“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido al sencillo arte de vivir como hermanos.”
Martin Luther King…
Analizando, y extrapolando hacia la revolución bolivariana, “los diez consejos para los militantes de izquierda” de Frei Betto, cuando se utilizan los métodos políticos-operacionales de la derecha; para lograr el estado de bienestar en los gobiernos de izquierda. Pero cuando aparece el descontento, del pueblo cuando reclama mejor calidad vida, y para no quedar mal con los grandes de la nomenklatura político-económico. La burocracia rojita se comporta como el militante raso, pero sin dejar la comodidad de vivir como burgueses, asumiendo una falsa posición de revolucionarios frente a los que realmente luchan por el bienestar del pueblo venezolano.
Dentro de la revolución bolivariana, hay mucho arribista en posiciones de poder disfrazados de militante de izquierda, que política e ideológicamente no convencen a nadie, porque carecen de argumentos frente a las masas. Son los individuos mediocres que se enchufaron en el poder ocupando los primeros puestos, y la cabina de mando del tren revolucionario. Siempre hablan en nombre de una supuesta revolución social y colectiva, pero resolviendo la mayoría de ellos, en primer lugar sus intereses personales.
Según el teólogo brasileño Frei Betto: Un verdadero dirigente de la izquierda socialista, adopta siempre la doctrina o criterio de Norberto Bobbio. Ya que la derecha considera al desequilibrio social a algo tan natural como la diferencia existente entre el día y la noche. El militante de la izquierda socialista bolivariana, tiene que enfrentar esta problemática social como una perversión social la cual debe ser extirpada de cuajo.
Mucho burócrata bolivariano (como los vemos a diario: alcaldes, gobernadores, ministros, diputados etc.) que dicen ser de izquierda han dejado de "ensuciarse" los zapatos, al no visitar las barriadas populares donde el pueblo pobre vive, lucha, sufre. Ahí es donde entra la contradicción entre la teoría de ser de izquierda, cuando se hace política de derecha.
La vergüenza causada por la inquisición, hizo que los cristianos abandonaran los valores y las propuestas del evangelio. El fracaso del socialismo estalinista y totalitario en la ex-URSS, y todo el este europeo no debe sembrar el temor en el pueblo venezolano, a descartar el socialismo del horizonte del progreso de la Venezuela Bolivariana, por la mala praxis de ciertos estalinistas dentro del proceso bolivariano.
Muchos dirigentes de la revolución bolivariana cambian de posición cuando comienzan a buscar piojos en cabezas de alfiler. Cuando alguien (caso del gato Briceño) se aparta de la línea del poder bolivariano, muchos burócratas estalinistas se vuelven ácidos, y acusan a sus ex-compañeros de corruptos y fascistas. Como lo dijo Jesucristo, vemos el polvo en el ojo del otro, pero no ven la viga en el ojo propio. Sin preocuparse por mejorar las cosas no resueltas en 13 años de gobierno. Comportándose como unos simples espectadores de la problemática social, terminando en ser cooptados por el sistema capitalista que dicen combatir.
La autocrítica en revolución, no sólo es el admitir los propios errores. Es admitir también ser criticado por los militantes del proceso bolivariano.
Por los medios de comunicación siempre vemos a “altos dirigentes” que se jactan de saber mucho de la ideología socialista, participan en todos los eventos, actúan en todos los frentes de la revolución bolivariana. Su lenguaje siempre está lleno de explicaciones y retoricas revolucionarias, y los efectos de sus cotorras revolucionarias en varias regiones del país, en cuanto a los resultados electorales del 2007, 2008, y el 2010 han sido un verdadero desastre.
Un verdadero socialista mantiene siempre vínculos profundos de solidaridad con el pueblo, estudiando su problemática, reflexionando; valorando de forma determinada su actuación e influencia en las masas. Analizando siempre los vínculos orgánicos de los diferentes niveles del poder publico, con los proyectos comunitarios.
El militante socialista debe siempre actúa por principios. Porque la derecha liberal, siempre actúa por intereses. Un revolucionario puede llegar a perder todo, la libertad, el empleo, la vida. Pero lo que no debe perder nunca es la moral. Un dirigente corrupto, desmoraliza la causa revolucionaria que dice defender. Abonándole el terreno a la oposición hacia las presidenciales del 7-O.
El revolucionario socialista es un servidor público, dispuesto a dar su propia vida para que otros tengan vida. No debe sentirse humillado por no estar en el poder.
Convivir con los excluidos pobres no es tarea fácil. Porque siempre existe, la tendencia a idealizarlos, cuando se descubre que entre ellos existen los mismos vicios existentes en las demás clases sociales. Ya que ellos no son mejores, ni peores que los demás ciudadanos venezolanos. La única diferencia es que son pobres y excluidos socialmente, privados injustamente de los bienes esenciales de llevar una vida con dignidad. Por eso, que en la revolución bolivariana estamos al lado de ellos. Por una cuestión de justicia social. Estando del lado de ellos se aprende muchas cosas con ellos.
Fuente: Frei Betto, teólogo brasilero y asesor de Lula da Silva, ex-Presidente del Brasil.
Percasita11@yahoo.es