Se podrá decir cuánto queramos pero la escritura como arma en mi modesto parecer ha muerto, desde platón hasta nuestros días muy pocas cosas han cambiado y es que se ha materializado el “terrorismo” como poderosa forma de impedir las justas reivindicaciones sociales a que la especie humana tiene pleno derecho, como norma general consideraremos el derecho a la vida como síntesis de lo demás dentro de la cual están contenidos todos los derechos inherentes a ese concepto, salud, educación, trabajo bien remunerado, vivienda, recreación, las artes en todas sus formas bien sean clásicas o populares, deportes etc.
Si colocásemos en un papel las toneladas y toneladas de escritura, teorías, opiniones, artículos, notas, trabajos tanto formales científicamente constituidos como informales no sé cuantas vueltas daríamos al planeta tierra y el resultado sería el mismo, la humanidad en su conjunto hemos fracasado estruendosamente toda vez si tomamos un solo ejemplo, todo el conocimiento acumulado a lo largo de siglos y siglos ha hecho posible científicamente crear un conductor (cable) 10.000. Veces más delgado que un cabello humano para ser usado en ordenadores (computadoras) para hacer cálculos a velocidades inimaginables, alguien puede sostener racionalmente que será usado con fines pacíficos (lo dudo) no hay lugar a dudas que será usado para fines terroristas como se ha usado casi toda la tecnología moderna, para invadir, para asesinar, para agredir, para someter, para consolidar su hegemonía global, hay pruebas irrefutables que provienen hasta de las mismas entrañas del monstruo capitalista quien puede dudarlo, ellos mismos en sus documentales nos han pedido de manera desesperada que si acaso hubiera una posibilidad de sobrevivir a esta guerra declarada en contra de todos nosotros consiste en que cada uno de nosotros haga algo por pequeño que se crea para encontrar una salida, repito como humanidad, no como parcialidades.
Hambre, miseria, desolación, enfermedades, genocidios, ecocidios, explotación, violencia en una palabra POBREZA es lo que padece el mundo moderno y esa guerra la estamos perdiendo y la estamos perdiendo por falta de conciencia y la conciencia es la suma de ciencia y la ciencia es el conocimiento y el conocimiento es estudio, bien sea formal o informal, que pasó verdaderamente, donde quedó todo el conocimiento proveniente de las casas de estudios “superiores” del mundo, nos perdimos el respeto y al perdernos el respeto todo se vino abajo y estamos a punto de colapsar.
El poder ya no está donde creemos, la política ya no es lo que fue y el miedo se apodero de la gente, el miedo a cualquier cosa, excepto el miedo a la pobreza, nos acostumbramos por tantos años y años a ser pobres teniendo tanta riqueza, sus poderosos aparatos de guerra articulados perfectamente con sus poderosos medios de comunicación se encargaron de crear dos realidades, una real y otra virtual, la primera la podemos contrapesar con algo tan sencillo como apagar el televisor pero la segunda como hacemos con lo que tenemos fuertemente incrustado a la fuerza en nuestro cerebro con cientos de miles de meta mensajes a través de toda su programación, ese es el reto que tenemos por delante y no consigo otra forma en la cual voy a insistir todas las veces que pueda es salirnos de los esquemas conocidos y clásicos, ojala y yo tuviese la formula pero no la tengo sé que todo lo que hemos hecho no ha servido de mucho y repito no estoy hablando de nuestra situación como nación sino que hablo en la humanidad como conjunto es hacia allá donde hay que apuntar, tengo muy definido lo que no me gusta por tanto debo crear las condiciones para corregirlo individualmente y colectivamente, porque del mismo modo como individualmente cada uno de nosotros puede crear las condiciones de una vida digna en el plano individual familiar la cosa no termina allí porque si no creamos las condiciones de bienestar colectivo tarde o temprano esa sociedad que es la sociedad capitalista hará aguas por todas partes como lo está haciendo en este momento y nos guste o no seremos duramente afectados por sus consecuencias esta misma concepción la debemos aplicar a la humanidad toda, hay una probabilidad de sobrevivencia y es a eso que yo me aferro, a esa sola posibilidad, trabajar sin descanso aunque la pluma ha muerto pudiera pasar como el cid campeador que el solo hecho de que lo montaron en su cabalgadura (muerto) sus enemigos en la distancia creían que estaba vivo.
Juramos vencer y venceremos
Patricio Silva
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