Las expresiones matemáticas siempre, constantemente, contienen un concepto, sean éstas simples o complejas; con razón, Pitágoras decía que Dios habla a través de los números.
En este caso se trata de dos expresiones simples usadas por los polos políticos que actúan en la escena electoral actual, donde las mismas se presentan nominalmente como las estrategias de captación del voto usadas por dos visiones distintas de país, por dos proyectos políticos diametralmente opuestos. Tales estrategias históricamente, con distintos nombres, han sido propias de los grandes partidos de masas que tienen una “maquinaria” que se activa para penetrar en los barrios, urbanizaciones y pueblos para realizar la mejor encuesta, persona a persona, que les permite diseñar los puntos tácticos para la movilización y la logística que implica la misma, entre otros aspectos.
La cantidad aproximada de electorales en torno a los cuales habrán de poner la mira las dos opciones en contienda es de 13.201.086,5, que representa el 70% del histórico de electores votantes, de un universo absoluto electoral de 18.858.695. En ese contexto, ambos factores deben procurar hacerse de la mitad más uno para ganar el siete de octubre, y para ello son de capital importancia las estrategias de captación de votantes, las cuales, sí y sólo sí, serán efectivas sí quienes están detrás de ellas, existen en el imaginario del colectivo electoral (bien por sus obras, carisma, conexión afectiva, plan de gobierno o por identificación ideológica) como un elemento esperanzador. Y es que precisamente, los electores al votar buscan que las ideas que tienen para su desarrollo individual o social cristalicen con la opción elegida.
El 1X10, es la estrategia para buscar el voto chavista, pero no sólo el voto. Ello forma parte de las acciones organizativas del partido cuyo mentor es Chávez, donde tal fórmula numérica simple se transforma al fragor de la batalla social, en una patrulla, o sea, en una unidad partidista arraigada en la comunidad que junto a otras constituyen la base articuladora entre el partido y el pueblo para buscar sus reivindicaciones. Por ello, no sólo se trata del voto. Contiene esta propuesta, además de contactar al votante, conocer sus necesidades y registrarlo para asistirlo integralmente. En esta fórmula subyace una esperanza, la cual se robustece cada vez más con la ejecución de los planes de inclusión social del gobierno actual que aspira la reelección: incorporación de hombres y mujeres a las pensiones por vejez, la gran misión vivienda, eliminación del analfabetismo, entre otros logros que constituyen un caudal de referentes que les permitirían a los electores decidir sin ambages el día de sufragar.
El 1X2, es la estrategia para la búsqueda del voto opositor planeada por la MUD. Surge la misma a partir de los resultados electorales en las elecciones primarias realizadas por la oposición en febrero, donde sufragaron tres millones de personas; esto, según la comisión electoral que manejó con total discrecionalidad el proceso al punto de ordenar la quema de las actas de escrutinios. Ese evento fue turbio, no obstante hubo una cifra final que facilitó enunciar una manera de captar el voto. Su premisa fundamental es que cada uno de los electores de febrero busque dos votos, es decir, supone sumar tres millones tres veces, lo cual evidentemente, les adjudicaría el triunfo en octubre con nueve millones. Pero, tiene esa propuesta la debilidad de la incertidumbre de los resultados reales como dije antes, además hay una falencia conceptual por carecer de un plan de país transparente, que impide el manejo argumentativo suficiente por parte del “uno”, para convencer a sus “dos”. En definitiva, esta es una estrategia del voto por el voto, donde el fin último es el sufragio. Ese 1X2, implica una concepción atomista de las relaciones sociales donde lo colectivo se reduce a su más mínima expresión en la intención de que no se diserte, en la intención de que prevalezcan los estancos sociales.
Pues bien, a once semanas de uno de los eventos electorales más importantes de la historia contemporánea venezolana, la disyunción exclusiva 1X10 ó 1X2, según todos los sondeos de opinión, ya está resuelta: la mayoría electoral, cada uno de sus miembros, está anotado en el “uno por el diez”.
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