"Y se le apareció el Angel del Altísimo en el Cerro de Dios, en una llama de fuego en medio de una zarza, que no se consumía. Dios le dijo: Sácate tus sandalias porque el lugar que pisas es tierra sagrada.? ?Y le dijo Dios he visto la humillación de mi pueblo en Egipto, yo te envió al Faraón para que liberes a mi pueblo de la esclavitud en Egipto."
(Paráfrasis de fragmentos del capitulo 3 de Éxodo).
Padre y Madre nuestro que están en los cielos, creador y sustentador de la pacha Mama. Dios de la montana, de la llamarada, de la zarza ardiente que no se consumía. Jesucristo de la resurrección, Espíritu Santo de la Esperanza. Hoy me uno a los millones de venezolanos y venezolanas que queremos y apreciamos la vida, y en una oración unida pedimos por la salud de nuestro hermano Hugo Chávez Frías.
Cristo Profeta, Cristo Obrero, Cristo Campesino, Cristo Indígena, Cristo Negro, Cristo Mestizo a quienes los poderosos de siempre han rechazado y excluido, aunque viven y lucran de tu nombre, Señor de la historia, que sabes de traiciones y de sufrimiento, como Tu en la Cruz, rodeado por las hienas de la religión, por los lobos rapaces de la política, pido igualmente que el buen Padre los perdone porque no saben lo que hacen.
Rezo como tu palabra lo pide, por los enemigos, por esos enemigos del pueblo, que no descansan en su odio y su ceguera tratando en vano de apagar la llamarada que tú has despertado entre los pobres de Venezuela y de la America Latina y que nuestro hermano Hugo Chávez al igual que Moisés en su tiempo dirige en un éxodo de liberación.
Elevo mis oraciones, mis ruegos, mis plegarias a Ti, Señor del kairos y del cronos, has tu voluntad en la vida de tu hijo Hugo Chávez Frías. Espíritu de Consuelo, acompáñalo en su convalecencia, hazle sentir el calor humano, la compañía, la solidaridad, de millones que albergamos la esperanza de la vida plena.
Dios de la Justicia tu darás el pago, a los que se hacen llamar apóstoles y pastores de tu pueblo y no lo son, aquellos que disfrazados en sus vestimentas como Judas traicionan la fe y la confianza de aquellos que creemos en el Evangelio, y en lugar de hablar de las buenas nuevas de Salvación, de la palabra de vida, predican el odio y la muerte, con sus acciones y sus palabras. Y a los mercaderes del Templo, les digo, que no nos obliguen como a Ti, a tomar el látigo, porque no quedaría mesa sobre mesa que no sea derribada.
Como dices por medio del profeta Jeremías: "Clama a mi y yo te responderé, te mostrare cosas grandes que aun tu no conoces". Este es un clamor que sale de lo profundo del alma, y no es un clamor único, solo, vacío. Es el clamor de todos los que amamos la vida. Levanta a tu hijo Hugo Chávez Frías, sánalo, cúbrelo, protégelo.
Te doy gracias por el milagro de la ciencia, por los avances de la medicina del pueblo Cubano. Te doy gracias porque ellos y ellas muestran su amor para con nosotros, en el cuidado de la salud de nuestro hermano Chávez. Cristo gracias porque veo tu rostro en los mensajes de solidaridad de los pueblos de America Latina y del mundo entero. Gracias porque la verdad vence a la mentira, porque el amor vence al odio. Porque "permanecen la fe, la esperanza, y el amor", como decía San Pablo el Apóstol, gracias porque el mayor de ellos es el Amor.
Dios creador, gracias por la riqueza plantada en el suelo patrio, riqueza que antes alimentaba a las fieras rapaces de la política, los anti patriotas, que se vendían al mejor postor. Gracias por ese corazón humano, lleno de compasión que le diste a nuestro hermano Chávez, quien ha distribuido esa riqueza entre los excluidos y las excluidas de siempre, y eso sabemos, no le perdonan los mercaderes del templo, los faraones de la historia.
Dios creador, gracias por la llamarada de la vida de Chávez, el presidente creador de las misiones, misiones de la vida nueva, de la esperanza, del amor y la justicia e inclusión social. El presidente quien siguiendo al Cristo del sermón de la montana, también expreso su propio sermón, desde un cerro de Caracas: "Nosotros estamos asumiendo, hasta las ultimas consecuencias, el Evangelio del amor y de la justicia. Y a Jesus lo buscamos y encontramos, cada día, en todos los excluidos y excluidas de Venezuela." Gracias por el corazón de amor de Chávez, quien hizo del pobre no el objeto de su lastima, sino el sujeto de la liberación, a los excluidos y excluidas, inclusión con dignidad.
Como cristianos y cristianas seguimos las pisadas del Cristo de la montana, convencidos de la llamarada de la historia, seguimos el ejemplo de nuestro hermano Chávez, el del cerro. Amor con amor se paga, los antes esclavos de los imperios, los que fuimos excluidos, pero que ahora somos protagonistas, devolvemos tu Amor al comandante de la llama ardiente. Oramos por la salud del presidente Hugo Chávez Frías, nuestro presidente, nuestro hermano amigo, pedimos porque la llama de su vida siga guiando y alumbrando la revolución Bolivariana, el éxodo de los pueblos de nuestra America Latina.
Ricardo Moreno
Venezolano, Bolivariano, Latinoamericano, Cristiano, Presbiteriano, Ecuménico, Teólogo de la Liberación, Socialista, Inmigrante, Activista, Escritor, Critico, Rebelde, Organizador Comunitario, Analista Político, Amigo Leal, Padre responsable.
Presidente de la Asociación Simon Bolívar de Los Angeles.
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