El candidato de la Oposición para la elección presidencial del 7 de octubre, ciudadano Capriles Radonsky, ha hecho uso de terminologías que cotidianamente utiliza el camarada Chávez, precisamente, para combatir a éste y buscar influir en la mente o la conciencia de los votantes. Aquellos camaradas que creen que Capriles Radonsky no tiene nada en la cabeza porque sus discursos están muy alejados de las cátedras de las ciencias de la política, la economía, la sociología y la sicología, pienso que están errados. Entendamos, de una buena vez, que el candidato que requiere la Oposición en este momento de la historia de la lucha de clases en Venezuela, es Capriles y no otro. Es, en fin, a Capriles Radonsky a quien hay que derrotar el 7 de octubre, por lo cual –así lo considero aunque no descarto esté errado- es una perdedera de tiempo andar en eso de hacerle creer a la Oposición que debe buscar otro candidato mejor que el que tiene. En la lucha política, los revolucionarios jamás deben andar diciéndole a la Oposición, a sus enemigos cómo y por qué tienen que unificar todas fuerzas, mejorar sus métodos de lucha, resolver internamente sus contradicciones, no reflejar sus diferencias; en fin: ser lo más semejante posible a lo que debe caracterizar a las fuerzas revolucionarias pero pensando totalmente distinto, buscando objetivos diametralmente diferentes.
En la política, quien ha popularizado el béisbol es el camarada Chávez. Sin embargo el candidato Capriles Radonsky, en uno de sus discursos, dijo en estos días más o menos lo siguiente haciendo apología del béisbol con la política electoral: “El otro candidato tiene catorce año lanzando y tiene cansado el brazo. El otro candidato (se refiere a él mismo) tiene el brazo nuevecito, en óptimas condiciones, no está cansado…”.
Ciertamente, los órganos del cuerpo (entre ellos: los brazos), con el tiempo, se van deteriorando, envejeciendo y agotando. Es lógica inevitable de la vida hacia la muerte. Y si se trata de pícher, los brazos son un arma de primera magnitud, de importancia capital ya que no se concibe un juego de béisbol donde el pícher lance con los pies. Pero, siempre hay un pero, un brazo de pícher sin el manejo de una buena recta y de excelentes curvas no llega lejos en el béisbol.
Si miramos o juzgamos la política con el lente del béisbol tendríamos, haciendo una analogía entre el camarada Chávez y el candidato Capriles Radonsky, que llegar a la siguiente conclusión de lógica dialéctica: el camarada Chávez lleva lanzando 14 años en las grandes ligas sin perder ni un solo partido en juego de serie mundial, es decir, elección presidencial. Posee el mérito incuestionable de no haber tenido que jugar ni en doble AA (Alcaldía) ni en triple AAA (Gobernación). Mientras que el candidato Capriles Radonsky, ciertamente, jugó y salió victorioso 8 años en doble AA y 4 en triple AAA, lo cual suma 12 años lanzando. Es de suponer que su brazo actual no está en las mismas condiciones físicas de los primeros años del 2000. Si el candidato o pícher Capriles Radonsky no reconoce que su brazo está, por lo menos, un poco cansado o agotado para saltar a las grandes ligas, corre el riego que sus futuras derrotas sean estrepitosas.
Ahora ¿puede llegar Capriles Radonsky a las grandes ligas? Hay que esperar el 7 de octubre, pero todo indica, hasta ahora, que los amantes del béisbol no le aportarán los votos suficientes para ver cumplido su sueño que, debemos reconocer, es también el sueño de algunos millones de venezolanos y venezolanas que no quieren que el camarada Chávez continúe pichando por Venezuela. Sin embargo, la mayoría de los apasionados por el béisbol conocen no sólo de lo óptimo del brazo del camarada Chávez, de su poderosa recta, sus efectivas curvas sino, igualmente, que posee una facultad que no ha mostrado el pícher Capriles Radonsky: una extraordinaria capacidad de lanzar la bola con nudillo. Y con éste, el camarada Chávez pone a sufrir mucho a aquel bateador que va con ansia de botársela de jonrón. El camarada Chávez es un pícher “rompecinturas” y por eso es un gran ponchador de sus adversarios. Por eso no es muy común encontrarse con pícher que dure largo tiempo en las grandes ligas que sea querido, aplaudido y ovacionado por la mayoría de los amantes del béisbol. Fidel y Chávez han tenido esa suerte concedida por pueblos amantes y solidarios con bueno gobiernos.
De otro lado, el camarada Chávez posee la experiencia suficiente para seguir pichando con éxitos. Conoce muy bien a los managers del equipo de la Oposición, conoce al detalle a sus jugadores, como recogen la pelota, como batean, como corren las bases, cuáles son los huecos que no son capaces de cubrir, la manera como corren hacia atrás o de lado y, lo más importante, conoce al dedillo al pícher de la MUD, la velocidad con que lanza la bola, por donde lanza la recta y la carencia en el manejo de las curvas y, por si fuera poco, sabe que no domina la bola de nudillo.
Juzgando, pues, la política con el lente del béisbol y comparando al camarada Chávez con el candidato Capriles Radonsky, ambos en el sentido de pícher, podemos concluir diciendo lo siguiente: el primero es el gran experto en “Knuckle”. Sin embargo, los mejores cronistas y analistas de béisbol que incursionan en la política, comparan al camarada Chávez con Roger Clemens, ganador de 7 Cy Young, ganador de dos Triple Corona, catalogado como un de los mejores pícher del siglo, ponchador de 20 bateadores en dos oportunidades en juego de 9 entradas y lanzador de 2 juegos sin hit en una misma temporada. El otro es, por supuesto, el camarada Fidel, quien se retiró del béisbol siendo el más grande de todos lo pícher de la grandes ligas. Y deben saber los managers del pícher Capriles Radonsky que ya en el béisbol al camarada Chávez lo llaman el segundo The Rocker (el cohete), después del camarada Fidel que fue el primero. Clemens jugó durante 23 años en las grandes ligas y su brazo fue considerado como una virtud prodigiosa para conseguir victorias en tantos años continuados. Mientras que el candidato Capriles Radonsky no ha tenido oportunidad de demostrar sus cualidades de pícher en las grandes ligas y, por los vientos que soplan, tendrá que retirarse sin saltar de triple AAA a la carpa mayor. Creo que el candidato Capriles Radonsky está consciente de sus limitaciones como pícher, porque ahora anda haciendo prácticas de básquet y no nos extrañe que se ponga, al final de su campaña, a jugar bolas criollas.
De todas formas, el juego será el 7 de octubre donde cada pícher podrá mostrar sus cualidades físicas y mentales. El pueblo venezolano, en su mayoría, asistirá al partido. Desde cualquier tribuna auspiciaré la victoria del camarada Chávez por paliza. Si no fuese así, no vuelvo a asistir nunca más a un juego de béisbol.