Los aporreadores se lo exigimos Chávez. Algo de lo que disfrutan los escuálidos que nos elevó el alma -no estuvo el maestro Abreu-, y no dicen nada por mezquinad y por dañinos
Eduardo Palacios Sevillano
¡Qué tal, camarada! Un gusto comunicarnos por aquí los del grupo, no sé de cuántos, que leemos Aporrea, especialmente los revolucionarios apasionados y que nos gustan escudriñar opiniones. En especial las controversiales por lo visto.
Digo esto, porque he leído artículos, incluso he elaborado alguno con algún sentido interesante (así lo he creído, y me perdonan si aparece como petulancia), que cuando revisamos el contador de lectores a veces está por los trescientos (300). Inclusive artículos de Luis Britto García que llevan esa calidad indiscutible.
Varios de los que nos conocemos hemos analizado algunos y que ello se debe al título del mismo. Que incite o estimule a leerlo por ser una fuerte crítica, un rechazo al escrito de otro, etc. Y es hasta válido porque habiendo tantos artículos y no mucho tiempo para estar frente al computador, porque hasta la familia a veces nos lo chilla, buscamos el que más nos pueda interesar, el más atractivo y, como somos políticos, el que nos parezca “controversial”
De cualquier manera, agradecemos a quienes de cuando en vez nos honran con su lectura, pero si lamentamos -digo casi todos- que estando en una democracia participativa y protagónica, entiéndase aportar puntos de vista para adelantar un proceso inédito de cambios estructurales profundos -todavía con montones de fallas, claro- que con orgullo llamamos Revolución, no son tomadas en cuenta.
Lo hemos achacado a una falta de directriz comunicacional de parte del Ministerio de Información, rector en el asunto, aunque bien podría ser de todas las instituciones gubernamentales ya que todas poseen departamentos de prensa, de relaciones públicas o institucionales que deberían estar pendientes para averiguar y corregir las deficiencias.
Y me lo permiten, ahí ha fallado el presidente. Reflexiono de esta manera porque él entiende perfectamente –más que los demás funcionarios y dirigentes del partido- que la batalla es mediática y siempre menciona que todavía no se transmite los logros de una manera efectiva, por lo que no las están ganando.
Y como dentro de tantos logros hay muchos errores u omisiones que se les escapan a nuestros funcionarios de nivel alto, hay que escuchar al pueblo, leerlo en este caso.
Somos parte del pueblo con el privilegio de haber superado algunas etapas de clase y por poder expresarnos gracias a páginas virtuales creadas al efecto, en especial Aporrea que de paso se sostiene, para más vainas, sin apoyos sustanciales del gobierno.
Y aquí me permito agregar que es hasta mejor que no sea de los estadales ya que vemos que, a veces, reciben aportes de gobernaciones y por compromisos filtran críticas y eso no es válido, pienso.
No debería existir censura a revolucionarios de corazón cuya crítica va dirigida a despertar conciencia, a alertar sobre fallas de todo tipo que nos afectan y dañan el proceso. Sin embargo leemos a algunos articulistas que se pasan de maraca en censura al presidente, hasta por retaliación, que los sentimos como contrarrevolucionarios, y no hay filtro.
Exigimos, y ojalá pudiéramos hacer una petición en bloque, que se designe a un equipo gubernamental calificado para leer todas las observaciones que se plasman con el corazón por estos medios revolucionarios.
Que se conozca la situación de cada estado (incluso con el PSUV) con las quejas y críticas, la mayoría bienintencionadas, por gente que insiste en ser participativo, y que las transmitan a cada ente para que se profundice en su evaluación a fin de solucionar ingentes situaciones confusas y problemas de toda índole que afectan a la Revolución… bonita.
Bien. Los escuálidos nos tienen las b… acatarradas. Sin excepción opinan que todo es deficiente, que la situación anda muy mal y aún así los vemos disfrutando de lo lindo comprando en cuanto centro comercial existe, llegando en enormes carros y camionetotas, consumiendo parejo en los mejores restaurantes; en cines costosos, en festivales de teatro; de vacaciones viajando por toda Venezuela y por el exterior.
Adquiriendo productos costosos -y caros por la especulación de ellos mismos- porque sus actividades comerciales y profesionales les están produciendo lo suficiente como para tener holguras.
