El pueblo venezolano ha demostrado su voluntad de seguir el camino que trazó como destino, continuar por la senda socialista a pesar de las dificultades. Esto es una extraordinaria señal de disciplina y conciencia política, el país se debate en disensos pero se alinea con las mayorías para lograr seguir marchado hacia el verdadero desarrollo.
Un triunfo que por primera vez se hace con el esfuerzo y el temor de la derrota. La oposición ha crecido, y esto lo veníamos advirtiendo hace tiempo, el pueblo acaba de expresar que estas elecciones las gana Chávez porque es Chávez, pero en la mayoría de los casos no es consecuencia del apoyo de gestiones locales o regionales que soporten la calidad revolucionaria que se desea o que se proyecta lograr.
Debo advertir que desde hace dos meses mi escenario priorizado estaba en una franja entre 7 y 10% de diferencia, cosa que los resultados ratificaron producto de un evidente “crecimiento vegetativo” del chavismo, y un crecimiento orgánico de la oposición.
Nuestra victoria es la última oportunidad que da el pueblo venezolano para la rectificación, así tan duro como suena, debemos ser humildes y aceptarlo, disfrutar el triunfo, sacando la lista de aquello que no supieron leer con certeza lo que la gente aún siente, pero sin engaños para no seguir cometiendo los mismos errores.
Elementos a favor como el sentido social de las políticas públicas, redistribución de la riqueza, reconstrucción de los valores patrios, transferencia de poder, más educación, garantía en la alimentación, incremento del acceso a la salud, también tiene de contrapartida ineficiencia e ineficacia en el manejo de los recursos del Estado y en la aplicación de las políticas públicas, falta de coherencia en sectores que forman parte del mismo proceso, falta de coexistencia con la descentralización, mejor transferencia de poder y mayor calidad en la educación, la investigación.
Hoy tengo la satisfacción de señalar que la arrogancia academicista e intelectual de la derecha, connotados encuestólogos y afamados políticos conservadores nos quisieron engañar con cifras, análisis y afirmaciones infundadas, poco científicas y mal intencionadas, pero no todo lo que dice la oposición tiene este sentido, son 6 millones y medio de venezolanos que están requiriendo un puente para el diálogo, en democracia.
Dialogar no expresa negociar principios, pero si parte de la necesidad de reconocer al otro, una diferencia más o menos del 10% es una advertencia, un alerta para la reflexión, con humildad, ya no fue 26% del 2006, el proceso creció 10% en votación, la oposición aproximadamente 42%, esto tiene que tener una profunda lectura en el marco de las próximas decisiones.
Seguir diciendo que el PSUV tiene 7 millones 300 militantes es reconocer que no podemos convencer a uno más allá del partido, seguir pensando que esos 6 millones y medio de venezolanos son burgueses es un error táctico que puede seguir originando ese crecimiento vegetativo que no aguanta 6 años más de gobierno.
Ahora vienen la regionales, donde Chávez no es el candidato a gobernador por cada estado, no lo aguanta, no podemos someterlo a ello, pero debe ser él el que tome las mejores decisiones ya que la base ya no tiene tiempo de hacerlo, que lamentable. Otra decisión urgente es la de comprender que este gabinete ya cumplió su ciclo, y que el 100% de los ministerios estratégicos necesitan ser renovados con rostros, ideas y voluntades novedosas.
Este apenas es el principio de una impostergable reflexión crítica y autocrítica.
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