Bertold Brecht….
Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie: “Frase de Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su novela ll Gattopardo”. Por analogía se puede definir muy bien lo que probablemente sucederá en Venezuela si el candidato de la oposición, Capriles Radonsky, gana la Presidencia de Venezuela el próximo 7 de octubre. Anticipando a este supuesto triunfo electoral, es por el cambio de discurso del candidato presidencial opositor venezolano, que de ipsofacto se ha vuelto partidario de las políticas de (bienestar), y de las misiones sociales del gobierno bolivariano que preside Hugo Chávez.
La situación económica y social en Venezuela, el mejoramiento de la situación socioeconómica en la mayoría de los hogares venezolanos, las elecciones presidenciales en octubre, y de gobernadores en diciembre, atraen la atención de la mayoría de los analistas y economistas venezolanos y extranjeros, donde se resalta que Venezuela no es un país en recesión económica, y con graves problemas sociales, como lo señalan constantemente los opositores de la revolución bolivariana.
La oposición sigue apoyándose en los discursos anti-comunistas trillados para reducir la ventaja de Chávez sobre Capriles, los miembros de la MUD están demostrando una vez más, entre otros desaguisados, y ante el masivo avance electoral de la opción bolivariana.
Donde se combina el discurso político con el sector privado más rancio, para hacer ver a la opinión pública venezolana que se está reduciendo la ventaja de la candidatura bolivariana. La economía venezolana está en crecimiento. Y a medida que las finanzas públicas mejoran, el resultado es un aumento en la inversión social, y en la infraestructura publica.
Esto es lo que está sucediendo, en la mayoría de los sectores de la economía, e incluso dentro del sector informal. El comando Venezuela opositor rápidamente está quedándose sin ideas, y de tiempo para tomar una decisión sobre “el cambio del candidato Sísifo”, que no sube la empinada cuesta, y la asfixiante mediocridad que lo mata electoralmente, según el “Brujo Ramos Allup”.
La continuación de la política socioeconómica del crecimiento bolivariano, pronto convencerá a los simpatizantes del núcleo “duro” de la oposición “, que están atascados en una “peligrosa espiral descendente y demagógica de su candidato”, no solo se prevé el colapso del candidato opositor, sino un colapso político en toda la oposición venezolana.
Las elecciones del 7 de octubre, puede proveer la palanca para el despegue político definitivo de la revolución bolivariana, con la adopción de políticas inimaginables y más cónsonas con la CRBV, para enfrentar la crisis social aun sin resolver. Y la razón principal es que un nuevo triunfo de Chávez es la derrota de las dos ultras (izquierda y derecha), principales socios de la burocracia estalinista que impiden el posicionamiento del proceso revolucionario, como lo señala Mariátegui.
La elección de Hugo Chávez como Presidente de Venezuela en las elecciones del 7 de octubre “puede muy bien cambiar la dinámica política en Venezuela”, aun cuando la oposición se ubica con un porcentaje de votos muy importantes. No se puede ignorar, los amenazantes peligros políticos y sociales neo-liberales, que se ciernen sobre Venezuela si triunfan las políticas impulsadas por el Candidato Henrique Capriles.
Hasta el momento la cúpula del comando Carabobo no debe permitir que la realidad se interponga, en la mente del venezolano con lo “bueno de la teoría neoliberal”, ya que no se puede “ignorar esta oferta electoral del campo opositor” que constituye la realidad de los profesionales trabajadores.
Capriles ha dicho que si es electo Presidente habrá cambios en la dirección de PDVSA. No somos un país cualquiera, el mundo tiene los ojos puestos en Venezuela, ya que el candidato de la MUD ha indicado que “muchos chavistas” están llamando para adherirse a su causa. Esto ni siquiera ha tenido una repuesta contundente del comando Carabobo. Capriles no se debe seguir apoyando por más tiempo, en el supuesto llamado de revolucionarios (la talanquera) a su comando.
Para este analista la posición de Capriles Radonsky, sino se contrarrestan con argumentos que convenzan al elector indeciso, puede hacer nacer un bloque de ‘ninis’ que favorezcan las políticas de “crecimiento electoral”, de esa candidatura, y le dé una mayoría de votos a su candidatura el 7-O. Esto explica que por estar jalándole bolas a nuestro candidato Hugo Chávez, en un necio culto a la personalidad, no se haya adaptado rápidamente una estrategia para frenar “la trampa política”, que en sus continuos llamados hace Capriles a los indecisos para lograr su “crecimiento electoral”.
En otras palabras, lo que nos dice la oposición es que para ganarle a Chávez lo único que importa, es que deben adoptar políticas que promuevan la confusión mientras practican la técnica del gatopardo, todo esto sin alterar ni amenazar el orden existente, sin poner en tela de juicio a el establisment que permite la sobrevivencia del puñado de oligarcas políticos que controlan los tableros principales, las palancas sociales, políticas y económicas, para así seguir apropiándose de la mayor parte de la riqueza de los venezolanos. Siempre a lo largo de la historia, se ha sostenido que no hay solución sin ruptura.
Lo que estamos viviendo en este siglo XXI, no tiene nada de nuevo. Desde el siglo 20 hasta hoy, las crisis económicas siguen dejando un caudal de miseria, desempleo y exclusión, y se sigue concentrando la riqueza en unas pocas manos ahora de nuevo cuño.
En el sistema inmunológico del cuerpo social de la revolución bolivariana, se han ido acumulando los anticuerpos creados para luchar contra el neo-liberalismo. Como es la conciencia contra la explotación del trabajo asalariado por el capital salvaje, así como las diversas formas de organización, y de la lucha social. Con sindicatos propios a los intereses de los trabajadores, con agrupaciones sociales fuertes, con ideas y experiencias para luchar por una Venezuela mejor, respetuosos de las normas, leyes etc. Y de ser más justo con el ciudadano.
Por todo esto es difícil pensar que el 7-O, exista una “salida fácil”, cuando el candidato opositor esta lanzando una “política” de captación, hacia el elector indeciso. Y el comando Carabobo continúa con la retorica estalinista, mientras otros planifican, desarrollan y consolidan este sistema neoliberal importador, apátrida y chupa-sangre, a favor del candidato opositor. A menos que el pueblo venezolano se decida por una verdadera ruptura, por una verdadera revolución bolivariana que permita ir a la raíz del mal.
Por los momentos, por lo que se ve, y de lo que vendrá, podemos tener la percepción, es que será más de lo mismo, pero con un envase diferente.
Percasita11@yahoo.es