René Descartes…
¿Quién gana con la expulsión del Gato Briceño del PSUV, que se declarado en lucha con una parte del pueblo, y los trabajadores monaguenses, en contra del gobierno nacional bolivariano? ¿La lucha del Gato, es la lucha del pueblo de Monagas? ¡Pregunto nada más!
El Estado Monagas hoy, está en una situación de precariedad: aislamiento, carestía, pobreza, enfermedad. Son una muestra más de que la revolución bolivariana, lo que heredó del sectarismo podrido de la IV República debe ser derribado, por el bien de todos los pobres, y trabajadores de ese estado oriental.
La única arma con la que dispone el pueblo monaguense contra los abusos de poder es la inteligencia. La destitución del gobernador Briceño se ha convertido en una batalla mediática por la justicia y la libertad. La información veraz hoy con el uso de la tecnología comunicacional de IV generación es muy clave; y las imágenes sobre el acoso anti-socialista son muy imprescindibles. Presidente Hugo Chávez, con el uso de la fuerza hoy en día, no se gana a la opinión pública, menos al pueblo trabajador que nos observa.
Cuando muchos militantes con una amplitud de criterio, seamos capaces de mostrar la realidad que tenemos cerca y mostrársela al pueblo, menos dependeremos de los medios públicos y privados, en el tratamiento de la información y, de los aberrantes y bastardos intereses políticos y económicos. “Ojalá este articulo no me sea censurado, ya que lo escribo con el corazón y las vísceras en la mano”.
Los días transcurridos, en ninguno de los bandos en pugna los ánimos de lucha han bajado, por el contrario, más fuertes son los combates mediáticos contra la represión , y donde más odio se acumula contra una situación que se ha reído de las justas demandas del pueblo de Monagas; por otra parte el gobierno se ha endurecido: sacando declaraciones públicas de que “no cederán ante el fascismo”, en estas circunstancias ¿a quién favorece este conflicto al movimiento del “Gato”, al gobierno, o a la oposición?
El gobierno nacional pudo zafarse de ese conflicto en aquel momento para continuar con éxito su misión 7-O, pero sin caerme a cobas, este conflicto le ha dado un respiro a la oposición regional para pensar fríamente como contraatacar, para dividir la votación bolivariana en las presidenciales, o cómo desviar la lucha sin darle ninguna concesión importante de triunfo para el psuv de Monagas, ya que en estos momentos, no hay ninguna condición favorable para ganar la revolución bolivariana algo que el mal manejo político lo ha vuelto estéril. Por otra parte la más brutal represión en el cierre de unas emisoras, tal como si se hubiese declarado un toque de queda regional. ¿Qué balance hacen de esta medida los máximos dirigentes del PSUV?
Este tipo de decisiones y medidas vitales para el revolución bolivariana se están tomando entre cuatro paredes por un solo individuo, dónde están las opiniones de los altos dirigentes en la toma de estas decisiones. Todo esto ocurre por el hecho de que no existe un espacio abierto en que muchos sectores militantes de la revolución bolivariana de ese estado, tengan donde opinar para dirimir este conflicto dónde estén además todos los sectores en pugna. Esto si sería un golpe de gracia definitivo para triunfar en esta lucha.
Es necesario y urgente en este caso de Monagas levantar un espacio abierto, una verdadera asamblea socialista y revolucionaria de carácter popular que funcione como catalizador de cada sector en todas, y cada una de las decisiones que competen a ese conflicto regional, donde están involucrados militante activos del psuv de Monagas.
Se debe organizar con mucha seriedad la defensa real y efectiva de la revolución bolivariana monaguense, donde ha quedado demostrado durante estos días de pausa que la violencia policial y militar, en la toma de instalaciones del gobierno regional no da tregua, no volvamos a confiar en las trampas. ¿De quienes en su mal accionar, no dan muestras de querer luchar hasta el final?, de nuestra claridad en esta lucha depende el triunfo con Hugo Chávez el 7-O. Basta de un Estado Monagas políticamente precario.
