¡Viva Chávez, Carajo!

¡Viviremos y venceremos!

La vida en revolución nos muestra otro reto, el cual, naturalmente afrontaremos con la hidalguía del caso. El Libertador, Simón Bolívar, se llamó a sí mismo, “el hombre de las dificultades”. Hoy, nuestro líder Hugo Chávez Frías, enfrenta otro reto, esta vez, y de nuevo, con su  propio cuerpo, y estamos seguros,  y no lo decimos por simple consuelo, ni por darnos aliento. Lo decimos porque sabemos lo férreo y tenaz que es el conductor de esta revolución que el pueblo revolución ha asumido desde ese “por ahora” del cual se acaban de cumplir 20 años.

Es hora de retos, es hora de asumir y de asumirnos. Es hora que el preámbulo de la Constitución de 1999, no sea solo un enunciado, ni letra muerta. Lo de participativa y protagónica, tiene que ser una profunda realidad, asumida con la convicción que da el saber que tenemos la razón y que estamos en el camino correcto. No es menos cierto, que nos hemos ido por un camino que nadie había transitado, no hemos tenido que arrancar cabezas, no hemos tenido que fusilar a nadie, quien cree en este proceso, tiene que estar convencido que va más allá de lo efímera que es la vida de cualquiera de nosotros. Somos una  pequeña brizna de paja en el viento, pero esa pequeña partícula que conformamos tiene que hacer lo que tiene que hacer: conquistar y construir su propio destino.

No hay de otra. La verdad es que a mí, en  lo particular, me molesta cuando algún camarada dice: “tenemos que luchar para ayudar al comandante”. Inmediatamente, les replico: “No. Esta lucha no es por el comandante, es por nosotros, es por el futuro, es por la patria, es por lo que estamos obligados a legar a las generaciones que nos hereden”.

Todos y cada uno somos instrumentos. Alí Primera, decía: “Algunos luchan por la vida, otros contra ellos mismos”. Allá quienes han permitido que lo mediático de la derecha y sus vendepatria, hagan mella en ellos, aun cuando, ese mensaje que ellos emiten no sea sino para joderlos a ellos mismos. Solo hay que mirarse en el espejo que hoy nos refleja una Europa, la cual hace algunos años, parecía bogante con una manera única y fuerte. Hoy el pueblo europeo, y sobre todo el griego, el español y el portugués, solo para nombrar a los casos más graves.

Los noticieros de la derecha, pretenden tapar el sol con un dedo, y no reflejan los “caracazos” que hoy se expanden en muchos lugares del planeta, mientras que en Venezuela, 10 millones de venezolanos, nos desplazamos (me incluyo, porque también lo hice), no solo dentro del país, sino a muchos lugares del extranjero. Eso no es sino un indicador del vivir viviendo que los habitantes de este hermoso y prodigioso lugar del planeta, nos podemos dar el lujo de hacerlo, porque nuestra calidad de vida ha mejorado tanto en los últimos años, que podemos hacerlo con toda naturalidad.

Pero volviendo a lo que conversábamos al principio: lo que la derecha no sabe es que nuestro pueblo ha madurado más de lo que nosotros mismos percibimos, más allá de lo que la “dirigencia” cree, creo que cuando apenas este era un proceso incipiente, en el año 2002, enfrentamos dos paros petroleros, un golpe de estado y otro intento, muchas guarimbas, y nos mantuvimos con la dignidad, la hidalguía y la fortaleza que derrotó a la reacción de derecha. Por eso, esa maduración nos debe llevar a consolidar todo lo logrado hasta el momento, que no es poca cosa. Estamos apenas al inicio de la formación de un gran país, pero la reacción no se queda quieta. Por ello, hay que defender con todo lo logrado y terminar de construir lo que iniciamos, rumbo al socialismo.

Hoy, a diez años de distancia, somos más maduros. Eso que nadie lo dude. Por si acaso alguien anda sacando malas cuentas.

No se equivoquen, que “para amanecer no hace falta gallinas, sino cantar de gallos”.

(*) Comunicador Popular