Quiero hablar de cocos. No los cocos que crecen en arboles, ni los cocos generados por las instituciones de educación privada – pero de los cocos que andan por todos lados, en los barrios, en los campos, en las calles. Esos cocos marginados, perdidos, resultado de nuestra propia estupidez al reconocer y mantener activo el sistema de educación colonialista.
Yo sé de que hablo. Tengo un gran amigo que vivió lo siguiente. A los 13 años estudiaba en universidad mientras que también estudiaba segundaría, y a los 14 años fue el solo sin titulo de maestría o doctorado de ser invitado a una conferencia de matemática presentada por Buckminister Fuller en la Univesrité de Montréal en 1974, en la cede principal, donde también, por casualidad fue a una conferencia internacional de varios días sobre la teoría de números en mayo del 2001, y donde asistieron los mas destacados matemáticos en el ámbito de encripción (codificación).
Pero a los 15 años se fue a la calle, porque el mundo colonialista en el cual vivía no tenia ningún sentido para él. Podía aprender casi cualquier cosa en las bibliotecas y asistiendo cursos universitarios en cualquier ámbito, en cualquier momento, ¿entonces por qué tenia que calarse la secundaria y su educación robotica, inventada para crear sirvientes - para enseguida obtener un papel firmado por un robot adulto educador a la orden de los ricos que le diga que “yo ahora soy alguien?” Era, y todavía es, una ridiculez, mejor dicho, una estupidez, una torpeza en contra del talento y creatividad con la cual la gran mayoría de nosotros nacimos. El caso de mi amigo fue particular en que el es terco y afrontado, y no le tiene respeto a cualquier que se crea más importante que otro.
Aun yéndose a la calle, mi amigo sobrevivió lo que es la sociedad supuestamente “civilizada.” Mucha gente no sabe que la gran mayoría de los cocos “no conectados con el sistema” se suicidan o van presos. Son marginados y maltratados, burlados y despreciados dentro del sistema educativo, y dentro de la sociedad occidental colonialista. ¡Estos cocos hay que rescatarlos!
Estos cocos entienden desde su juventud, que el mundo colonialista en el cual seguimos viviendo, es un circo, una falsedad, una forma de someter al ser humano para servir a los vagos ricos, quienes tienen, en su gran mayoría, pequeños cerebros y mucho dinero para comprar sus títulos universitarios – y esto lo puedo comprobar científicamente aquí mismo.
Sabemos que la gran mayoría de los seguidores de Capriles Radonski son gente de la clase media y media alta. Sabemos que la gran mayoría de la gente de la clase media y alta, per capita, disfrutan de títulos universitarios, ingenieros, doctore, etc. Si esta gente apoya a Capriles Radonski, quien obviamente es un imbécil (no es un insulto), significa que estos seguidores son igual o más imbécil.
Sabemos también que Chávez es un coco, es obvio para cualquiera que tenga medio cerebro. También sabemos que la gran mayoría de los seguidores de Chávez son gente sencilla, de los barrios y de los campos. ¿Entonces, qué nos dice esta realidad? Es obvio – la gran mayoría, per capita, de los cocos no se encuentran entre las clases media y media alta, sino dentro de la gente del Pueblo. Y estos son los que tenemos que rescatar para que puedan desarrollarse y trabajar por nuestra Revolución – pero no a través de o al servicio del sistema educativo colonialista – tiene que ser un nuevo sistema educativo que no permita que se nos escapen estos cocos de los campos y los barrios.
oscarheck111@yahoo.com