La sociedad venezolana conoce el fascismo de Henrique Capriles Radonski porque la Historia no es un objeto que podamos “enmochilarla” para esconder actitudes, comportamientos, pensamientos y reacciones poco cristiano-católica-judaicas. No debemos llamarnos a engaños, ni en alcagüeterías, ni actitudes pequeño-burguesas acomodaticias para estar bien “con Dios y con el diablo”. A decirlo en palabras de Raimon Panikkar: “la conciencia no histórica está asociada a la inmanencia, como el hombre histórico lo está a la transcendencia” (Panikkar, Raimon. “La conciencia histórica” en “La intuición cosmoteándrica”. Ed. Trotta. Madrid, 1999, pág. 129).
Reiteramos, son tiempos de definiciones muy serias cuando vemos como las derechas están a “todo dar” buscando escenarios-espejos comparativos a Libia y Siria y reclamar, una vez conocidos los resultados de las elecciones presidenciales del 7-Octubre, las violaciones de los derechos humanos de los votantes del estado Miranda, Carabobo, Táchira, Lara, Nueva Esparta, Miami, Nueva York, Madrid y el hiper-espacio. En esos momentos, la MUD le hará un llamado a los “Vengadores” (léase: trucutú, el fantasma, el zorro, robin porque batman está ocupado en Siria y a otros fantásticos) para que con “sus poderes poderosos y capitalistas” nos salven de “este comunismo que nos está matando”. Pero, cuidado, este comunismo no es chavismo; son dos conceptos diferentes porque si fuera, simplemente, comunismo pues sería más tradicional combatirlo, es decir, llamaríamos a la puerta de la Guerra Fría y listo; pero el chavismo es una expresión telúrico-histórica como bien lo tratan de explicar los autores de ese nuevo texto que busca hacernos comprender qué es el chavismo y porqué está pasando en Venezuela lo que está pasando y que tantos dolores de cabeza les está dando a “tirios y troyanos”, a unos por alienados-capitalistas y a otros por conciencias blandengues.
El texto en cuestión referido es: “Chavismo, entre la utopía y la pesadilla” (Ed Venezolana C.A. Serie Pensamiento. Mérida, 2012, pp. 340). Al ser una compilación, disfrutamos de autores como José Rodríguez Iturbe, Lionel Muñoz Paz, Alejandro Cardozo Uzcátegui (ed.), Vladimir Aguilar Castro, Isabel Olivar Tascón y otros. Nos preguntamos: ¿lo habrá leído Capriles Radonski? De seguro que Ramón Guillermo Aveledo ya lo habrá disfrutado pero quien es el candidato elegido democráticamente por unos 3 millones de electores (por eso lo del ungido. Si no comprenden, al diccionario) a enfrentar al candidato del Poder Popular que es Hugo Rafael Chávez Frías, es Henrique Capriles Radonski. Pero tenemos algunos comentarios. Procedamos, entonces.
El título nos dice que el chavismo se encuentra en ese rango que va desde la utopía a la pesadilla. Interesante calificación. Es arriesgado por no decir osado calificar al chavismo como una utopía como es ideológico calificarlo como una pesadilla. En primer lugar, se debería definir, conceptualmente, sí ello es posible, qué es chavismo para poder alcanzar una mayor y profunda crítica objetiva sobre sus paradigmas y, obviamente, sus objetivos. Regresemos a Panikkar quien expresa en el texto citado que “…todo sistema económico moderno está basado en el crédito, es decir, en la hipoteca del futuro…” (Idem, pág. 131) Todo lo contrario al Plan Nacional Simón Bolívar, así de simple. Además con las Misiones y a través de ellas se desarrolla una profunda contradicción con la aseveración propuesta por Panikkar; es decir, que dicho Plan referido más arriba es la contradicción de la utopía propuesta en el título; para decirlo con otra frase, es la utopía convertida en realidad por lo que, conceptualmente, deja de ser el chavismo una utopía para convertirse en objetiva realidad ejecutiva.
El otro concepto calificador del chavismo, según, sería “la pesadilla”. Pero ¿Qué es pesadilla? Pues, según el Diccionario Ideológico de la Lengua Española, la define como “…disgusto o preocupación grave y continua…” (pág. 645). Totalmente, de acuerdo. Las derechas ven y disfrutan (sic) del chavismo en pesadilla, con angustia, como Sísifo como bien nos educa Panikkar cuando nos dice que “…para que el hombre pueda ser salvado de esa desesperación [se refiere a la angustia de lo real histórico; es decir, al carácter fascista de Capriles Radonski, nos opinamos], de no lograr nunca nada o no alcanzar ningún objetivo…” (Ibidem, pág. 128). Para expresarlo en referencia histórica. Cuando se analiza el “Golpe de Abril” podemos extraer dos (2) lecciones: la primera es la manifiesta incapacidad de lograr consolidar el golpe de estado (¡gracias a Dios!); y, en segundo término, la forma como se expresaron las bandas fascistas de esas derechas cobardes que nunca se solidarizaron con “Pedro, el breve” (así se manifiestan siempre e históricamente la burguesía y la clase media mayamera). Esas objetivas realidades han desarrollado “la pesadilla”, es decir, el “síndrome Sísifo”. Pero regresemos a Capriles Radonski.
¿Es Capriles Radonski anti-chavista? En el día de anteayer (domingo, 10 de junio, 2012) Capriles Radonski inscribió su candidatura como candidato presidencial a las elecciones, democráticas, legales y legítimas, del 07 de octubre próximo. Durante sus palabras (necesario diferenciar entre palabras y discurso), reiteradamente, se refirió a Dios quien, opinamos, pareciera que anda más preocupado por el gobierno de Rajoy y por los españoles cuando la ministra del trabajo del gobierno de derechas de la Corona borbónica elevó un deseo para que la Virgen del Rocío le echara una manita a la crisis de la Moncloa y Dios-Hijo, como buen Hijo, arrimará el hombre allá –España- porque acá –Venezuela- pareciera que estaría de acuerdo con la forma como en las Misiones se estaría cumpliendo con aquel mandamiento de “amaos los unos a los otros”, mutatis mutandi, las Misiones. Amén!
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