Abordar sólo alguno de ellos ya resulta lo suficientemente revelador. En el caso de la selección nacional de futbol ha bastado con que el Estado haya garantizado brindar apoyo financiero al equipo para que enseguida los esfuerzos, desvelos, sudores y lágrimas de los jugadores y técnicos pasen a ser despreciados por algunos –afortunadamente pocos- en demostración de mera oposición visceral y por tanto, insustentada. La ronda eliminatoria hacia el mundial Brasil 2014 que continúa hoy pone a rodar el balón no sólo contra los rivales foráneos que dentro del campo de juego también demostrarán sus deseos mundialistas sino que fuera de él algunos le impondrán el injusto reto de demostrar que los éxitos deportivos no dependen principalmente de tal o cual patrocinio sino de la dedicación, del corazón y del amor por un país. Y por si eso fuera poco, tocará enfrentarse también contra uno de los principales expatrocinantes de la selección, quien hasta ahora se ha adjudicado como propios los éxitos alcanzados por el seleccionado nacional. ¿Manipulación? ¿Agendas ocultas? ¿Qué será lo que si se puede? Está en el juicio de los lectores sacar sus propias conclusiones.
Profesional o amateur, desde eliminatorias mundialistas y Juegos Olímpicos hasta juegos parroquiales, quienes amamos al país brindamos total apoyo a nuestros atletas, sin mezquindades, sin condiciones.
Sea cual sea el escenario, trátese del deporte que se trate, no escatimamos en gritar frente a cualquier circunstancia y adversario: ¡Viva Venezuela!
oliver.reina@gmail.com