La oposición venezolana, siguiendo las instrucciones nefastas –imaginamos del Departamento de Estado estadounidense, controlado por una derecha guerrerista- sueña con seguir enguerrillando a los venezolanos, asunto que, por ahora, ni consiguen ni lo podrán hacer.
¡La industria militar estadounidense no tiene cabida por estos lados!
Se aprecia y se nota en sus caras –por lo menos lo dicen la de Capriles, Borges y Capriles- que hay un odio y una desesperación por intentar aplastar a Chávez y sus seguidores, pero la pregunta que sale al respecto es ¿Cómo quieren hacerlo? ¿Desconociendo las leyes?
¿Es el orgasmo de la violencia y desesperación los que los hace felices? ¿El orgasmo de la mentira convertida en verdad? ¿La salivación por la muerte del otro es lo que los emociona? ¿Cuánto daño tienen en sus pequeños cerebros los que animan el irrespeto a las normas y el desconocimiento a las instituciones? ¿Qué hacen? ¿Intentar provocar una infestaciòn inventada como la que hicieron en Irak, Libia y ahora en Siria, con rebeldes inventados y utilizados como niños de 11 años, todos motivados y pagados por los estadounidenses, franceses, alemanes e ingleses? Mejor dicho, ¿las corporaciones?
Hay una bestial hipocresía en esos países que se dicen ser “civilizados”, lo cual es incierto, porque ellos han vivido y aspiran seguir haciéndolo, de lo que ellos llaman, la compra-venta, una mentira que han venido imponiendo a través de la publicidad y la propaganda, con la cual adormecen a las ciudadanas y ciudadanos, los europeos, anglosajones y demás países en bancarrota.
Siguen explotando a las personas y, de paso, exigen que los explotados sean las víctimas de las locuras del desenfreno capitalista. Para los explotadores capitalistas que utilizan la muleta militar, la vaina buena es invadir Siria, repartírsela, hacer lo que hicieron en Irak y Libia, pero no hayan que hacer en Afganistán, al punto que ahora se hacen los locos y dicen que van a dejar preparados a los afganos para que se enfrenten a los otros afganos. ¡No entienden!
¡Nada de eso resultará! ¡Afganistán es Afganistán!
Los estadounidenses saben que nada pueden hacer allì.Todos los imperios han pasado por allí y ninguno ha podido someter al pueblo de ese país, han fracasado, por eso, dicen los gringos que le van a preparar las fuerzas militares de las fuerzas gobernantes y se marchan.
¡No pueden mas nada que hacer! Salen como en Viet Nam, con el rabo entre las piernas y disimulando que hicieron su papel, cuando lo que han hecho es sacrificar a las personas. Quienes promueven las guerras son los accionistas de las empresas militares, que no son otra cosa mas que los integrantes del presunto parlamento estadounidense, donde los lobbystas son los que deciden las leyes, lobbystas que son representantes de las industrias que dominan el país. Lo que han hecho es enredar en gastos económicos a las naciones con el pretexto de ayudarlos en las guerras y a reconstruir a sus naciones, lo que es una gran mentira.
¡Están jodidos los estadounidenses y los que creen en ese falso mundo de fantasía en el cual, todos creen tener oportunidades, mientras, los ricos productores, que también son accionistas de las màs diversas empresas militares siguen promoviendo falsas expectativas y no le dan oportunidades a las personas y se hacen cada vez mas ricos!
Nada de eso es mentira, basta ver.
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