En los muy recientes tiempos hemos conocido, bien gracias a Walter Martínez, su equipo y el programa Dossier, bien por informaciones recibidas tanto por correo como por twitter, los desarrollos bélicos que están en pleno desarrollo en las naciones bañadas por las aguas del mar Mediterráneo. Todo el norte africano se ha visto alterado, situación que se ha trasladado a las regiones del Medio Oriente con la misma aplicación teórico-práctica que se desarrolló en Libia, como ustedes bien conocen. Pero ¿es ello, la violencia en transformación de guerra, una imperiosa necesidad de las burguesías?
La profesora Simona Forti, en su texto: “El totalitarismo: trayectoria de una idea límite”. (Herder, Barcelona, 2008, pp. 190) opina que “…si la conciencia burguesa se había fabricado ingenuamente la idea de un futuro de paz…la aparición de los totalitarismos desmiente históricamente…el optimismo liberal burgués [y] contradice de una vez por todas la fe en el progreso social que había sostenido la filosofía de la historia…” (Idem, pág. 63) Estamos conscientes que la autora introduce en el mismo sub-conjunto las realidades políticas en praxis del Poder al fascismo, nazismo, franquismo (aunque no lo menciona) y el marxismo. Nos permitimos marcar una importante diferencia con la autora entre lo que considera como un totalitarismo marxista de la expresión política-Poder stalinista con lo cual se aprecia una muy importante diferencia en el marco de la teoría política.
La autora coliga varias ideas que nos permitimos considerar se contradicen en sus esencias teóricas. En primer lugar, deberíamos demostrar históricamente sí la conciencia burguesa y el futuro de paz se coordinan en sus praxis; en segundo lugar, consideramos que la aparición de los totalitarismos están en íntima relación filosófica con la real conciencia burguesa; en tercer término, el progreso social, tanto en lo individual como en el seno del colectivo social, incluyendo las clases sociales, siempre buscan y tratarán de alcanzar el progreso social. Para nadie es un secreto el progreso social que se alcanzó en Rusia y las Repúblicas socialistas soviéticas durante aquellos años de permitida paz mundial como tampoco podemos negar el progreso que benefició a la sociedad estadounidense una vez superado el Crack del 29 con todo y su macartismo y la 2da Guerra Mundial y su Plan Marshall.
¿Qué es la burguesía? ¿Cuál es la conciencia de la burguesía? ¿Cómo se expresa la burguesía estadounidense? Son tres (3) inquietudes que nos vemos obligados a elevar a sus consideraciones porque, visto el desarrollo de los acontecimientos en pleno desarrollo actual, siendo la Burguesía la clase social que expresa en su propia esencia, es decir, en su conciencia, los paradigmas fundacionales y funcionales del sistema capitalista, en las respuestas podamos alcanzar los porqué de las actuales realidades bélicas en caos que se vienen imponiendo en el norte de África y en el Medio Oriente. En ese marco de propuestas, deberíamos incluir las dos (2) tesis ideo-políticas nacidas en los EEUU de América: “Choque de Civilizaciones” (Samuel Huntington); “Fin de la Historia” (Francis Fukuyama).
Conocemos, por diferentes vías, de la crisis actual del capitalismo que se estaría calificando como de muy grave por su aparente crisis estructural tanto en su estructura (capital) como en su super-estructura (ideología, entre otras). Conocemos las objetivas debilidades consecuenciales de esa crisis del capitalismo: la relación entre materias primas y sus costos; los mercados financieros versus el crédito; los sistemas de distribución actualmente fuera del fuero de los países capitalistas y/o en perfecta contradicción con la tradicional-histórica distribución que se ha venido desarrollando desde la existencia de la Indias Orientales Holandesas; la energía en sus localidades geoestratégicas; y, por último, la crisis de las conciencias sociales (a nuestro modesto entender a partir de la “Guerra de Vietnam”, del “Mayo francés”; Woodstock; Bath, Isla de Wight) que se han desbordado aplastando las normas morales y éticas tradicionales impuestas por ese Estado omnipotente que se ha venido desarrollando desde los tiempos del Emperador Constantino y la incorporación de la fe cristiana a la ideología olimpo-griega (panteón teológico griego) imperante romana. Por lo que nos preguntamos sí ¿estarán regresando las Cruzadas, los Templarios, los Hospitalarios y la Orden Teutónica? Esta pregunta nos lleva a otra: ¿será que las burguesías permanecen sembradas en esa Historia inamovible de “los tiempos pasados fueron mejores”?
Las actuales circunstancias geopolíticas y geoestratégicas que se vienen desarrollando en el mar Mediterráneo y en el Medio Oriente ya llegaron al estrecho de Ormuz y las contradicciones reales entre los intereses de los EEUU de América como adalid de las democracias occidentales-burguesas y las realidades históricas de Irán. Cuando mirando hacia atrás a Libia y a Egipto pareciera que hemos saltado del “caos conspirador” al “caos necesario”. Es decir, Occidente se puede dar el lujo de decir que “…controlamos a los hermanos musulmanes…” (Aparentemente). Cuando nos trasladamos a Siria, el escenario se complica “un poco más”. Analicemos. Supongamos que el actual gobierno sirio es desplazado por Occidente. Supongamos que un kurdo-sirio es impuesto como regidor temporal en el impuesto gobierno sirio hasta las “democráticas elecciones representativas” al mejor estilo-teórico de Washington. (Calificamos esas elecciones como democráticas representativas sobre la base de lo teórico-político de la ideología estadounidense porque, en nuestro modesto criterio, la democracia imperante en los EEUU de América es “chucuta”, con los permisos de don Rómulo Betancourt) Supongamos que, quien no quiere pero puede, Israel se adueña del Golán, completamente. Supongamos que Occidente e Israel declaren que el Líbano tiene que colaborar con ese concepto de “cabeza de playa” (algo así como sucedió en la Normandía) hacia la “reconquista del Imperio persa”. Y, por último, alcanzar el control de las vías de todo el transporte que transita por el Mediterráneo, del Canal de Suez, de las exportaciones de gas y petróleo desde el Caspio, y de la “Ruta de la Seda” hacia el Tibet, la India y la provincia de Sichuan (China). Claro, toda esa realidad afecta, directamente, a Rusia y a Bielorrusia.
Pero lo expresado más arriba, en realidad, no es el problema fundamental según el título que hemos propuesto para estas ideas. Por ello nos inquieta que las burguesías, nacionales y/o extranjeras, sean tan reacias a sentarse a conversar, verdaderamente, y no para “darle largas” a los temas fundamentales para así poder desarrollar el “caos conspiratorio” con la finalidad de imponer sus necesidades-objetivos geoestratégicos. Las burguesías y Occidente, en nuestro modesto entender, están profundamente equivocados en sus políticas en pleno desarrollo tanto en el norte de África como en el Medio Oriente como están estructuralmente errados en sus actuales políticas en el resto del continente africano. Las derrotas impuestas a los “hermanos musulmanes” son temporales cuales pudieran ser demostradas, esas temporalidades, con y desde un análisis de la Historia, la sociología, la religión, la antropología y la geografía de lo real-islámico. En ese orden, los países miembros de la Comunidad Europea al cooperar con políticas a-históricas imperialistas estadounidenses cuando nos referimos a sus relaciones con los países islámico y turco en el marco de su dramática relación histórica mediterránea podrían desarrollar escenarios de caos in crescendo con expresiones evidentemente terroristas.
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