Una basura más que se
acumula en la mente de las personas, del sexo que sean.
La cultura es tan distante
de lo expresivo de ella misma, que hay que ir un poco más allá para entender lo
que es la cultura. Es más, del hecho o la acción política, sea de izquierda,
derecha o centro, siempre saldrá disparada del acontecer cultural.
No podemos ser políticos o
actuar como políticos, si no entendemos el hecho cultural propiamente dicho que
rodea a los seres humanos. Es una profunda estupidez pensar que el hecho
político es primero que la cultura. Lo hemos escuchado en alguna oportunidad en
los corrillos.
El hecho más trascendental
del ser humano es la cultura y, después, viene lo demás. Y es la cultura, ese
modo de hacer, de apreciar de ver, de pensar, de capturar con el espíritu y el
pensamiento, lo que define la vida misma.
La política, que es ese modo
de teorizar, de hacer estrategias y actuar sobre las conductas de los seres
humanos en función de la transformación de la realidad y para la orientación y
el control de la sociedad –hay que reconocerlo- es un apéndice del hecho
cultural.
Y de hecho, por eso es que
algunos suelen decir que, “sin cultura no hay revolución”, dicho que revela lo
que algunos suelen ignorar, es decir, ignoran o no le prestan importancia a lo
cultural, porque eso no da bono, no aumenta el sueldo o no da un ticket alimentario.
Y quienes piensan de ese
modo, hablan lo que algunos definen como gamelotal o paja, porque jamás piensan
en el contenido de la cultura, simplemente hablan de ello por su apariencia
vistosa, pero jamás de lo que ese hecho cultural puede decir.
Ignorar el hecho cultural
simplemente significa una cosa: Un ser humano que se niega a aprender más de lo
que la valiosa vida le aporta cada instante de su vivir.
Mucho más, negarse a lo
cultural en sus más variadas expresiones, significa aceptar la esclavitud en
sus propias vidas, significa decir que la dedicación automática al trabajo o
empleo poco creativo, es
más importante que aprender.
Es aceptar un modo esclavo de vida que no siempre se nota. ¿Entonces, como profundizar nuestra revolución sin reconocer el hecho cultural?
estacio_conac@yahoo.com