Con el anuncio de nuestro querido Presidente Chávez, sobre la nueva operación que ha de hacerse y la delegación que hizo a Nicolás Maduro, se inicio una nueva etapa de la revolución, algo así, como ponernos los pantalones largos, dirían nuestros padres, prueba de fuego para nuestra revolución.
El momento del relevo de Chávez, un momento pensado, temido y debatido en voz baja, para no ser acusado de apostar a un Chavismo sin Chávez, pero el momento llego y se nos impone, de nuevo el Comandante nos dice que es lo que debemos hacer, habríamos preferido otra situación, un Congreso del partido debatiendo la necesidad de estar a la altura de la eventualidad de la ausencia del camarada Chávez, y donde se delineara los procederes para garantizar la unidad verdadera, la elección del relevo atado a una dirección colectiva del proceso, la cual está por construirse, con el ejercicio de la democracia interna, dentro de la militancia revolucionaria.
Necesitamos al líder vivo, el Presidente puede ser Nicolás, pero el líder es Chávez y debe sobrevivir, las palabras del Presidente no solo se orientaron a un posible resultado trágico, pienso que más se orientaron a emular una salida como la de Fidel y Raúl, delegar la Presidencia para preservar la vida y su liderazgo en la Revolución latinoamericana.
El Presidente, nos plantea la unidad alrededor de Nicolás Maduro, es obvio que esa unidad es necesaria en esta coyuntura, la operación, la recuperación postoperatoria, pero para el largo plazo, es otra cosa, se requiere algo mas que lo pida el Comandante, esa unidad hay que construirla y para ello, debe estar acompañada del ejercicio de la democracia interna del proceso, de la participación activa de todo el liderazgo y activismo revolucionario, el reconocimiento de las diferencias ideológicas internas, el debate abierto, el derecho verdadero a la critica y sobre todo rectificación, si esto no se practica, nuestra revolución perdería fuerza y frescura, mas tengo confianza que el genio y sabiduría del pueblo en revolución, en caso tal, pondrá los correctivos necesarios.
Y superando la tristeza y la incertidumbre, que nos pueda causar la eventual separación de nuestro Líder de la Presidencia de la Republica, debemos estar concientes que él, nos ha devuelto la Patria, y a nosotros, nos toca defenderla y hacerla cada vez más grande, humana, independiente y socialista.
Que esta coyuntura nos engrandezca a todos!, en especial a los que toca el rol de conducirla.
¡Fuerza Comandante Chávez!! ¡Fuerza Nicolás!!
¡Viviremos y Venceremos!!
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