Cuentan en pasillos aledaños a Miraflores que el proactivo Ministro Giordani quiere volver a su trinchera de lucha en el campo de la investigación y de las teorías socialistas vistas desde el campo de la ciencia pura. Pero la revolución lo necesita más adentro de su seno. En las entrañas de la revolución es necesario este hombre. Se ha convertido El monje, como copartidarios y adversarios suelen denominarle en el individuo clave de los procesos económicos de la revolución. Parco al hablar, pero contundente. Disciplinado y trabajador con gran calidad revolucionaria, eso es lo que desprende Giordani en su actuar político. Porque en el tema de la honestidad, es un convencido de que ello es el puntal del éxito de cualquier revolución. Igual cuentan, que en sus inicios de ministro de Chávez, algunos aduladores se presentaban en audiencia con regalos y donaciones personales al ministro, quien de inmediato rechazaba con elegancia la dadiva intencionada, mas no la audiencia que con sensatez, la concretaba. Esa es la calidad de un ministro ganado para hacer revolución. Firme autocritico de sus acciones y de las acciones del gobierno. También dicen que en los gabinetes de alta discreción gubernamental es un incendio en la crítica más audaz. Ahora, que Chávez está en receso médico, es más necesaria la presencia de Giordani en el alto gobierno. Pero pidió tregua, y no se saben las razones, por diez días en las trincheras de su despacho. Diez días, hasta el 5 de diciembre estará Giordani fuera del ministerio que dirige. Ya una vez, tampoco se sabe por qué, El Monje se ausentó del gobierno revolucionario por un bojote de meses. Hacía falta de verdad en ese lapso de su ausencia, su parsimonia, su templanza, su autoridad revolucionaria. Lo que seguro es, es que Giordani, excelente especialista para la numerología presupuestaria de la nación, es un enclave de relevancia en la administración socialista del país. Por eso esta partida circunstancial del ministro, ojalá no sea la premonición del alejamiento. Giordani es necesario en el gobierno. Y los hombres que en revolución se hacen necesarios, a poca distancia están para hacerse imprescindibles.
n_lacruz@yahoo.com
