Aunque usted no lo crea, mi estimado lector, a Henrique Capriles desde que se inició la campaña electoral, al igual que a Pinocho, lo único que le ha crecido es la nariz. Fabula contada –y cantada- a los niños cuando dicen mentiras o para prever que las digan.
Vino a Trujillo, donde sus adláteres habían ofrecido presentaría el plan de gobierno para el sector agrícola, no lo hizo, simplemente, porque no lo tiene. Por el temor y la aversión que siente por la historia, no se atrevió a calificar su gira como una nueva “Campaña Admirable y su paso por los andes”, pero con la ruta invertida ya que venía de Mérida. Confundió la arepa andina, por no saber que ésta se hace con harina de trigo. Su acto central fue en la Mesa de los Moreno (Jajó) y no se refirió al Gral. Juan Bautista Araujo, el “León de la Cordillera”; pero, afirmó que este era un pueblo cafetalero. Como “gancho” electoral, para emparentarse con Trujillo, dijo que su abuela paterna era de Betijoque; pero resulta que, si no es por la casualidad de ser candidato presidencial, no habría venido a Trujillo, nunca antes lo hizo. Habló de la educación y dijo que esta era “la llavecita para abrir la puerta del progreso”, diminutivo con el cual demuestra su enorme desprecio por las políticas sociales a favor del pueblo.
Pero, donde el flaco demostró su mayor ignorancia y, por ello, recurrió a la mentira, fue cuando se refirió a los niveles de producción nacional. Que no consulte, incluso que no reconozca los datos del Instituto Nacional de Estadística y el Banco Central, uno podría entenderlo por su odio al gobierno; pero que, no consulte los datos aportados por la CEPAL, PNUD, Latinobarómetro, e incluso el reciente Informe del año 2012, presentado por el Centro de Estudios del Grupo Bbva (Bbva Research), en el cual se afirma que “Venezuela será la tercera economía con mayor crecimiento en la región este año con 4,6% (más de un punto porcentual por encima de la media latinoamericana de 3,2%)”, es el colmo de la flojera para justificar la mentira sustentada en la ignorancia.
Ahora bien, porque decimos que miente, porque dijo que “importábamos el 80% de los alimentos que consumimos”, es verdad que seguimos siendo un país importador, lo somos desde hace 211 años de vida republicana. Ignora que hasta la tercera década del siglo XX fuimos monoproductores y monoexpotadores de cacao y café, y que, a partir de entonces lo hemos sido de petróleo.
Pero, decimos que miente, porque llego al extremo de afirmar que: “de Estados Unidos importamos: arroz, maíz, trigo, pollo, café, azúcar, leche en polvo, soya, concentrado de naranja, queso, caraotas”, afirmación tan grotesca y carente de sentido, que ni siquiera vale la pena comentar.
Ante tamaña desfachatez e irrespeto al pueblo trujillano, la pregunta inevitable es ¿porqué mentir? Si son reconocidos, por organismos nacionales e internacionales, los avances de Venezuela en materia económica, social y política. La inflación, que es uno de los déficits que más golpea al pueblo, comienza a ser disminuida. El Banco Central ha informado que para el mes de julio fue del 1%, la acumulada desde enero es del 8.6% y se calcula para el presente año será reducida a un 19.4% aproximadamente; lo cual ha sido posible porque hemos privilegiado lo social como norte de la política nacional; además, porque hemos roto con la concepción neoliberal de reducir la circulación de dinero y disminuir el gasto social, visión monetarista ortodoxa a través de la cual se enfrentaba dicho déficits, siendo su más estruendoso fracaso la implementación de la Agenda Venezuela, con lo cual se supero el 100% de inflación, a finales de los años noventa.
De manera contraria, nuestro gobierno bolivariano, ha demostrado que la mejor manera de derrotar la inflación es generando empleo, aumentando los sueldos y salarios, tomando el control del sector alimentario y demás productos de primera necesidad, para combatir la especulación como uno de los principales agentes generadores de la misma y, a la cual el flaco no se refiere, porque esos son sus financistas.
Se equivoco, creyó que los trujillanos seguíamos siendo “gochos”, le toco devolverse con su gandola de “gamalote”. No le informaron que el nuestro es un estado rojo rojito y que los Hugo, volverán a ganar el 7 de octubre y el 16 de diciembre del 2012.
Profesor ULA
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