El haber perdido el Estado Miranda no me deja disfrutar el triunfo obtenido en los otros 20 Estados del país. Aun cuando mi partida de nacimiento dice que nací en la maternidad, ubicada en la parroquia San Juan de la Capital, todos mis ancestros nacieron en ese Estado y por los menos 20 de mis 72 años los viví en el Estado Miranda, el cual conozco casi totalmente.
Barlovento, región mágica donde pasé mis primeros años de vida, marcaron mi carácter de Negro contestatario, mi afición por el baile y el gozar de la vida que se impregna en la esencia de los barloventeños que los hace independientes, aventureros y “echaos pa lante”.
Estoy seguro que perdimos a Miranda porque un 45% de Negros y Negras no salieron a votar y se quedaron en sus casas o se fueron a los ríos a hacer sancochos. Muchos Negros no tomamos conciencia a lo que nos estábamos jugando y dejamos que los blanquitos ricos de Chacao, El Hatillo, Baruta y los Altos mirandinos, que si saben lo que se hace con el poder en la mano, nos arrebataran esta posibilidad histórica de acabar con “el amo blanco” que todavía pervive en nuestro inconsciente colectivo.
Todavía recuerdo, siendo adolescente, le planteé a mi madre analfabeta, que trabajaba de cocinera en una de esas casas mantuanas, acabar con los ricos y ella me contesto: ¿“Hijo si acabamos con los ricos, a quien le vamos a trabajar los pobres”?. Nunca pude olvidar esa respuesta de mi mamá y no hallé como contestarle, hasta que 40 años después estudié a Marx y leí el Manifiesto Comunista.
Aun cuando hayamos ganado, en los otros 15 municipios del Estado Miranda, donde sus habitantes son predominantemente de color de piel Negra y Morena, la abstención fue superior al 45% y más en el Municipio Sucre, donde debió salir a votar por lo menos el 80% de los Negros y Negras que allí habitan. No hay justificación para haber perdido ese Estado y menos conociendo ya al candidato de la burguesía. Era tiempo de olvidar y no seguir cobrándole al hijo de José Vicente Rangel y a Diosdado Cabello sus errores políticos, debimos haber dejado eso en el pasado. Hemos sido demasiado duro con los nuestros y hemos sido magnánimos con nuestros enemigos históricos.
Ya veo a los “Afrodescendientes” atacándome por lo que aquí afirmo y diciéndome que estoy miando fuera del perol, pero seguiremos insistiendo que, en el Capitalismo Racista que vivimos, ser Negro es ser pobre y esto nos ubica en la Lucha de Clases que se produce en cada contienda electoral y donde los dueños de los medios de producción se enfrentan a los desposeídos de la tierra para hacerles sentir inferiores y manipularlos para que decidan a favor de sus explotadores.
Si los Negros, morenos y mestizos pobres, adquieren conciencia de clase y se unen alrededor del líder de la revolución bolivariana pasará lo mismo, como cuando lo hicieron con el Taita Boves hace 200 años.
Perdimos Miranda, como le pasó al Precusor en 1.806, cuando desembarcó en la Vela de Coro y no encontró pueblo que lo apoyara. Perdimos Miranda, porque tenemos miedo de no saber quien nos dará empleo si hacemos desaparecer a los eternos empleadores de nuestros padres y abuelos. Perdimos Miranda porque todavía la revolución bolivariana no ha dado el salto cualitativo necesario para parir el Socialismo.
Juanveroes64@hotmail.com
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