Las bandas armadas…
Venezuela referencia en la lucha contra el imperio y el neoliberalismo…
Una vez más la patria de Bolívar, de Miranda, de Sucre, de Piar y de Simón Rodríguez es referencia para el mundo. La XVIII edición del foro de Sao Paulo, fue escenario para el debate en torno al papel de los pueblos del mundo en el marco de las nuevas realidades políticas, económicas, culturales, industriales, ambientales y sociales en general de las naciones del planeta, con especial énfasis en el continente americano. Algunas de las conclusiones de este evento que debe ser visto más allá de un encuentro de los partidos de izquierda, hablan de la necesidad impostergable de la unión entre los pueblos, la integración de esfuerzos y la complementariedad como factores indispensables para asegurar la soberanía.
Dice el documento final del Foro que “la integración tiene una base política, responde a una realidad cambiante y cuenta con una base material que son las fuerzas productivas y los recursos naturales cuantiosos y diversos, los bosques, el petróleo, minerales de todo tipo, tierras raras, el gas, amplias extensiones de tierra para el cultivo y la cría y, lo más importante, la integración cuenta con la diversidad cultural y humana de más de 500 millones de seres”, esa es una realidad que nos hace fuertes, pero que a la vez nos convierte en blanco de las estrategias de dominación de la cultura imperialista, la cual aún cuando cambie algunas armas por los mecanismos de sometimiento propios de la guerra de IV generación, sigue siendo peligrosa, altamente bélica y nefasta.
Los luchadores sociales, líderes, intelectuales y dirigentes políticos asistentes al Foro de Sao Paulo coincidieron en señalar que el proceso de integración debe buscar políticas comunes en el manejo y uso soberano de los recursos naturales, ello incluye la defensa del agua y su reconocimiento como un derecho humano. Fue un tema común y trascendente la necesidad de contar con una política común, de desarrollo sustentable, con ciencia y tecnología, desarrollo humano inclusivo, con prioridad para las mujeres, la niñez y la juventud. Cuando los venezolanos y venezolanas conocemos de estos resultados, podemos sentirnos aún más orgullosos del proceso político que vive Venezuela de la mano de Hugo Chávez.
No hemos arado en el mar. Hemos avanzado y debemos seguir conquistando espacios bajo esta orientación. La revolución venezolana además de ser bolivariana y socialista es profundamente humanista y ecológica. Se ha entendido y se ha concebido incluso en los documentos que son sustento ideológico de la revolución la cultura eco-socialista. La magnitud de los recursos naturales renovables y no renovables que existen en nuestra región, nos obliga a sellar compromisos por la defensa del medio ambiente, emprender una ruta de desarrollo industrial, tecnológico y científico de gran envergadura y hacer respetar los derechos de los pueblos originarios y su derecho a la consulta. Iniciativas todas que son inspiración de este proceso revolucionario que encarna un soldado de la patria como Hugo Chávez.
En cada uno de estos eventos es tal la madurez de los líderes de los países comprometidos con la liberación de los pueblos, con su crecimiento y con un desarrollo humanista que coloque la economía al servicio del hombre y no al hombre al servicio de los intereses económicos. Es tan grande nuestra identidad que uno se siente un poco como Lula, como Correa, como Cristina y como cada uno de los hombres y mujeres de estas naciones que alzan su voz en cada encuentro para transformar el mundo para bien, luchando contra el capitalismo salvaje, el neoliberalismo y la guerra, invocando la paz, la soberanía y la integración.
Este evento estremeció los cimientos de la contra revolución, del oposicionismo rancio, de los apátridas que han pretendido aislar a Venezuela del contexto mundial. La asistencia de más de 800 delegados y delegadas, provenientes de 100 partidos y organizaciones de 50 países de los cinco continentes es más que una demostración de fuerza numérica. Es por el contrario, una demostración de unidad del pensamiento, unidad en las ideas y voluntad para la integración. La libertad y la independencia sigue siendo un compromiso de América y del mundo. Podemos seguir coreando con patriotismo: seguid el ejemplo que Caracas dio. El Foro de Sao Paulo, realizado en nuestra Caracas estuvo impregnado de esperanza, de coherencia revolucionaria y de fervor patrio. Por eso decimos sin titubeos, viva el Foro de Sao Paulo, vivan los pueblos libres, soberanos y antiimperialistas, viva Venezuela, viva la revolución Bolivariana y viva Chávez.
Solo resta pasar de la propuesta a la acción. Lo dijo Chávez, quien definitivamente es un hombre de acciones. La potencialidad del Foro de Sao Paulo debe ser fortaleza para los pueblos del mundo. Mientras la derecha debilitada pero hegemónica se resiste a morir, las izquierdas del mundo, los países libertarios del mundo dieron un claro mensaje que aún resuena en las mentes de los imperialistas de adentro y de afuera. No podemos pasar desapercibidas las reflexiones de la juventud revolucionaria presente en el Foro. Ellos alertaron sobre los niveles de agresividad del imperio. De su declaración se desprenden importantes insumos para el análisis y la toma de decisiones. Decía Bolívar que “la unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino”, una verdad bien dicha.
Nota bien dicha: Que me perdonen los majunches a quienes hoy no dediqué espacio en mi columna pero el momento histórico no me dio lugar para lo intrascendente.
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