Los menos productivos, beneficiándose de las ofertas en los Bicentenarios con productos para el consumo hogareño de calidad -ahora hasta con precios regulados- y equipos que adquieren por económicos aun no requiriéndolos: televisores, lavadoras, secadoras, microondas, artefactos de todo tipo. ¿Y…?
Parte de esta reflexión proviene de que el pasado viernes, cuando pudimos elevar nuestro espíritu a lo más lejano con un concierto en homenaje a nuestros músicos físicamente desaparecidos -caso de asfixia con gas en un hotel en Maturín- Oscar Oropeza y Adriana Acosta, observaba a los asistentes.
El sistema de orquestas infantiles y juveniles así como permite que se integren a su formación musical a niños y niñas de extracción popular inscribe de clase media a quienes sus padres quieren ver superados, espiritualmente superados y… “que toquen un instrumento” y la enseñanza es gratuita.
Muchos de ellos son ni-nis o antichavistas, menos en un estado donde no se siente la revolución. Y el publico, la mayoría familiares de los niños, igual. Se afincan diciendo que esa es una iniciativa de más de treinta años, está bien, pero cuando más se ha reforzado es en este período revolucionario.
Antes, y hasta años entrada la revolución en estado muy incipiente, era un parto la consecución de los recursos, y en lo que atañe a Anzoátegui, la presidenta de la organización, Rosa Banús, viene haciendo maravillas jalando, rogando presupuesto para cubrir todos los compromisos y deudas con los miembros de la Sinfónica de mayores que sólo cobran una asignación tipo beca.
Los escuálidos, por característica natural, por costumbre, siempre disfrutan y siempre se quejan
Lástima por ellos. El espíritu se les empobrece con la mezquindad, con el egoísmo, por estar recostados al pasado, por retrógrados.
Qué hermoso sería que se deslastraran de todo eso y empujaran junto con nosotros -que no debemos estar del todo equivocados, como piensan- hacia el mismo lado al carro de la nación y continuar alcanzando la independencia plena con SOBERANÍA.
Ahora más de lo bonito. El concierto estuvo supremo, por razones de espacio no ampliaré detalles del programa. Se inició con la participación de la Coral Sinfónica de Anzoátegui y la Coral de la UDO, siempre magistral, bajo la dirección del insigne profesor Rafael Silveira.
Luego se incorporó la OSA, la Orquesta Sinfónica de Anzoátegui, siempre bajo la impecable y amena dirección del maestro Yuri Hung, también la Sinfónica Juvenil y luego la Sinfónica Infantil, para el final ya que su insigne directos y conductor de hermosos infantes, es, desde donde esté, Oscar Oropeza.
Esa tarea la cumplió la delicada y cariñosa profesora Maricruz Chacón (compañera de Junta Directiva, junto con Rosa, Yuri, García Rosas, hasta que hace meses me desincorporé, lamentablemente, por estar en la Misión Vivienda.
Para finalizar vino lo apoteósico: Las tres orquestas y las dos corales interpretar, con la emoción a reventar, dos extraordinarias melodías: “Gloria” de Vivaldi y “Aleluya” de Haendel
Todos de pie aplaudiendo le hicimos arrancar a Yuri y a la conjunción de artistas, las gloriosas notas de nuestro Himno Nacional. Y casi todos cantamos sintiéndonos como de esos maravillosos coros. ¡Gran Noche!
¡Paz a las almas de Adrianita y Oscar!
Aún lo sublime de este final mío, así lo creo, debo concluir con el famoso “pero…” Ese concierto, camaradas, como muchos otros vibrantes, se efectuó en el salón principal del Hotel Venetur Mare Mares, ¿qué les parece? Otras veces son en la Sala Cultural de Pdvsa, cuando no en las canchas de los barrios para llevar esa música elevada a los compatriotas menos acostumbrados.
Y lo absurdo, todavía el Sistema de Orquestas de Anzoátegui no cuenta con sede propia. Alquila un pequeño edificio de un dueño que ha sido considerado y los alquileres no son altos.
¿Necesitaremos un gobernador músico para que impulse de verdad esa ilusión?
Quiero destacar que antes de iniciar el concierto Yuri leyó una sensible carta escrita a mano del maestro Dudamel, no escuché si por el Maestro Abreu también, sobre Oscar y Adriana.
Yo, tal vez muy crítico y regionalista, hubiese querido ver en la sala al Maestro Abreu, que siempre viaja.
edopasev@hotmail.com