Me refiero al tal Capriles, que está salado porque para colmo de males y por si fuera poco, ahora él tiene que cargar un bacalao tan pesado como un saco´e plomo: Álvaro Uribe Vélez Nº 82.
Explico:
El mabitoso quiere llegar al “Cielo” y para ello intenta trepar por una escalera chiquita, obvio, insuficiente; y, no sólo eso sino que ahora es peor puesto que a la dificultad citada se le añade otro suplicio chino, cual es cargar nada más y nada menos, sobre su espalda, a Uribe.
No siempre lo seguro es lo mejor, el mundo de la quietud es insufrible cuando ésta se da en un contexto de injusticia y de represión social, así que es preferible entrompar la turbulencia social y política que esta parejita disfraz de Batman y Robin, pretende imponerle a Venezuela, ante que se haga tarde.
Un camino inseguro y que además conduce hacia la tragedia de las fosas comunes promovidas por Uribe en Colombia, es lo que Capriles promete para Venezuela y eso tiene que llamar a reflexión a la propia gente opositora, todavía a tiempo de rectificar su orientación.
Huelga decir que la escalera grande sólo la tiene el pueblo.