobernaciones y alcaldías donde no fue posible el consenso.
Por despejar resta estimar cuál será la participación en esa votación y sobre la cual se dan cifras que van de 900.000 a 2.500.000.
Escogen al contendor de Hugo Chávez para las elecciones de octubre. Si nos guiamos por las encuestas, Capriles Radonski será el ganador. Todas, con ventajas oscilantes, lo ponen a la vanguardia. Si las opiniones de la gente recogidas en esas mediciones se conservan hasta hoy, es seguro su triunfo.
¿Qué puede hacerlas cambiar? Pudiera suceder que la capacidad de movilizar electores que conservan AD y, en mucho menor grado, Copei, con sus desgastadas maquinarias electorales, y UNT, pudiera compensar esa ventaja de las encuestas y ofrecer un resultado distinto. Esto es apenas una posibilidad. Me extraña que Pablo Pérez declarara hace tres días que pudiera haber sorpresa. De lo que se deduce que él mismo no parece confiado en su victoria.
Los otros tres, cuyas campañas han sido duras, no atraerán votos de los indefinidos, sus votos son de los recalcitrantes opositores. En fin, cualquiera sea la participación y los resultados de la votación es una nueva demostración de la existencia de libertades y de las formas democráticas.
Pudieron hacer sus campañas sin ninguna interferencia gubernamental, y con el apoyo de la mayoría de los medios. Por supuesto, esta imagen de la democracia en Venezuela no es la que transmiten al exterior ni reconoce la oposición.
El éxito de la fase que termina hoy está en manos del CNE, el organismo electoral del cual siempre ha dudado la oposición (nunca, cuando le ha reconocido victorias a decenas de gobernadores y centenares de alcaldes), pero que ahora creyó en su estructura nacional, experiencia, técnicos, tecnología, etc, que les garantizaba un proceso transparente, rápido y seguro, y cuyos resultados serán reconocidos. Tales son el trabajo y la participación del CNE, que no exagera quien dice que aún sin la comisión electoral de la MUD habría elecciones, pero sin el CNE era imposible realizarlas.
Argentina no está sola
El presidente Chávez dijo, en ocasión de las amenazas de Inglaterra, que Argentina no está sola como antes. En efecto, en 1833, cuando el Imperio Británico ocupó las Malvinas, nadie se opuso. El canciller argentino, Manuel Maza, el 23-1-1833 pidió al gobierno de Venezuela, que presidía José Antonio Páez, su apoyo y solidaridad por la invasión armada de la Gran Bretaña a sus islas en las Malvinas; así mismo, propone concertar una política de unidad continental para frenar estas incursiones que ponen en peligro la soberanía de las repúblicas americanas. En los archivos del MRE aparentemente no se encuentran respuestas. Se supone que comunicaciones similares recibieron los otros presidentes. Realmente estuvo sola. Hoy no es así.
La presidenta Cristina Fernández anunció que llevarán el caso de la militarización del Atlántico Sur al Consejo de Seguridad de la ONU, y en efecto, el viernes hizo la denuncia. En su aplaudida intervención del miércoles, dijo que la existencia de colonias era un anacronismo en el siglo XXI y que de 16 enclaves coloniales en todo el mundo, 10 son ingleses, y llama a Londres a darle una oportunidad a la paz.
Es muy importante destacar cómo esa política de unidad continental propuesta hace 159 años, comienza a materializarse con la creación de Unasur y de su Consejo de Defensa, así como en la declaración aprobada por el Alba el domingo pasado, y seguramente la situación que se vive en la región impulsará ese proceso de activa solidaridad con Argentina. Algunas expresiones concretas se expresaron en Montevideo, que siguiendo el ejemplo argentino, prohibió que barcos con banderas de las Malvinas toquen en Uruguay. Es de suponer que los países de América del Sur no sólo expresarán su solidaridad, sino que irán más allá, para que lo sienta el viejo imperio.