“Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año”.
Charles Dickens…
Con motivo de la Navidad 2012, hay que seguir promoviendo la solidaridad para el bien común del ciudadano venezolano, fortaleciendo la familia, procediendo en base a los valores que dignifican a las personas.
La Navidad es una época que une a toda la familia; dándonos una mayor identificación con los amigos; y a refrendando los lazos de compañerismo en el trabajo.
Este año electoral que finaliza fue una temporada de evidente sensibilidad para analizar con detenimiento, las necesidades de los sectores de la población venezolana más vulnerables; donde hay que seguir haciendo una justa evaluación sobre el cumplimiento de las metas de la revolución bolivariana.
Siendo la Navidad el momento propicio para analizar el resultado de nuestras acciones como políticos, y gobernantes; y cómo ha incidido a favor de la familia venezolana, y en la transformación positiva de la sociedad.
Es necesario retomar la esencia del valor de la Navidad, para la construcción de una mejor Venezuela; para tener un Estado con una verdadera justicia social e igualdad en el desarrollo. Donde los valores de la paz estén fortalecidos ante la desbordada inseguridad, la intolerancia, manteniendo el respeto hacia el adversario, estando vigentes en cada ser, en cada hogar y en nuestra convivencia diaria como ciudadanos.
Estas son condiciones sine qua non, para ponerle una barrera efectiva a la violencia criminal. Los nuevos tiempos políticos por venir, tienen que ser distinguidos por las grandes transformaciones en la economía, junto al acorde crecimiento demográfico, esto no debe ser motivo para el retroceder en el bienestar social de las familias venezolanas.
El Gobierno Nacional Bolivariano, tiene que seguir manteniendo respeto por la libertad de expresión, y en el debate de las ideas. La opinión política constructiva y propositiva, es fundamental para seguir avanzando hacia la modernidad, favoreciendo el desarrollo del ciudadano venezolano.
Mis análisis políticos siempre van dirigidos hacia el bien común, siempre he sido un convencido de que el ejercicio público no debe seguir cargado de las perversas retóricas, sino por hechos concretos y de beneficios rápidos.
Es necesario marchar amalgamados como una sola sociedad en un solo sentido. Donde la unidad de criterios mayoritarios, nos siga dando la principal fortaleza para responder a la palabra empeñada de todos nuestros propósitos socialistas.
El Gobierno Bolivariano debe continuar su preocupación por los ciudadanos que continúan inmersos en la marginalidad, y el rezago; implementando unas políticas sociales con estrategias apartadas del oportunista, y pernicioso beneficio individual.
No se debe continuar con las falsas promesas para el desarrollo, ni con las soluciones ficticias, ni temporales. La situación de la desigualdad social, sólo se equilibra con programas que resuelvan de fondo cualquier problemática, y de forma permanente las necesidades básicas de las familias venezolanas en extrema pobreza.
En un socialista real, debe prevalecer siempre la convivencia diaria constituida por dos principios básicos como son: “el amor y la humildad”.
Para hacer de la Navidad, la reflexión exacta que nos permita seguir enarbolando la bandera de nuestro accionar en el cumplimiento de un proyecto de país, para el bien del pueblo venezolano. Con este artículo me despido hasta enero, deseándolos a todos los lectores de www.aporrea.org una Feliz Navidad, y un Prospero, y Venturoso Año Nuevo 2013.
Percasita11@yahoo.es