La denuncia de un supuesto mensaje oculto en el crucigrama de Ultimas Noticias del miércoles no abona para nada a la credibilidad de nuestras denuncias en torno a los planes conspiradores de la derecha. Es de una truculencia rebuscada impresionante que se haga esto ¿De qué película barata de espionaje saca alguien que se dé órdenes de asesinatos por medio de un crucigrama? ¿Qué necesidad tendría la CIA o quien fuese de apelar a una pendejada infantil como esa? Con todo respeto al camarada Pérez Pirela, debemos hacer de nuevo el llamado a ser serios y responsables con lo que decimos en los medios públicos. Pérez Pirela tiene un excelente programa, muy visto y apreciado por muchos, incluido yo. No tiene ninguna necesidad de acudir a estas fantasías.
Por otra parte, es lamentable el uso irresponsable de los medios electrónicos como el Twitter, que hay que adjudicárselo también a algunos sectores minoritarios del chavismo, que más bien deberían dar ejemplo de responsabilidad. El crucigramista de Ultimas Noticias, Neptalí Segovia, injustamente señalado de algo tan grave como formar parte de un complot homicida, se refirió ayer al tema cuando manifestó sentirse asombrado por las reacciones en las redes sociales y dijo que las mismas no tienen ningún asidero. Si estos revolucionarios fuesen responsables deberían usar el Twitter para disculparse ante este trabajador, excelente y veterano crucigramista, quien inclusive elaboraba, hasta no hace mucho, el crucigrama del diario revolucionario Ciudad CCS ¿Saben los calumniadores que Segovia define la palabra “Alí” no como la mayoría de sus colegas, que usan “Yerno de Mahoma”, sino como “El cantor del pueblo”? Al César lo que es del César.
Si nuestro Canciller Nicolás Maduro, en muestra de humildad y responsabilidad, se disculpó públicamente por haber usado inapropiadamente un término que apareció como homofóbico ¿por qué no hacen lo mismo quienes levantaron el infundio contra Segovia? Desde aquí le pedimos disculpas a este señor, en nombre de la Revolución y del pueblo, aunque este último en realidad no participó de la calumnia, sola una parte de él, honesta seguramente, pero muy confundida, sin dudas.
Hacemos un llamado solidario: no nos parezcamos a nuestros enemigos, porque eso es lo que en el fondo ellos quieren: que todos nos hundamos en su pantano. Acusar a alguien de estar involucrado en un plan homicida y hasta magnicida no es cualquier cosa. Los revolucionarios, como hombres y mujeres de bien, tenemos el deber de tomar en consideración no solo a las personas individuales, sino también a sus familias, que son igualmente afectadas por estos infundios. Vamos a preguntarnos profundamente: ¿Quiénes somos? ¿Qué queremos? ¿Qué valores representarnos? Si vamos a exigir a la canalla mediática información veraz, comencemos por ser el ejemplo ¿Este caso, que recuerda las novelas de espionaje de pacotilla de la sub-literatura, no revelará que estamos viendo demasiada televisión gringa?
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