Se amparan en la otra vida

Como una justa balanza

Por eso las religiones

Las penas, las alabanzas

(Fragmento de “por qué los pobres no tienen”, Atahualpa Yupanqui)

Amanecí con esa sensación de vacío, que solo puede producir la decepción.

Siempre he sido un hombre optimista, dispuesto a creer en la humanidad y en los principios bíblicos: Amor, bondad y justicia. Por eso asumimos la comunicación como bandera de lucha en la recta final de nuestro tránsito terrestre, aun sin aspirar vida eterna, porque la única vida eterna la provee una buena obra de vida. Lo demás es coba judeo-cristiana.

Me asombra que una sociedad que invoca a Dios hasta para defecar, pudiera estar tan podrida. Y se preguntaba: ¿será que todos estos actos de contricción los hacía la gente para pensar que de esa manera se podría lavar un poco la conciencia ante la continua violación de los principios éticos y morales a los que se enfrenta el ciudadano común día tras días. También le aterró pensar que muchos, por lo menos eso era lo que percibía, que a la final la gente decía: “si los demás lo hacen, ¿por qué yo no?”, y luego pecaba (según la concepción cristiana) en nombre de Dios. Total, “a la chiquita, me meto a evangélico y a lo mejor por allá por los cielos, si es que existen, se comen la coba, mientras tanto, en la vida terrenal, hay que vivir a costa de lo que sea, así cometa pequeños pecadillos, si gasta Giovanitto, aquel que mató a su madre hace unos años, se arrepintió de sus pecados y hoy es un flamante pastor evangélico, y un día de estos Dios lo premia con una 4x4 cero kilómetros, para que quede claro, que está perdonado, y que eso lo hizo en momentos en que el diablo se había apoderado de él”, pero que eso ya había pasado. Y que hoy la sociedad lo había perdonado, total, Dios sirve hasta como papel toilet.

Todo esto no hice más que acrecentar su angustia, la formación judeo cristiana, y hasta los sionistas, que matan en nombre de Dios, serán perdonados, porque están acabando con un pueblo pecador como el palestino, están plenamente justificados por la sociedad, que no pasa de horrorizarse ante la masacre. En fin de cuentas, ¿si Hitler asesinó a 6 millones de judíos, qué importa la vida de esos poquitos que pueblan la franja de gaza? El fin justifica los medios había dicho Nicolás Maquiavelo, hace unos 400 años atrás, y al parecer tenía razón. Hitler era malo, no cabe duda, pero los sionistas como pueblo de Dios tienen licencia para matar. ¿qué dudas puede caber? Además Pio XII bendijo los aviones que salieron a matar al pueblo ruso, que sacrificó a 20 millones de sus pobladores, pero los que eran “gente de verdad”, fueron los 6 millones de judíos. Los gringos en nombre de la paz y de la justicia, borraron de la faz de la tierra a más de 100.000 habitantes de Hiroshima y Nagasaki, en segundos, y muchos quedaron contaminados para siempre.

Si, pero eso fue en nombre de la paz.

La paz da licencia para matar.

“Nosotros hacemos guerras preventivas, para evitar que los terroristas asesinen a la población civil. Claro, en ese intento, caen algunos civiles, pero al final  reinará la paz”

Un muerto gringo o israelí vale por mil de otra raza. Negro no es gente. Árabe no es gente. Asiático no es gente. Latinoamericano no es gente.

Por eso ¿qué importa que vayan casi dos mil muertos en Gaza, si han muerto 24 soldados israelíes que tenían familia (hijos, padres, hermanos, tíos, ¡que dolor, que dolor que pena!). Esos  muertos si nos duelen, no esos palestinos que se niegan a entregarnos esas tierras que Dios nos lego, por ser el pueblo que él creo.

¿Qué fundamento tienen esos pueblos atrasados para creer en religiones extrañas como la musulmana, la taoísta, la budista, si la nuestra es la verdadera? Dígame la de esos pueblos que creían que el viento, el fuego, el agua, el sol y la luna eran dioses, ¿se puede ser más ignorante? Los dioses deben ser intangibles, deben sabérselas todas, no dejarse ver. Eso era como permitir que Shakira, Madonna o cualquier estrella de cine usaran el metro o el transporte público, para que perdieran ese aire de dioses mediáticos que el sistema les ha otorgado. Eso si, cuando meten la pata, se convierten en una excelente carne de cañón para los medios que otrora los exaltaron. Michael Jackson, Marilyn Monroe, James Dean y Elvis Presley, para solo nombrar a cuatro de ellos, siguen valiendo más muertos que vivos, total, hoy solo serían unos viejos decrépitos sin importancia mediática. Ergo, no venderían tanto como lo hacen gracias al misterio que el sistema les ha endilgado. En principio fueron novelas por entrega, hoy son la mata que sigue dando frutos, pues siempre saldrá algo de la oscuridad que le eche más candela al fuego de esa hoguera de las vanidades que representa la sociedad de consumo, con autómatas, quienes se rinden ante la caja boba, ahora reforzada por sus redes sociales.

Todo muerto, hasta Chávez, termina siendo presa del consumismo y de esa utilización perversa, como decía Ali Primera, quienes se escudan en su legado, mientras ocultan oscuras intenciones. Y lo peor, es que lo hacen sin escrúpulos. Hay movimientos subterráneos que indican que las cosas andan de lo peor, porque sencillamente, se perdió la brújula. Razón tenía Arquímedes, por allá por la Grecia antigua, cuando no encontraba a un hombre honesto, aún a plena luz del día.

Si encuentran alguno por allí, por favor, hagánmelo saber. Sería un excelente detalle, para “se me quite este llanto, que cantando no se quita”.